Quince comunidades aisladas que viven ajenas a la modernidad pueden desaparecer si los gobiernos no adoptan políticas que las protejan. Pero, ¿deben seguir así esas poblaciones o ser incorporadas en la sociedad dominante?
En la actualidad se estima que los hombres y mujeres que viven en los pueblos autónomos o sin contacto con la sociedad moderna llegan a una población de 2,500 habitantes, distribuidos en 15 grupos en la selva peruana, sobre todo en la frontera con Brasil.
La cifra no es confiable, pero lo que sí se sabe es que el...
estado peruano no ha hecho mucho para protegerlos pues los trabajadores de las empresas petroleras, los madereros ilegales y el narcotráfico podrían acabar con esas poblaciones.
El Gobierno peruano ha firmado contratos con petroleras que abarcan más del 70% de la Amazonía peruana y ese porcentaje sigue subiendo, entrando al territorio que ocupan estas etnias que viven de espaldas al mundo globalizado.
La semana pasada, el ministro de Cultura, Juan Ossio, afirmó que durante muchos gobiernos los pueblos en aislamiento y en contacto inicial no fueron atendidos y muchos fueron eliminados por las empresas.
Reconoció que durante el quinquenio de Alejandro Toledo se atendieron las preocupaciones en este tema. Pero no fue suficiente y, para empeorar la situación, el saliente presidente Alan García escribió que los pueblos no contactados son una idea de las ONGs que no quieren que empresas internacionales trabajen en esas áreas.
Lo grave de esto es que se repita lo que ocurrió en 1980, cuando casi una población entera de no contactados del grupo “Nahua”, en la selva peruana, murió debido a una influenza (gripe) contraída como consecuencia del contacto entre un grupo de nativos con una incursión de personal de la empresa Shell.
Aquella vez, una expedición del Ministerio de salud llegó hasta el lugar y logró atender a los afectados, la labor fue dura, no querían vivir por todo lo sucedido, su tierra fue violentada por los colonos y sus familias murieron por una epidemia. Afortunadamente cerca de 100 de ellos sobrevivieron y fueron devueltos a sus tierras.
¿Son verdad o mito?Actualmente se calcula que existen más de 100 pueblos indígenas aislados en el mundo. La gran mayoría viven en la Amazonía brasileña y peruana, pero también existen en Ecuador y la isla de Nueva Guinea y otras islas del Océano Índico. Es posible que hayan tenido contacto con el resto del mundo en el pasado, y que actualmente también tengan un contacto reducido con otros pueblos cercanos.
La antropóloga peruana Beatriz Huertas afirmó a LA PRIMERA que un indígena que vive en reservas le contó que las poblaciones aisladas voluntariamente temen a las enfermedades de las sociedades avanzadas. “En el bosque no hay gripe, allá sí”, le dijo. Por ello se esconden y por ello prefieren vivir en sus bosques.
Hablar de pueblos indígenas en aislamiento, es referirse a aquellos pueblos que limitan en gran medida o rechazan el establecimiento de relaciones sostenidas con miembros de la sociedad envolvente, a la que ven como agresora, alejándose de ella, repeliendo su ingreso a sus territorios u ocultándose, como un mecanismo para garantizar su integridad física y sociocultural. Presentan condiciones de extrema vulnerabilidad, principalmente en los aspectos inmunológico, demográfico y territorial. Es probable que hayan tenido en el pasado contacto con el exterior pero luego de un tiempo se retrajeron debido al cambio brusco en sus vidas y la violencia generada.
Sociedades purasPara los investigadores es muy difícil de creer que estas poblaciones vivan igual, después de siglos de haber tomado contacto con el resto de la sociedad. Se sabe por videos o fotos en la zona, que algunas comunidades amazónicas poseen armas, rudimentarias pero que a la vez indican un atisbo de civilización.
Gracias al comercio entre tribus, antes de haber conocido a un foráneo, las tribus han experimentado un cambio y ese proceso ha durado generaciones. Una foto difundida mundialmente muestra tres indígenas disparando sus flechas contra la avioneta desde donde se les fotografiaba.
Quizá no se puede hablar de culturas o pueblos totalmente puros. Simplemente viven de forma diferente y tienen una visión del mundo totalmente distinta a lo que conocemos. Cuando estas poblaciones abandonan su condición de aislamiento, lo cual se ha producido mayormente de manera forzada, se dice que se encuentran en situación de “contacto inicial”. Esta condición se mantiene en tanto conserven su vulnerabilidad ante los actores foráneos.
