Una ofensa a la pobreza y un insulto a las madres humildes del Perú, es lo que está haciendo la campaña de la candidata de Fuerza 2011, al apelar a la prebenda, al reparto de víveres, ollas y otros objetos, para ganar los votos de los pobres, lo que demuestra un profundo desprecio por la dignidad del pueblo.
El repudiable hecho evidencia también que quienes quieren el retorno de la dictadura solo pueden intentar la compra burda de votos, ante la falta de argumentos, credenciales democráticas y propuestas políticas que se necesitan para convencer a un segmento de la población que multitudinariamente apoya al candidato de Gana Perú por la esperanza de un cambio que ayude a esos peruanos a salir de la pobreza y la postración en que se encuentran.
La candidata de Fuerza 2011 pretende negar lo evidente y dice que su partido solamente ha entregado algunos “regalitos”, pero el intento de sobornar la conciencia de los humildes es descarado y se hace abiertamente, pues cada mitin del Fujimorismo es un despliegue de prebendalismo, que hasta incluye sorteos, y se sabe que en la víspera misma de las elecciones del 10 de abril, el hermano de la congresista repartió alimentos en una populosa zona limeña.
El desmentido de la hija del condenado de la Diroes se desmorona además con la difusión por Internet de convocatorias de mujeres de la llamada alta sociedad que, sin ocultar su desprecio por los pobres, reúnen víveres, frazadas y otros objetos, para ayudar a su candidata y facilitarle la pretendida compra de votos. Una vez más se confirma en esta red la presencia de gente ligada a la dictadura, como informamos en la presente edición.
Aunque la práctica puede no ser ilegal, sí es moralmente condenable, por lo cual el tribunal de ética electoral debería investigar el caso y aplicar una sanción aunque sea moral a quienes trafican con el hambre y la necesidad de los humildes, algo que era común en el decenio del oprobio que sufrimos en los años 90.
Este repugnante intento de comprar conciencias y votos ha motivado reportajes de prensa que se han difundido por el mundo, lo que avergüenza al país entero y exhibe ante la comunidad internacional la calaña de quienes quieren hacer regresar al país a las sombras de la corrupción, el abuso y el crimen.
Los peruanos de bien confiamos en que el pueblo sabrá reconocer a quienes quieren reivindicar su dignidad y procurarle empleo y salarios dignos, salud, Educación, vivienda y servicios básicos, y quienes pretenden adormecer su conciencia con el soborno que humilla a quien lo recibe, sin solucionar los problemas de fondo, de corrupción, Desempleo, pobreza y enfermedad, que solo el cambio sin sobresaltos y en democracia puede resolver, lo que quieren impedir las oscuras fuerzas de la regresión y el engaño.
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