HUGO CABIESES| Los pueblos indígenas andino-amazónicos del Perú, en los últimos años le han dado lecciones al país y sus representaciones políticas sobre la forma de enfrentar la ofensiva neoliberal contra los recursos naturales de Nuestra Amazonía.
Estos pueblos originarios 1) nos han fijado una agenda basada en cinco respetos por los que luchan: a la diferencia, a sus territorios, a ser consultados, a no ser insultados y a tener un modelo propio de desarrollo; 2) están respondiendo a los mitos del conquistador Hernando de Soto, el flamante asesor de Keiko Fujimori y viejo sacha-tukuyrikuy del ladrón y genocida Alberto Fujimori que purga condena de 25 años por esos delitos, de quien han dicho que es un peligro; 3) nos sugieren un conjunto de propuestas estratégicas en base a sus protestas; 4) han obligado a los candidatos a pronunciarse sobre su problemática, a no olvidarlos y comprometerse a cumplir con lo acordado con ellos; y, 5) tienen un conjunto de líderes y organizaciones representativas, incluyendo un congresista awajún recientemente elegido, que no dejarán que sus propuestas caigan en saco roto.
Lucha indígena por los cinco respetos
Estos pueblos originarios pero olvidados han comenzado a dejar ser invisibles movilizándose contra las políticas y decretos del gobierno aprista, por una sola razón: respeto. Los cinco respetos por los que han luchado y lo seguirán haciendo los pueblos indígenas amazónicos son:
- A ser diferentes por la unidad en la diversidad andino-amazónica, multilingüismo, multiculturalidad, multinacionalidad y derecho a las diferencias.
- A sus territorios ya que para los indígenas tierra como recurso no es lo mismo que territorio que para ellos es subsuelo, suelo y aire. Los bosques y recursos del subsuelo no son “de todos los peruanos” sino de los seres humanos que habitan en y sobre ellos. El territorio es parte de ellos mismos. Extraer petróleo, cortar árboles y vender carbono no emitido es como cortarles una parte de su alma y cuerpo.
- A ser consultados de manera voluntaria, previa, informada y con derecho a veto, aplicación de la Constitución y los convenios internacionales, especialmente el 169 de la OIT.
- A no ser insultados señalándolos como “perros del hortelano”, ciudadanos de segunda categoría, anti-patriotas, narco-bloqueadores y terroristas.
- A tener un modelo de desarrollo propio, de relaciones comunitarias y reciprocidad, basado en una relación armónica con la Madre Naturaleza, no extractivista y orientado a mercados locales.
Bajo la dirección y consejo de sus apus o autoridades ancestrales, organizados principalmente en la Asociación Interétnica del Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP). Lo han hecho mediante paros locales y regionales, movilizaciones multitudinarias, marchas pacíficas hacia pueblos y ciudades, bloqueos de carreteras, tomas de oleoductos y gasoductos, control de locales de empresas petroleras, bloqueos de ríos y quebradas, retumbando todas las selvas de norte a sur con sus tambores, gritos y flechas.
Pero también acudiendo con respeto y sentido vinculante a las mesas de diálogo y concertación que ellos han abierto y a las que han acudido con protestas y propuestas.
Defensa de sus recursos naturales y criminalización de su protesta
El agua, la biodiversidad, el banco de conocimientos indígenas, el gas y el petróleo entre otras, son las riquezas naturales que forman el patrimonio de la Amazonía. Los pueblos indígenas originarios, que habitaron en estos territorios antes de la existencia de los estados modernos, son los ocupantes y dueños históricos, culturales y de facto de estos recursos naturales y por lo tanto, se podría apelar a un derecho consuetudinario para justificar este derecho de propiedad.
Además, otro argumento que justifica este derecho de los pueblos indígenas es el cuidado y manejo de esta riqueza a lo largo de los siglos. Ellos, los indígenas amazónicos, han sido y siguen siendo los verdaderos jardineros de esta naturaleza.
La conversión de la Amazonía en un nuevo espacio hidropolítico y geoestratégico, por el cambio climático y el colapso global del capitalismo y el plan de ocupación de este espacio por el capital multinacional, explica el por qué de las políticas y acciones de criminalización de los movimientos indígenas, de colonos ribereños y de pobres urbanos, los que hoy son la resistencia a la ocupación y que proponen un modelo alternativo al diseño del capital multinacional en la cuenca amazónica.
La guerra por el control de los recursos vitales de la economía en el siglo XXI será mucho más encarnizada sobre todo en el período post crisis del capitalismo. El capital multinacional se apoderará de estos recursos si es necesario con las armas. Por eso se criminaliza el movimiento social en la cuenca amazónica.
