Se niega a renunciar y agrava crisis

Omar Chehade no le hizo caso a nadie y se resistió a renunciar al cargo de la Segunda Vicepresidencia de la República. No le hizo caso al presidente Ollanta Humala, ni al premier Salomón Lerner, ni a sus colegas de la bancada oficialista, y mucho menos a la oposición, quienes a gritos le pidieron que abandone su cargo para acabar con esta innecesaria inestabilidad política que afecta al gobierno nacionalista.

A través de un comunicado y tal como lo anunció diario16 en su edición del pasado lunes, Chehade solo optó por tomar una licencia al cargo y afirmó que no cabe la renuncia, pues es inocente de las acusaciones lanzadas en su contra.

“He decidido que mientras duren las investigaciones que sobre mi persona realizan la Fiscalía y en simultáneo tres comisiones del Congreso (Ética, Fiscalización y subcomisión de Acusaciones Constitucionales), no ejerceré las funciones de segundo vicepresidente de la República, quedando expedito el camino para que las asuma, como legalmente corresponde, el presidente del Congreso en mi lugar. Considero que no es pertinente formular la renuncia a tal investidura, dado que soy inocente de los cargos atribuidos”, expresó en su misiva.

Líneas más abajo Chehade remarcó que...
su inocencia será confirmada, “pese al cargamontón mediático y linchamiento político del que ahora vengo siendo víctima por parte de algunos sectores que han optado por demoler mi imagen pública. “Y lo hacen sin tomar en cuenta mi prestigiosa trayectoria de lucha contra la corrupción”, aseveró.

La terca actitud del nacionalista de entornillarse al cargo no solucionará la crisis que él mismo generó tras reunirse con tres generales de la Policía Nacional para concretar, al parecer, el desalojo de los trabajadores de la azucarera Andahuasi.

Decisión que choca, además, contra la postura del presidente Humala, quien el pasado domingo le pidió a Chehade, muy solemne, que “dé un paso al costado”. Actitud que fue respaldada de inmediato por los ministros de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo; y de la Mujer, Aída García Naranjo. Incluso ayer la parlamentaria oficialista Rosa Mavila reveló que el propio premier Lerner le señaló a Chehade que lo dicho por el Mandatario era la posición de todo el Gobierno. Pero, por lo visto, Chehade se hizo el sordo.

INFELIZ CUMPLEAÑOS
Y ayer fue un día muy especial para Omar Chehade. Y no solo por su cumpleaños, sino por sus sorpresivas entradas y salidas del Legislativo.

Si bien el lunes estuvo inubicable, el martes el nacionalista estuvo en todos los medios. Muy temprano llegó al Congreso como si con él no fuera la cosa. Como si el presidente Ollanta Humala no le hubiese pedido la renuncia a la Segunda Vicepresidencia de la República, y como si no fuera el culpable de la crisis política que afronta su propio Gobierno.

Llegó muy fresco al Hemiciclo, retando a los propios nacionalistas y sorprendiendo a la oposición, todos miembros de la Comisión de Constitución que en ese momento debatían el proyecto de ley que propone la eliminación del voto preferencial.

Con Chehade llegaron inmediatamente los periodistas, quienes abarrotaron de inmediato las galerías del Hemiciclo esperando lo que medio Perú aguardaba: la renuncia de Chehade, pero no llegó. Los periodistas solo obtuvieron los rostros, los gestos, las poses de un Chehade que el día de su cumpleaños no estaba más nervioso y desencajado que feliz.

Miraba a cada rato su celular y de reojo a los congresistas y a los periodistas que lo tenían en la mira. Hasta que después de más de una hora pidió la palabra para mostrarse a favor de eliminar el voto preferencial y dar a conocer su preferencia por políticos “decentes” en el Congreso.

“No soy una persona cerrada. Apuesto por gente preparada, calificada, no solamente decente, sino que tenga el nivel profesional, social y reivindicativo. Se debe privilegiar la meritocracia, pues el voto preferencial crea un entorno infraterno, cruel, traen peleas y celos internos dentro de los partidarios”, aseveró ante la sorpresa de los miembros de la Comisión de Constitución.

Al término de la sesión, Chehade abandonó el Congreso rodeado de periodistas, quienes buscaban su declaración. “Gracias por acordarse de mi cumpleaños” era lo único que repetía Chehade en medio del desorden que él mismo originó.

En la tarde esta escena se repitió dos veces más cuando acudió a las sesiones de las comisiones de Justicia y Descentralización. Todo indica que esta historia tiene para rato.

LUIS ENDO: lendo@diario16.com.pe

Fuente: http://diario16.pe/noticia/11440-se-niega-a-renunciar-y-agrava-crisis