¿Qué factores causan los llamados síntomas vasomotores (bochornos, calores o sofocos), que alteran el sueño y el trabajo?
ANDREA CASTILLO
La llegada de los 40 años marca un hito en la vida de cada mujer. Los cambios físicos y emocionales empiezan a manifestarse y las hormonas femeninas, inseparables compañeras desde la primera menstruación (menarquia), entran en un inexorable proceso de declive que se consumará al marcar en el calendario la fecha del último ciclo menstrual.
Mientras llega ese momento, la mujer pasará por una fase de transición (la premenopausia), que empieza unos cinco u ocho años antes de la última menstruación y se manifiesta con variaciones en el patrón de sangrado menstrual, con ciclos más largos, cortos o intensos, y cambios en el estado de ánimo. El declive progresivo de la producción de estrógenos afectará también la vida sexual femenina al generar sequedad vaginal y disminución de la libido.
Pero una de las molestias más frecuentes en esta etapa son los llamados síntomas vasomotores (bochornos,
calores o sofocos) porque alteran el sueño y el trabajo, refiere el doctor Adolfo Rech-kemmer, presidente de la Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología.
¿Qué factores los causan? La doctora Angélica del Castillo Segovia, directora del Instituto Médico Vida Plena y ex presidenta de la Sociedad Peruana de Climaterio, explica que estos son una reacción del organismo ante la deficiencia de estrógenos en la sangre. Cuando eso ocurre –explica–, el centro termorregulador del cerebro se activa y la hipófisis produce picos de hormona foliculoestimulante (FSH por sus siglas en inglés) y hormona luteinizante (LH) para conseguir que los ovarios generen estrógenos y progesterona a fin de estabilizar el sistema, pero esto es imposible cuando no hay ovarios o estos han agotado su reserva de óvulos.
Los bochornos o sensaciones de calor se acentuarán con la llegada de la menopausia, que es la etapa correspondiente al primer año transcurrido desde la última menstruación. Aunque esta se presenta hacia los 48 años, la edad puede variar por factores genéticos, ambientales o quirúrgicos. Puede adelantarse, por ejemplo, en mujeres fumadoras y en aquellas con extirpación de un ovario o parte de este por quistes, asegura el doctor Adolfo Rechkemmer.
La única alternativa efectiva hasta el momento para aliviar las molestias durante las etapas del climaterio es la terapia de reemplazo hormonal (TRH), que se da durante la menopausia y posmenopausia para aprovechar la ventana de oportunidades que significa para la mujer entre los 50 y 59 años. “No solo se alivian las molestias, sino también se previenen enfermedades silenciosas como los problemas cardiovasculares y la osteoporosis”, recuerda la doctora Angélica del Castillo Segovia. Es importante que el tratamiento sea individualizado y que la paciente pase por pruebas previas para asegurar que no tiene cáncer incipiente u otro problema de salud, sostiene el doctor Alfredo Sano, de la clínica Ricardo Palma. Él recuerda que la TRH se puede recibir durante 5 o 7 años porque la incidencia de cáncer de mama en ese período es similar al de las mujeres que no toman nada. Superado ese tiempo, el médico y la paciente deberán evaluar, con mamografías de por medio, los beneficios y riesgos de continuar con el reemplazo hormonal.
Aunque no existe forma de predecir el impacto emocional que la menopausia tendrá en cada mujer, la mejor forma de prepararse para esa etapa es cuidando la salud y visitando al médico con regularidad.
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