De Soto cabalga de nuevo
A la propuesta alanista con los resultados tanáticos expresados en la masacre de Bagua del 5 de junio del 2009, de “El síndrome del perro del hortelano”, se suma ahora la nueva ofensiva de los caballos de los conquistadores expresada en el manifiesto titulado La Amazonía no es Avatar publicado en el diario “El Comercio” el domingo 6 de junio del 2010.
Este documento y el libro que se promete editar, ha sido divulgado por el Instituto Libertad y Democracia (ILD) pero ha sido escrito y firmado por Hernando de Soto: se trata de la propuesta que de seguro entregará a la candidata del fujimontesinismo apenas llegue desde Mongolia.
Desde Pedro de Ursúa, Lope de Aguirre y Francisco de Orellana que buscaban “El Dorado”, pasando por los caucheros Julio César Arana y Carlos Fermín Fitzcarrald que se beneficiaron con el oro blanco de la hevea brasiliensis masacrando indios, los modernos concesionarios del oro rojo de la caoba, los petroleros dueños del oro negro, mineros del oro amarillo y cobrizo y los gasíferos de ahora, hasta a los nuevos conquistadores de La Amazonía no es Avatar, tenemos una larga historia de extractivismo depredador y matador de culturas.
Para Hernando de Soto, el tema de los amazónicos – como antes lo fue el de los informales y luego el de los cocaleros – se reduce a títulos de propiedad de tierras, reducción del Estado y eliminación de relaciones comunitarias. Para los pueblos indígenas el tema, además de respeto, es territorio en relación armoniosa con la naturaleza, presencia de un Estado plurinacional y respeto a relaciones comunitarias.
Es necesario responder a esta renovada propuesta de colonización y mercantilización salvaje de la región andino-amazónica con ropaje liberal-democrático que De Soto y el ILD encarnan desde que publicara “El Otro Sendero” en 1986.
Considero que don Hernando De Soto es reduccionista al resumir la problemática de la Amazonía a 1) titular propiedades para homogenizar culturas, 2) eliminar relaciones comunitarias para modernizar indios y 3) articularse a los mercados para ponerse al servicio de la globalización transnacional.
Pero a decir verdad De Soto tiene derecho a hablar ya que, siguiendo a Mao, ha hecho encuesta visitando las zonas – él mismo y sus asalariados – y conversando con dirigentes y bases, principalmente de la zona norte amazónica, cosa que muy pocos hemos hecho.
*
*Economista, coordinador de manejo comunitario de bosques e incidencia política de Not For Sale Campaign (NFSC) en apoyo a la Asociación Forestal Indígena de Madre de Dios (AFIMAD) e investigador del Centro de Investigaciones Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).
Artículo completo en: http://alainet.org/active/46180&lang=es
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Lucha indígena por los cinco respetos
Estos pueblos originarios pero olvidados han comenzado a dejar ser invisibles movilizándose contra las políticas y decretos del gobierno aprista, por una sola razón: respeto. Los cinco respetos por los que han luchado y lo seguirán haciendo los pueblos indígenas amazónicos son:
- A ser diferentes por la unidad en la diversidad andino-amazónica, multilingüismo, multiculturalidad, multinacionalidad y derecho a las diferencias.
- A sus territorios ya que para los indígenas tierra como recurso no es lo mismo que territorio que para ellos es subsuelo, suelo y aire. Los bosques y recursos del subsuelo no son “de todos los peruanos” sino de los seres humanos que habitan en y sobre ellos. El territorio es parte de ellos mismos. Extraer petróleo, cortar árboles y vender carbono no emitido es como cortarles una parte de su alma y cuerpo.
- A ser consultados de manera voluntaria, previa, informada y con derecho a veto, aplicación de la Constitución y los convenios internacionales, especialmente el 169 de la OIT.
- A no ser insultados señalándolos como “perros del hortelano”, ciudadanos de segunda categoría, anti-patriotas, narco-bloqueadores y terroristas.
- A tener un modelo de desarrollo propio, de relaciones comunitarias y reciprocidad, basado en una relación armónica con la Madre Naturaleza, no extractivista y orientado a mercados locales.
Bajo la dirección y consejo de sus apus o autoridades ancestrales, organizados principalmente en la Asociación Interétnica del Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP). Lo han hecho mediante paros locales y regionales, movilizaciones multitudinarias, marchas pacíficas hacia pueblos y ciudades, bloqueos de carreteras, tomas de oleoductos y gasoductos, control de locales de empresas petroleras, bloqueos de ríos y quebradas, retumbando todas las selvas de norte a sur con sus tambores, gritos y flechas.
