“Me han encasillado como compositor criollo. Pero estoy por sacar un CD con ritmos internacionales que va a sorprender”, me dice José Escajadillo, un gran creador de melodías que también preside Apdayc. En esta labor no tiene tantos fans.
Autor de la nota: Gonzalo Pajares C.
“Mi madre se apellidaba Farro Poggi y era familia del loco Poggi. Dicen que cada poeta o cada escritor tiene algo de loco. Felizmente, yo nunca me he considerado poeta” (risas), señala el compositor José Escajadillo, cuya marinera La Centenaria es bailada en la final del evento 'Campeón de Campeones’ del Concurso de Marinera de Trujillo que auspicia el BCP. La final es este domingo.
¿DE DÓNDE LE VIENE SU AMOR POR LA MÚSICA?
Mi madre cantaba –junto con una tía mía– mientras hacía sus deberes. Su hobby era reunirse a cantar. Yo me inicié, desde muy chico, cantando de todo en las veladas musicales que se organizaban en mi colegio. Allí era cantor a capella y recitador.
¿CUÁNDO EMPEZÓ A COMPONER?
En la secundaria, en el coro de mi colegio. Y no siempre hice música criolla. Yo he permitido que se me encasille. Cuando empecé mi carrera, en los 70, gané todos los festivales, y cantando mis propias canciones. Pero pasó el tiempo y me dediqué más a componer que a cantar.
¿SUS CANCIONES SON AUTOBIOGRÁFICAS?
No siempre. Jamás impedirás, mi joya musical, sí es vivencial. Dios me la regaló, me la sopló al oído con letra y música. También he contado lo que vivieron mis muchos amigos, pues los compositores nos terminamos convirtiendo en doctores del alma, y no podemos ser tan egoístas de no contar esas alegrías y dolores. Por eso, creo no haberle fallado a Dios pues he aprovechado el talento que me dio: a la fecha se han grabado 700 de mis composiciones: baladas, boleros, valses, marchas militares y deportivas, etcétera.
UNA DE SUS CANCIONES QUE YO DISFRUTO MÁS ES QUE SOMOS AMANTES. ¿CÓMO NACIÓ?
De la pena grande que tenía un amigo, que se había cansado de ser amante y vivía ese dolor. La canción es de 1980 y yo la había preparado para el Festival de Ancón. Por entonces aparecía Eva Ayllón. Recuerdo que vino su padre a verme y me pidió la canción. Pedí que Eva me visitara y le expliqué el drama detrás de la canción; así ella la convirtió en el himno que hoy es.
¿QUIÉNES SON SUS INTÉRPRETES PREFERIDOS?
Yo admiro mucho a Lucía de la Cruz, quien para mí está en primer lugar. Su voz es natural, y canta con una fuerza tan grande que emerge de las profundidades de su espíritu. Cuando ella canta a todos se nos eriza la piel. Ella nació conmigo como artista. Recuerdo que su mamá la acompañaba a los conciertos, a los programas de TV. Lo mismo pasó con Tania Libertad, mi paisana lambayecana, quien iba a todos lados con su madre. Artísticamente, Tania también nació conmigo. Éramos un grupo de artistas norteños muy importante: Tania, yo, Zoilita Soriano, el 'Cholo’ Montenegro y otros más.
¿QUIÉNES SON SUS COMPOSITORES PREFERIDOS?
Admiro a varios. En el género criollo el mejor era el flaco Pasache. ¿Manuel Acosta Ojeda? No me gusta mucho porque ha escrito poco, pero he de reconocer que ese poco que ha escrito, lo escribió bien.
¿EN UN ARTISTA IMPORTA LA CANTIDAD?
Claro. No se puede comparar a un artista que, como yo, tiene una canción como Jamás impedirás, que tiene 150 versiones, con otro que a las justas ha hecho unos temas. Qué hubiera pasado si yo me hubiese dormido en mis laureles, en ese éxito, y hubiese decidido no componer más. La gente se hubiese perdido Tal vez, Qué nos pasó a los dos, Soledad de ti, soledad de mí, Manos morenas. Como artista tengo la necesidad de crear.
¿HA SIDO BOHEMIO?
No. Si lo hubiese sido, no habría compuesto tanto. Dicen que los criollos son bohemios y yo no critico esta faceta. Es más, en una canción digo: “Hay un tiempo de andar de bohemia / de la mano con la fantasía”, porque eso es ser bohemio, tener la capacidad de fantasear con el futuro y con la noche y todo lo que ella te puede regalar. La bohemia y el arte son cómplices de la noche, porque no hay mejor momento para escribir una canción que cuando la luz se va. Yo bebo cuando estoy alegre. ¿Quiere que le sirva un vinito? (Risas). Si no hubiese limitado mis noches de bohemia, no sería José Escajadillo.
¿POR QUÉ PASÓ DE CREADOR A BURÓCRATA DE LA APDAYC?
(Ríe). No soy un burócrata, soy un directivo. Llegué en 1998 por invitación de Armando Massé. Hicimos tan buen trabajo que, de interinos, pasamos a ser, primero, titulares y, después, a reelegirnos. Ahora la Apdayc tiene dos presidentes, el institucional, que soy yo, y el ejecutivo, que es Massé.
HAY MUCHAS DENUNCIAS CONTRA EL SEÑOR MASSÉ…
Muchos creen que sigue siendo un dictador y no es así. Quien sacó adelante a la Apdayc fue Armando. Y si nos reelegimos fue porque fuimos lista única… y así ha sido desde que estamos acá. Nadie se atreve a candidatear, a asumir esta gran responsabilidad.
