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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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jueves, 7 de octubre de 2010

Qué Chu está pasando

Me llegó este correo de "El Útero de Marita", es muy interesante, no dejen de leerlo:

Por el en

Qué desorden. Ya nadie entiende nada. Especialmente la Chu, cuyas capacidades comunicativas son nulas, pero que tiene menos culpa de la que le estamos todos atribuyendo. ¿Cómo es eso?

Vamos por partes: como de costumbre, me robaré varias ideas que han estado circulando por ahí y las pondré en orden a ver si entendemos un poquito más y, de paso, distinguimos cuáles deberían ser las suspicacias absolutamente válidas sobre este proceso.


Martes 5 de octubre, 5:21 a.m.


Después de días de espera, la ONPE presenta resultados madrugadores al 73.143%, confirmando la estrecha ventaja de Villarán de 0.8% sobre Flores. Sigue el caos. Chu promete una conferencia al mediodía, luego otra a las cinco y finalmente a las ocho y algo se anima a dar resultados “al 100% de actas válidas”. Lo que no se dice es que estas actas válidas son el 73.81% del total. O sea, no se avanzó casi nada. ¿Por qué se demoraron quince horas para computar décimas?

Las actas perdidas

Anuska Buenaluque de América Televisión descubre que se perdieron 503 actas. La ONPE se puso a buscar ánfora por ánfora durante tooodo el martes hasta que las encontró y pudo procesarlas. Por eso la ONPE demoró todo un día en procesar el 0.667% de votos (o el 1.59% de las actas válidas): porque no los encontraban. Por esto también es que Transparencia levantó su cejita y dijo que el conteo “no era normal”. ¿Esto es responsabilidad de la ONPE? Sí, pero no tanto, como veremos.

Pero antes de continuar, aclaremos terminologías.

¿Válidas, observadas, impugnadas?

Un acta observada es un acta de votos que la ONPE no puede contabilizar y tiene que mandar a un Jurado Electoral Especial (JEE) para que éste decida qué se hace. La ONPE es un ente técnico sin capacidad de decisión: si hay un acta que está mal, la traslada al JEE y se olvida de la historia. ONPE no decide, sólo sigue las reglas. A pesar de lo que decía Fuerza Social, la mayoría de actas no habían sido impugnadas por el PPC. Convendría que los chicos verdes revisaran la web de la ONPE y verían esto:

Como verán, una abrumadora mayoría de las actas observadas no tiene nada que ver con impugnaciones, sino con “ilegibilidad u otras observaciones”.

¿O sea que el PPC no hizo nada?

Personeros de Fuerza Social dicen que los personeros del PPC no impugnaron directamente las actas sino que a propósito las viciaban para que la ONPE las “observara”. Ok, podría ser, pero ése no es el quid del asunto: igual el porcentaje de actas observadas es monstruoso (26.1% del total de votos limeños) y excede las capacidades de metida de mano de cualquier partido. ¿Entonces qué CHU está pasando? Pues no está pasando la Chu, sino el JNE.

El JNE cambió las reglas de juego sobre la marcha

Diario 16 titula este gráfico “La madre del cordero” y tiene toda la razón. El JNE cambió las reglas de juego el 15 de setiembre, ¡a 18 días de las elecciones!
Como decíamos hace un rato, la ONPE no decide nada, sólo sigue las reglas. ¡Y las reglas cambiaron hace dos semanas! La misma Chu, hoy en RPP, no sabía explicar cuándo se las habían cambiado (Actualización: La línea del tiempo empieza el 26 de agosto cuando el JNE establece reglas draconianas para observar las actas; la ONPE pide una subsanación mínima el 13 de setiembre y el JNE la da dos días después). Ahora sabemos que el cambio se hizo efectivo tres días después de la famosa encuesta de Apoyo en la que Villarán empezó a liderar las encuestas. O sea, todo contra el tiempo.


Ojo: estamos hablando de una resolución del JNE sobre las actas electorales que debían considerarse observadas por cuestiones formales. Es decir, precisamente sobre lo que ha sucedido. Al volver más estrictas las reglas de juego para la ONPE, el JNE prácticamente se estaba asegurando que buena parte de las actas terminen en su cancha. Es decir, precisamente lo que ha ocurrido. Ya no estamos en la cancha de la ONPE.

¿Y ahora qué?

Como las reglas de juego cambiaron, mucho más actas tuvieron que ser observadas por la ONPE y el resultado ha sido francamente de terror: el 26.1% de los votos de toda Lima están en manos de los Jurados Electorales Especiales y de su instancia superior, el JNE. Como ya se ha señalado, los presidentes de los JEE son designados directamente por César Vega Vega, alfil aprista en el Poder Judicial y caserito de este blog. No los culpo si empiezan a levantar su cejita.

¡¡FRAUDE!!

Tampoco, tampoco. Vamos con calma y conociendo los procedimientos y los actores. Después de todo, el JNE ha tenido una actuación impecable en varios tramos de esta elección. Ya veremos qué pasa.

Mientras tanto, pueden jugar a la estadística con esta calculadora electoral inventada por @jalbarracin. Si sus cálculos son correctos (ustedes dirán), en las actas que faltan Lourdes tendría que tener una ventaja de TRES puntos para ganar la alcaldía. Es decir que aún si Lourdes -en los votos que faltan- se la llevara en 40% sobre 38%, incluso en ese ese escenario ganaría Susana. Parece que la suerte está echada. Parece nomás.
 
Fuente: http://utero.pe/2010/10/06/que-chu-esta-pasando/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+uterodemarita+%28utero+de+marita%29

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