Hasta que el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, abandonó todo decoro. El pasado martes 22, a las 5 de la tarde, Ricardo Trovarelli, quien sería amigo íntimo del titular del sector y presidente de Cormin-Trafigura, habría presidido en la sala de reuniones del propio viceministerio de Minas, una reunión con los líderes sindicales de Doe Run Perú (DRP), para intentar que firmen un proyecto de convenio laboral de liquidación que más bien parecía una “carta de sujeción”, que mencionaba un programa de evaluación y la reasignación de los puestos sin que se priorice el reinicio de operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO).
El ciudadano argentino Trovarelli, muy sonriente, con una luminosa corbata amarilla, un terno plomo y una camisa celeste, se paseaba –según fuentes- a sus anchas en...
el local ministerial escoltado por Rosario Patiño, representante del MEM en la Junta de Acreedores, el propio asesor principal del ministro Edwin Regente y la secretaria general Fiorella Moreno. Por parte de los trabajadores encabezaban la delegación Luis Castillo, secretario general de la Federación Minera; Royberto Guzmán del Sindicato Metalúrgico; Eduardo Rojas, del sindicato unitario (pro Cormin-Trafigura), entre otros.
Los trabajadores estaban sorprendidos. Porque, por si fuera poco, era Cormin-Trafigura el único acreedor minero en el cónclave, como para que les quede claro a los trabajadores quién es el que realmente ‘corta el jamón’ en el MEM y de paso en la Junta de Acreedores de DRP.
Los trabajadores, sorprendidos, han ensayado una primera respuesta en publicaciones en La Oroya: Merino y Trovarelli se conocen desde 1991 cuando ambos gerenciaban almacenes vecinos de minerales en el Puerto del Callao. Luego, en el 2001, Merino como presidente de Centromin privatizó este almacén de 76 mil metros cuadrados a favor de Cormin-Trafigura, con una concesión del terreno a razón de un alquiler mensual de US$ 75 mil, es decir, menos de un dólar el metro cuadrado y vendiendo el 100 % de esta filial de Centromin a la bicoca de US$ 1 millón.
Esta amistad, que levanta suspicacias, podría provocar también muchos recelos en la primera dama, Nadine Heredia, porque este almacén de Cormin- Trafigura ha sido demandado por 300 pobladores contaminados por plomo del Callao (Puerto Nuevo) bajo el expediente MC-199-09 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Niños de los colegios contiguos, María Reiche y República de Venezuela vienen protestando sin mayor éxito. El MEM, sin embargo, en actitud cómplice con esta empresa se niega a revelar los resultados del informe de la consultora Ground Water Internacional -contratada por el Estado en el 2010 –a los afectados pese a haber sido requeridos por la Ley de hábeas data, por la abogada Sandra Barros. Otro indicio de la fuerza de Trovarelli en el MEM.
UNA VERDADERA MILONGA
En la cita, que duró dos horas, Trovarelli conminó: “Yo me estoy preocupando porque se respeten sus derechos” y a renglón seguido les presentó el proyecto de convenio de tres hojas para que estampen su firma.
Luis Castillo respondió: “Yo tengo que consultar con las bases en una asamblea” a lo que la doctora Patiño, jugando en pared con Cormin-Trafigura (como lo hace en las juntas de acreedores de DRP) sin ningún reparo, acotó con dureza, “¡Si usted es el dirigente para qué tiene que consultar con las bases!”.
Palabras sobran. La historia sobre el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) se seguirá escribiendo hoy viernes 25, cuando se reúnan los acreedores para elegir a la empresa liquidadora. El ministro Merino debería recordar aquel adagio de “cuando las barbas de tu vecino veas rasurar pon las tuyas a remojar”.
Fuente: http://diario16.pe/noticia/16351-las-extraanas-amistades-del-ministro-de-energaia
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