¿LE SIGUEN PAGANDO A SUS ASOCIADOS CON VALES DE POLLO A LA BRASA?
Eso pasaba antes. Unas empresas nos debían y decidieron pagarnos la mitad en efectivo y la mitad en vales de consumo. A algunos de nuestros asociados les tocaron estos vales, pero hoy repartimos derechos de autor como nunca antes se había hecho.
¿DE DÓNDE LE VIENE SU AMOR POR LA MÚSICA?
Mi madre cantaba –junto con una tía mía– mientras hacía sus deberes. Su hobby era reunirse a cantar. Yo me inicié, desde muy chico, cantando de todo en las veladas musicales que se organizaban en mi colegio. Allí era cantor a capella y recitador.
¿CUÁNDO EMPEZÓ A COMPONER?
En la secundaria, en el coro de mi colegio. Y no siempre hice música criolla. Yo he permitido que se me encasille. Cuando empecé mi carrera, en los 70, gané todos los festivales, y cantando mis propias canciones. Pero pasó el tiempo y me dediqué más a componer que a cantar.
¿SUS CANCIONES SON AUTOBIOGRÁFICAS?
No siempre. Jamás impedirás, mi joya musical, sí es vivencial. Dios me la regaló, me la sopló al oído con letra y música. También he contado lo que vivieron mis muchos amigos, pues los compositores nos terminamos convirtiendo en doctores del alma, y no podemos ser tan egoístas de no contar esas alegrías y dolores. Por eso, creo no haberle fallado a Dios pues he aprovechado el talento que me dio: a la fecha se han grabado 700 de mis composiciones: baladas, boleros, valses, marchas militares y deportivas, etcétera.
UNA DE SUS CANCIONES QUE YO DISFRUTO MÁS ES QUE SOMOS AMANTES. ¿CÓMO NACIÓ?
De la pena grande que tenía un amigo, que se había cansado de ser amante y vivía ese dolor. La canción es de 1980 y yo la había preparado para el Festival de Ancón. Por entonces aparecía Eva Ayllón. Recuerdo que vino su padre a verme y me pidió la canción. Pedí que Eva me visitara y le expliqué el drama detrás de la canción; así ella la convirtió en el himno que hoy es.
¿QUIÉNES SON SUS INTÉRPRETES PREFERIDOS?
Yo admiro mucho a Lucía de la Cruz, quien para mí está en primer lugar. Su voz es natural, y canta con una fuerza tan grande que emerge de las profundidades de su espíritu. Cuando ella canta a todos se nos eriza la piel. Ella nació conmigo como artista. Recuerdo que su mamá la acompañaba a los conciertos, a los programas de TV. Lo mismo pasó con Tania Libertad, mi paisana lambayecana, quien iba a todos lados con su madre. Artísticamente, Tania también nació conmigo. Éramos un grupo de artistas norteños muy importante: Tania, yo, Zoilita Soriano, el 'Cholo’ Montenegro y otros más.
¿QUIÉNES SON SUS COMPOSITORES PREFERIDOS?
Admiro a varios. En el género criollo el mejor era el flaco Pasache. ¿Manuel Acosta Ojeda? No me gusta mucho porque ha escrito poco, pero he de reconocer que ese poco que ha escrito, lo escribió bien.
¿EN UN ARTISTA IMPORTA LA CANTIDAD?
Claro. No se puede comparar a un artista que, como yo, tiene una canción como Jamás impedirás, que tiene 150 versiones, con otro que a las justas ha hecho unos temas. Qué hubiera pasado si yo me hubiese dormido en mis laureles, en ese éxito, y hubiese decidido no componer más. La gente se hubiese perdido Tal vez, Qué nos pasó a los dos, Soledad de ti, soledad de mí, Manos morenas. Como artista tengo la necesidad de crear.
¿HA SIDO BOHEMIO?
No. Si lo hubiese sido, no habría compuesto tanto. Dicen que los criollos son bohemios y yo no critico esta faceta. Es más, en una canción digo: “Hay un tiempo de andar de bohemia / de la mano con la fantasía”, porque eso es ser bohemio, tener la capacidad de fantasear con el futuro y con la noche y todo lo que ella te puede regalar. La bohemia y el arte son cómplices de la noche, porque no hay mejor momento para escribir una canción que cuando la luz se va. Yo bebo cuando estoy alegre. ¿Quiere que le sirva un vinito? (Risas). Si no hubiese limitado mis noches de bohemia, no sería José Escajadillo.
¿POR QUÉ PASÓ DE CREADOR A BURÓCRATA DE LA APDAYC?
(Ríe). No soy un burócrata, soy un directivo. Llegué en 1998 por invitación de Armando Massé. Hicimos tan buen trabajo que, de interinos, pasamos a ser, primero, titulares y, después, a reelegirnos. Ahora la Apdayc tiene dos presidentes, el institucional, que soy yo, y el ejecutivo, que es Massé.
HAY MUCHAS DENUNCIAS CONTRA EL SEÑOR MASSÉ…
Muchos creen que sigue siendo un dictador y no es así. Quien sacó adelante a la Apdayc fue Armando. Y si nos reelegimos fue porque fuimos lista única… y así ha sido desde que estamos acá. Nadie se atreve a candidatear, a asumir esta gran responsabilidad.
¿LE SIGUEN PAGANDO A SUS ASOCIADOS CON VALES DE POLLO A LA BRASA?
Eso pasaba antes. Unas empresas nos debían y decidieron pagarnos la mitad en efectivo y la mitad en vales de consumo. A algunos de nuestros asociados les tocaron estos vales, pero hoy repartimos derechos de autor como nunca antes se había hecho.
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