Bayly y De Soto

El Comercio, su Perú XXI, y sus Canales de TV 4 y 8, vivieron el domingo último un pasajero momento de felicidad, al ganar para la causa de la señora Keiko Fujimori, su causa, al periodista y escritor Jaime Bayly y al economista Hernando de Soto. Los otros canales se plegaron a la campaña con sus oportunas y bien dosificadas entrevistas. Durante 45 minutos, el primero trató de demoler a Ollanta Humala, con su ya conocida maldad y su estudiado recurso para repetir las mismas ideas veinte o más veces con la seguridad de dejar una huella en la memoria de quienes lo ven y escuchan. Desde Miami, el ciudadano norteamericano Bayly, dispara contra Humala las municiones de todos los calibres que le envían desde Lima quienes lo contrataron, convertidos en reales productores del programa.

Urgido por “salvar a la democracia” declarando su apoyo para que la señora Keiko gane la segunda vuelta, Hernando de Soto aterrizó en Lima, presentó al comité de campaña un mini programa para salir de la pobreza. Se trata de una nueva consultoría para su ONG. Luego, mostró su felicidad por haber recibido de la candidata un documento con buenas ideas que él declara aceptar y compartir. Se trata de un juego perverso de alguien que con un ego monumental disfruta del placer de ver que sus propuestas -convertidas mágicamente en virtudes ajenas- le ofrecen la ilusión de sentirse humilde y alegre por sumarse a una causa en “defensa de la democracia”. Es evidente que una semana antes la señora Keiko no tenía idea alguna de la propuesta de De Soto. La adoptó inmediatamente para seguir alimentado la ilusión de ser presidenta del país, como quiere su papi y toda la derecha unida. Para que los indígenas salgan de la pobreza, De Soto recomienda una receta muy simple: que se conviertan en propietarios individuales y se asocien con las empresas multinacionales. La señora Keiko tiene ahora en sus manos un nuevo juguete.

Jaime Bayly es un personaje mediático, hechura del Fujimorismo puro y duro. Sin escrúpulo alguno, se ha servido de su bisexualidad para ser famoso y convertirse en un escritor que vende y un periodista televisivo que está en boca de todo el mundo y siempre en el centro de las tormentas. Su ego e individualismo no podrían ser más grandes: está orgulloso de cobrar mucho por lo que dice y escribe, pregona al mundo que vive como millonario y, como sostiene Alberto Adrianzén, se ha convertido en un “sicario mediático”. Tristísimo final de una persona con talento para escribir y sin nada propio que decir, salvo sus historias de bisexual.

A De Soto le hubiera gustado ser presidente del país. Para que los partidos políticos de la derecha lo adopten como su candidato, ofreció varias veces su figura y sus ideas en defensa de la propiedad como mágica llave que podría abrir las puertas del llamado desarrollo. No tuvo suerte. Le piden ahora una consultoría, seguramente bien pagada y, tal vez, pueda consolarse con ser primer ministro.

Bayly y De Soto cobran por su apoyo a Keiko. Se trata de una conducta política mercantil reñida con la ética que nos recuerda ese viejo Fujimorismo que De Soto conoce bien por dentro y Bayly aprovecha bien por fuera.

Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/bayly-y-de-soto_85527.html