Pero también acudiendo con respeto y sentido vinculante a las mesas de diálogo y concertación que ellos han abierto y a las que han acudido con protestas y propuestas.
Defensa de sus recursos naturales y criminalización de su protesta
El agua, la biodiversidad, el banco de conocimientos indígenas, el gas y el petróleo entre otras, son las riquezas naturales que forman el patrimonio de la Amazonía. Los pueblos indígenas originarios, que habitaron en estos territorios antes de la existencia de los estados modernos, son los ocupantes y dueños históricos, culturales y de facto de estos recursos naturales y por lo tanto, se podría apelar a un derecho consuetudinario para justificar este derecho de propiedad.
Además, otro argumento que justifica este derecho de los pueblos indígenas es el cuidado y manejo de esta riqueza a lo largo de los siglos. Ellos, los indígenas amazónicos, han sido y siguen siendo los verdaderos jardineros de esta naturaleza.
La conversión de la Amazonía en un nuevo espacio hidropolítico y geoestratégico, por el cambio climático y el colapso global del capitalismo y el plan de ocupación de este espacio por el capital multinacional, explica el por qué de las políticas y acciones de criminalización de los movimientos indígenas, de colonos ribereños y de pobres urbanos, los que hoy son la resistencia a la ocupación y que proponen un modelo alternativo al diseño del capital multinacional en la cuenca amazónica.
La guerra por el control de los recursos vitales de la economía en el siglo XXI será mucho más encarnizada sobre todo en el período post crisis del capitalismo. El capital multinacional se apoderará de estos recursos si es necesario con las armas. Por eso se criminaliza el movimiento social en la cuenca amazónica.
De Soto cabalga de nuevo
A la propuesta alanista con los resultados tanáticos expresados en la masacre de Bagua del 5 de junio del 2009, de “El síndrome del perro del hortelano”, se suma ahora la nueva ofensiva de los caballos de los conquistadores expresada en el manifiesto titulado La Amazonía no es Avatar publicado en el diario “El Comercio” el domingo 6 de junio del 2010.
Este documento y el libro que se promete editar, ha sido divulgado por el Instituto Libertad y Democracia (ILD) pero ha sido escrito y firmado por Hernando de Soto: se trata de la propuesta que de seguro entregará a la candidata del fujimontesinismo apenas llegue desde Mongolia.
Desde Pedro de Ursúa, Lope de Aguirre y Francisco de Orellana que buscaban “El Dorado”, pasando por los caucheros Julio César Arana y Carlos Fermín Fitzcarrald que se beneficiaron con el oro blanco de la hevea brasiliensis masacrando indios, los modernos concesionarios del oro rojo de la caoba, los petroleros dueños del oro negro, mineros del oro amarillo y cobrizo y los gasíferos de ahora, hasta a los nuevos conquistadores de La Amazonía no es Avatar, tenemos una larga historia de extractivismo depredador y matador de culturas.
Para Hernando de Soto, el tema de los amazónicos – como antes lo fue el de los informales y luego el de los cocaleros – se reduce a títulos de propiedad de tierras, reducción del Estado y eliminación de relaciones comunitarias. Para los pueblos indígenas el tema, además de respeto, es territorio en relación armoniosa con la naturaleza, presencia de un Estado plurinacional y respeto a relaciones comunitarias.
Es necesario responder a esta renovada propuesta de colonización y mercantilización salvaje de la región andino-amazónica con ropaje liberal-democrático que De Soto y el ILD encarnan desde que publicara “El Otro Sendero” en 1986.
Considero que don Hernando De Soto es reduccionista al resumir la problemática de la Amazonía a 1) titular propiedades para homogenizar culturas, 2) eliminar relaciones comunitarias para modernizar indios y 3) articularse a los mercados para ponerse al servicio de la globalización transnacional.
Pero a decir verdad De Soto tiene derecho a hablar ya que, siguiendo a Mao, ha hecho encuesta visitando las zonas – él mismo y sus asalariados – y conversando con dirigentes y bases, principalmente de la zona norte amazónica, cosa que muy pocos hemos hecho.
*
*Economista, coordinador de manejo comunitario de bosques e incidencia política de Not For Sale Campaign (NFSC) en apoyo a la Asociación Forestal Indígena de Madre de Dios (AFIMAD) e investigador del Centro de Investigaciones Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).
Artículo completo en: http://alainet.org/active/46180&lang=es
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