Planes y palabras

Por: Rosa Maria Palacios

Hay un abismo de distancia entre los ‘Lineamientos Centrales de Política Económica y Social para un Gobierno de Concertación Nacional’ presentados por Gana Perú y Ollanta Humala el viernes pasado y el ‘Plan de Gobierno 2011-2016, La Gran Transformación’, presentado al JNE en diciembre del 2010 por el mismo partido. Cabe señalar que el último documento presentado es consistente con el ‘Acuerdo Nacional’ suscrito la semana pasada, y el ‘Compromiso con el pueblo peruano’ presentado por el candidato antes de la elección en primera vuelta. Sin embargo, los lineamientos son un corte radical con las polémicas propuestas del Plan de Gobierno.

Ya no hay nueva Constitución ni Asamblea Constituyente, ni revisión de los TLCs, ni mercados cerrados a la importación. Ya no hay nuevos impuestos ni nueva actividad empresarial del Estado, ni pensiones financiadas con los fondos privados de las AFPS, ni purgas ideológicas en el Indecopi entre otras de las barbaridades ofrecidas. De todas las banderas estatistas solo se conservan dos: el impuesto a las “sobreganancias” mineras (que hasta Fujimori ahora apoya) y la renegociación del gas natural en el Lote 88. Todo lo demás… ¡se fue!

Después de mis severas críticas a su plan, la rectificación debe ser reconocida y alabada, pero, ¡qué terquedad la de Humala! Se demoró meses en reconocer lo que hemos discutido abiertamente durante años en varias entrevistas. Las políticas económicas que él y sus asesores propusieron al país son el camino al desastre. Bien que lo reconozca y lo rectifique, mal que se tarde tanto, dado que sus adversarios, con toda razón, pondrán en duda la honestidad de este milagro económico.

Como le decía a Julio Cotler, las objeciones morales a la candidatura de Fujimori son tan profundas e insalvables que sería fácil ganarle una elección. Lamentablemente, Humala no entendió por qué todos sus contendores querían pasar a la segunda vuelta con él. Él representa el radicalismo, no la originalidad que se atribuía frente a sus adversarios, y alejado del centro no tiene ninguna posibilidad de ser Presidente.

¿Ha cambiado Humala? Nadie lo sabe y nadie podría asegurarlo. Tiene tres semanas para convencer, pero su discurso no mejora. Sigue siendo duro para reconocer que su Plan de Gobierno debe pasar al archivo. Al no hacerlo, parece (y ahí está el detalle) que este es su “verdadero” plan, su “acuerdo secreto” con el estatismo chavista que dice recusar. Está en sus manos tranquilizar a miles de aterrados votantes indecisos del NSE C, donde se está librando la pelea, y convencerlos de que es un hombre de centro que ofrece, palabras más, palabras menos, lo mismo que PPK, Toledo y Castañeda ofrecieron a sus decepcionados electores.

Al frente, Fujimori señala hoy que tratará de convencer a los indecisos con su “único Plan de Gobierno”. Esto es una buena noticia para Humala. El plan del fujimorismo menciona tantas veces al gobierno de Alberto Fujimori que le será imposible desligarse de éste, como ahora lo plantea la candidata. Vamos a ver si Humala coge el guante.

Fuente: http://diario16.pe/columnista/2/rosa-maria-palacios/726/planes-y-palabras