El Perú se encuentra rezagado en comparación a otros países de la región en lo referido a Remuneración Mínima Vital. Sueldo mínimo apenas representa la mitad del costo de una canasta básica familiar.
Como era de esperarse los críticos, en los que se incluye diferentes medios de comunicación, a la propuesta del electo presidente Ollanta Humala han reiterado sus cuestionamientos y ahora afirman que de incrementarse la Remuneración Mínima Vital (RMV), promesa de campaña, a S/. 750 se incrementaría la informalidad y se dejaría en la calle a miles de trabajadores, principalmente de las micro y pequeñas empresas.
Pero lo que olvidan los opositores al incremento de la RMV, es que actualmente el salario mínimo representa prácticamente la mitad de lo que necesita una persona para cubrir la Canasta Básica Familiar (canasta de productos mínimos para cubrir las necesidades básicas de una familia y así no sea considerada pobre) valorizado –según el INEI- en el S/. 1,292.
Un estudio de la consultora Macroconsult revela que sólo 14 de cada 100 hogares tiene un ingreso familiar mayor a 1000 soles mensuales, lo que significa que 86% de hogares (aproximadamente más de 6 millones de familias) tiene un ingreso menor o igual a 1000 soles. Es decir, estos hogares no tienen para cubrir la Canasta Básica Familiar valorizada en S/. 1,292 mensual.
A lo anterior hay que añadirle que –indicó Julio Gamero, ex viceministro de Trabajo- actualmente la RMV en el Perú al compararlo con otros países de América del Sur se encuentra rezagado comparando con economías similares como la de Colombia o la de Ecuador en la que el salario mínimo alcanza los US$ 284 y US$ 624, respectivamente, mientras que en el país apenas supera los US$ 216.
Por ello, un aumento de la RMV a S/. 750 mensuales, como propone el electo presidente Ollanta Humala aplicarse desde el primer día de gobierno, elevaría dicha remuneración a US$ 269, aún por debajo de Colombia y muy similar a la registrada en Ecuador.
Gamero recuerda que “la RMV en la década de los noventa fue dejada de lado u reducida a su mínima expresión bajo el argumento prevaleciente, en ese entonces e inercialmente sostenido hoy día, de que su presencia genera Desempleo e informalidad al trabar el libre juego de la oferta y la demanda en el mercado de trabajo. Por ello, la receta en dicho momento fue minimizarlo cuando no suprimirlo por completo”
Crecimiento sin redistribuciónEl crecimiento económico de la década pasada, tras la caída del Fujimorismo, se ha reflejado, entre otros elementos, en un aumento del 55% en el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita, según el Banco Central de Reserva.
Dicho indicador sugiere que la riqueza por habitante ha mejorado en dicha proporción, siempre que el crecimiento económico hubiera sido equitativo. No obstante, afirmó Gamero, ello no ha sido así.
“El aumento del salario mínimo y del conjunto de las remuneraciones no siguió la tendencia del PBI per cápita. Y ello, como se ha referido, obedece a la persistencia del inequitativo “arreglo” laboral de los noventa, que está detrás de la deuda social que tiene la economía y la política con el trabajo”, indicó.
ContradiccionesEn los últimos días el viceministro de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral del Ministerio de Trabajo, Javier Barreda, se aunó a la campaña en contra de la propuesta del electo presidente Ollanta Humala y dijo que el incrementó de la RMV podría generar una desaceleración en la formalización del empleo.
Sin embargo, en noviembre de 2010 cuando el gobierno de turno anunciaba el incremento de la RMV para el mes siguiente, diciembre, –propuesta que se concretó- de S/. 550 a S/. 600-, el funcionario aseguraba que dicho aumento no afectará el crecimiento de las microempresas. Es decir, en poco seis meses Barreda cambio de opinión respecto al alza del salario mínimo.
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/economia/aumento-del-salario-primer-paso-para-cubrir-deuda-social_89148.html
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