En el Día Internacional de las Aves, una mirada a nuestro potencial para el “birdwatching”. Aficionados gastan grandes sumas de dinero en países que visitan
Fuente:
JOAQUÍN ORTIZ RIVAROLA
Redacción online
Las más de 1.800 especies registradas –160 de ellas endémicas- hacen del Perú el segundo país con mayor número de especies de aves en el mundo, apenas superado por...
Colombia. Esa variedad y la posibilidad de poder visitar diversas regiones en tiempos relativamente cortos lo convierten en un verdadero paraíso para los ‘birdwatchers’, es decir, para las personas interesadas en observar aves en su hábitat natural.
“En recorridos relativamente cortos puedes estar en Paracas viendo aves marinas, luego ir a Junín para apreciar zambullidores y finalmente aparecer en la selva. Eso hace que los turistas vengan porque se pueden mover en varios lugares en pocos días para registrar especies de costa, sierra y selva, muchas de ellas endémicas y de ecosistemas muy específicos” explica a elcomercio.pe el biólogo Daniel Valle, director técnico de los Pantanos de Villa.
“Cada grupo de ‘birdwatchers’ tiene su lista de chequeos y marca a los que logran avistar. Los extranjeros no necesariamente ven lo que nosotros vemos. Lo interesante, más que la especie, es que le puedas mostrar varias cosas a la vez”, sostiene.
PERFIL DEL BIRDWATCHER
Según el perfil elaborado por PromPerú, los turistas que practican el ‘birdwatching’ o avistamiento de aves tienen entre 35 y 75 años, poseen ingresos anuales superiores a los 60 mil dólares y permanecen entre 11 y 15 días en un destino.
Los llamados “avituristas” gastan más dinero que el turista convencional durante sus estadías, están interesados en regresar a un destino que ya visitaron y muestran una gran preocupación por el cuidado y conservación del medio ambiente.
Un tema primordial para los ‘birdwatchers’ es el de los servicios. “El guiado, los intérpretes y la seguridad son fundamentales. Eso llama a los visitantes”, indica Valle, y desde su experiencia añade que en los Pantanos de Villa se han esforzado para acabar con los asaltos y darle todas las facilidades a los visitantes.
TRES GRANDES RUTAS
De acuerdo a José Álvarez, ornitólogo e investigador del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, el Perú tiene tres grandes rutas para la observación de aves.
Una de ellas es la noramazónica, que va desde los bosques secos de Tumbes y Piura y recorre Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, San Martín y Loreto. Según Álvarez, esta es la ruta más rica del mundo gracias a las 1.400 especies que podrían ser observadas.
“Acá hay lugares muy famosos como Chaparrí, el valle seco del Marañón, Cerros de Amotape y el abra Patricia en la zona del Alto Mayo, con algunas especies raras y endémicas”, sostiene en declaraciones a elcomercio.pe.
Entre las aves emblemáticas de esta ruta están, entre otras, la pava aliblanca, la cortarrama, la lechuza bigotona y el colibrí cola de espátula. Este último habita entre Pomacochas y Chachapoyas, “es endémico y se le considera el colibrí más bello del mundo”.
La segunda gran ruta es la sur, que abarca Tacna, Arequipa, Puno, Ayacucho y Madre de Dios. Entre los puntos más interesantes de este recorrido con aves rarísimas están el Manu y Tambopata.
“Es la meca de los observadores de aves”, dice Álvarez, y para ilustrar esta afirmación cuenta que “el registro más rico para una localidad está en Tambopata con más de 600 especies, mientras que el récord mundial para un área protegida está en el Manu con más de 800 especies”.
Finalmente, la tercera es la ruta del centro, que sale de Lima y va a la sierra y selva central, explica Álvarez, quien ha descubierto cinco especies endémicas de Iquitos –entre ellas la amenazada perlita de Iquitos- y otras diez que eran desconocidas en el país.
