La frase “no solo con balas se mata” bien se puede aplicar al gobierno de Fujmiori en el caso de miles de ancianos, aparte de los crimenes que cometió con torturas y balas, cuando promulgo leyes que exigían para jubilarse un mínimo de 20 años de aportaciones y con edades minimas de 60 para mujeres y 65 para hombres, lo que dejo en abandono a los que contribuyeron a la seguridad social con menos años. Hasta entonces gozaban de este derecho, producto de descuentos mensuales los trabajadores con aportes de menos años.
Para los llamados jubilados truncos esa decisión del fujimorato plasmada en los decretos leyes 25967 y 26504 fue un genocidio contra miles de personas mayores y ancianos que ya no pudieron gozar de una pensión, muchos de los cuales enfermaron sin poder curarse y murieron en la miseria.
Gilda Espiel, presidente del Frente Nacional de Defensa de los Trabajadores en Vías de Jubilación Trunca, dijo que con esas leyes ilegales conculcaron derechos adquiridos, atentaron contra los derechos humanos y violaron convenios internacionales. “Lamentablemente han pasado tres gobiernos y ninguno ha reparado esta injusticia. Desde hace años hay tres proyectos en el Congreso para derogar los dispositivos de Fujmoiri, pero hasta ahora nada, hay demasiada insensibilidad”.
Un abusoSeguidamente agregó: “El dinero de los miles de trabajadores que aportaron por años y que son millones de millones de soles se encuentra en la Oficina Nacional de Pensiones (ONP) mientras los ancianos sufren duros padecimientos para su sobrevivencia y más aún cuando enferman porque no tienen ni seguro social, incluso para que los despedidos no puedan seguir pagando en el seguro facultativo y asi conseguir 20 años y tener pensión tambien se cerró ese sistema”.
Antes de las leyes mencionadas, los trabajadores hombres podían jubilarse a los 60 años y con 15 años de aportes y las mujeres con 55 años y hasta 13 años de aportaciones.
“Somos los jubilados sin pensión, hace años que visito oficinas del gobierno para exigir la devolución de mi dinero, en 18 años de trabajo aporté 50 mil soles y mi empresa otros 50 mil, o sea que tengo 100 mil soles más los intereses y sin embargo a mis 74 años no recibo pensión con qué mantenerme, es una maldad la que cometió Fujimori con nosotros, nos condenó a un mundo de horror y carencias de todo tipo”, expresó Gerardo Castro, uno de los perjudicados. (D.M.)
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