La serenidad y el diálogo, la paciencia y la razón, son las armas con las que el candidato presidencial de Gana Perú está enfrentando la campaña de mentiras que buscan distorsionar y destruir su propuesta de cambio en democracia, la cual busca generar desconcierto y, sobre todo, miedo en la ciudadanía e impedir que decida su futuro a conciencia y escuchando a los aspirantes a gobernarlo, sin presiones.
En ese contexto, ha hecho bien el candidato favorito de las encuestas en visitar dos importantes canales de televisión para decir directamente una verdad de la que no quieren darse por enterados ciertos comunicadores al servicio de la causa de la regresión a los tiempos de la dictadura, que seguían repitiendo la falsedad de que él es una amenaza para la libertad de prensa.
Ha ratificado, mirando a los ojos de los ejecutivos de esos canales, su respeto por la libertad de prensa y por la vigencia de las licencias que les permiten operar y que obtuvieron en años anteriores. Como todo estadista, respeta los derechos adquiridos que se ajustan a la legalidad.
Ha anunciado que seguirá dialogando con directivos de los medios de comunicación y hoy visitará al Instituto Prensa y Sociedad para responder las preguntas que esta entidad ha planteado a los dos candidatos, sabiendo, por cierto, que la corriente política que encarna la candidata clasificada a la segunda vuelta tiene negros antecedentes de destrucción de la libertad de prensa y otras libertades, con las armas de la corrupción, el abuso y la ilegalidad que reinaron en esa época cuyo regreso deberían rechazar las empresas que fueron capturadas por aquella mafia sin escrúpulos.
También hoy estará con la Confederación de Empresarios Privados, manteniendo una iniciativa que le ha granjeado elogios inclusive de comentaristas que, pese a no ser afectos políticamente a él, le han reconocido como virtud que puede asegurarle La Victoria en las urnas el 5 de junio.
No ha caído el candidato en provocaciones, las cuales van desdibujándose y cayendo hechas añicos, desbaratadas por la verdad, como aquel montaje que le imputaba el objetivo de apoderarse de los fondos privados de pensiones. Ha sido la prestigiosa representante de la asociación de esas empresas financieras quien ayer ha confirmado lo que repitió el candidato hasta el cansancio: el público no debe temer porque esos fondos no corren ningún peligro.
Y tampoco ha perdido la calma ni ha caído en el juego de la guerra sucia, frente a la torpe resurrección, por obra de uno de los perdedores de las elecciones, de la acusación, nunca probada, de que recibió dinero de un gobierno extranjero para su campaña de hace cinco años.
Ha sido un intento tan burdo que hasta el gobierno, que no siente ningún afecto por el candidato nacionalista, ha tenido que guardar distancias de la acusación y desestimarla por extemporánea, además de expresar su extrañeza porque el gobierno anterior, es decir el denunciante, no hubiera comunicado el supuesto financiamiento, a la administración instalada en el 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.