Fuente: http://elcomercio.pe/turismo/1412422/noticia-peru-su-gran-atractivo-observadores-aves
Redacción online
Las más de 1.800 especies registradas –160 de ellas endémicas- hacen del Perú el segundo país con mayor número de especies de aves en el mundo, apenas superado por...
Colombia. Esa variedad y la posibilidad de poder visitar diversas regiones en tiempos relativamente cortos lo convierten en un verdadero paraíso para los ‘birdwatchers’, es decir, para las personas interesadas en observar aves en su hábitat natural.
“En recorridos relativamente cortos puedes estar en Paracas viendo aves marinas, luego ir a Junín para apreciar zambullidores y finalmente aparecer en la selva. Eso hace que los turistas vengan porque se pueden mover en varios lugares en pocos días para registrar especies de costa, sierra y selva, muchas de ellas endémicas y de ecosistemas muy específicos” explica a elcomercio.pe el biólogo Daniel Valle, director técnico de los Pantanos de Villa.
“Cada grupo de ‘birdwatchers’ tiene su lista de chequeos y marca a los que logran avistar. Los extranjeros no necesariamente ven lo que nosotros vemos. Lo interesante, más que la especie, es que le puedas mostrar varias cosas a la vez”, sostiene.
PERFIL DEL BIRDWATCHER
Según el perfil elaborado por PromPerú, los turistas que practican el ‘birdwatching’ o avistamiento de aves tienen entre 35 y 75 años, poseen ingresos anuales superiores a los 60 mil dólares y permanecen entre 11 y 15 días en un destino.
Los llamados “avituristas” gastan más dinero que el turista convencional durante sus estadías, están interesados en regresar a un destino que ya visitaron y muestran una gran preocupación por el cuidado y conservación del medio ambiente.
Un tema primordial para los ‘birdwatchers’ es el de los servicios. “El guiado, los intérpretes y la seguridad son fundamentales. Eso llama a los visitantes”, indica Valle, y desde su experiencia añade que en los Pantanos de Villa se han esforzado para acabar con los asaltos y darle todas las facilidades a los visitantes.
TRES GRANDES RUTAS
De acuerdo a José Álvarez, ornitólogo e investigador del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, el Perú tiene tres grandes rutas para la observación de aves.
Una de ellas es la noramazónica, que va desde los bosques secos de Tumbes y Piura y recorre Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, San Martín y Loreto. Según Álvarez, esta es la ruta más rica del mundo gracias a las 1.400 especies que podrían ser observadas.
“Acá hay lugares muy famosos como Chaparrí, el valle seco del Marañón, Cerros de Amotape y el abra Patricia en la zona del Alto Mayo, con algunas especies raras y endémicas”, sostiene en declaraciones a elcomercio.pe.
Entre las aves emblemáticas de esta ruta están, entre otras, la pava aliblanca, la cortarrama, la lechuza bigotona y el colibrí cola de espátula. Este último habita entre Pomacochas y Chachapoyas, “es endémico y se le considera el colibrí más bello del mundo”.
La segunda gran ruta es la sur, que abarca Tacna, Arequipa, Puno, Ayacucho y Madre de Dios. Entre los puntos más interesantes de este recorrido con aves rarísimas están el Manu y Tambopata.
“Es la meca de los observadores de aves”, dice Álvarez, y para ilustrar esta afirmación cuenta que “el registro más rico para una localidad está en Tambopata con más de 600 especies, mientras que el récord mundial para un área protegida está en el Manu con más de 800 especies”.
Finalmente, la tercera es la ruta del centro, que sale de Lima y va a la sierra y selva central, explica Álvarez, quien ha descubierto cinco especies endémicas de Iquitos –entre ellas la amenazada perlita de Iquitos- y otras diez que eran desconocidas en el país.
Fuente: http://elcomercio.pe/turismo/1412422/noticia-peru-su-gran-atractivo-observadores-aves
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