Su territorioPor lo general, los pueblos indígenas aislados habitan la misma tierra desde hace muchas generaciones, si no miles de años y con un trato adecuado de parte de los gobiernos podría mantenerse esas culturas sin llegar a atropellarlas.
“Actualmente no sabemos si ellos quieren seguir viviendo de forma aislada, no sabemos exactamente la totalidad de su población ni el área que ocupan. Por eso es necesario realizar una estadística, un mapeo, y convocar un concurso de organismos nacionales e internacionales para que se encarguen de esa importante tarea”, afirma el ministro de Cultura Juan Ossio.
Además, la otra tarea urgente es crear las reservas territoriales. Actualmente existen tres puestos de control cuya finalidad es vigilar en los principales ríos de la zona el ingreso de naves a zonas donde se ubican las poblaciones.
De a pocosCon el fin de llevar ayuda médica a una zona de la selva de Ucayali, una expedición de los ministerios de Cultura y salud atendió a un grupo de 50 nativos. La doctora Virginia Montoya y otros médicos los trataron de influenza que habían contraído por el contacto con “hombres blancos”, como ellos mismos señalaron, y los vacunaron contra el mal.
El jefe de ese grupo agradeció la atención, pero de un momento a otro llegaron 150 hombres totalmente desnudos, con pintas en el cuerpo y deseosos de ser atendidos y vacunados. Una vez terminada la jornada regresaron a sus comunidades. “Eso demuestra que entre las tribus se avisaron de la ayuda. Es más, el jefe de la tribu pidió, con gestos y ademanes, el documento de identidad (DNI) peruano para todos ellos”, lo que es una muestra de que ya conocían a nuestra sociedad y los beneficios que podrían tener, asegura Montoya.
Inclusión socialPara Luis Lacerna, del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa), las poblaciones aisladas voluntariamente no estarán por siempre alejadas de la sociedad.
Debe haber para ellos inclusión social y derechos patrimoniales y colectivos. El proceso es muy largo pero gracias al apoyo de algunas empresas como PlusPetrol, que donó 1’800,000 dólares, se puede empezar una política que mejore su situación.
Para el viceministro de Interculturalidad, Jose Vilcapoma, las autoridades de turno en general, no tienen la voluntad política de trabajar por estas poblaciones. “Para qué viajar tan lejos y correr un riesgo si acá en San Juan de Lurigancho puedes hacer algo y ser aplaudido por la población que puede elegirte. Eso da más rédito, políticamente hablando”, afirmó.
Debido a las condiciones en que viven, varias etnias han desaparecido, especialmente en la zona del Putumayo. Pueblos que existían según el censo de 1993, al 2007 ya no estaban más y con la desaparición de un pueblo, no solo mueren sus habitantes, también se pierden elementos culturales como su idioma, sus modos de vida.
Riesgo de extinciónLas reservas de Isconahua, Murunahua, Kugapacori, Nahua-Nanti, Madre de Dios, y Mashco Piro, están comprendidas en la ley 28736 de protección de pueblos indígenas en aislamiento.
Si bien existen pueblos en aislamiento con población numerosa, como los Mashco, Piro y Matsiguenka, que presentan varios cientos de integrantes viviendo en estas condiciones, otros se encuentran diezmados ya sea por enfermedades, matanzas, fricciones internas agudizadas por enfermedades e, inclusive, prácticas de infanticidio. Entre estos pueblos se encuentran los Chitonahua, que probablemente no pasen de medio centenar, y los Nanti que han perdido a la mayoría de sus miembros.
En el ámbito de la población en contacto inicial, la despoblación y el desmembramiento familiar generan la presencia de un alto número de niños huérfanos y viudas y un consecuente desequilibrio poblacional que podría conducir a la extinción del grupo.
Las agresiones contra los pueblos en aislamiento y contacto inicial se vienen agudizando debido a una serie de razones pero principalmente, de un lado, a la invasión de sus territorios por comerciantes ilegales que vienen exterminándolos y, de otro, a la intensificación de la política gubernamental de promoción de inversiones en la Amazonía.
El Estado ha tenido un papel deficiente respecto a la situación de los pueblos aislados. Es más, las cinco zonas donde se encuentran la mayor cantidad de poblaciones de este tipo han sido creadas a solicitud de las mismas organizaciones indígenas.
Si los gobiernos no los toman en cuenta porque solo viven en bosques vírgenes, deberían empezar a respetar su decisión de vivir donde ellos quieran. Un derecho universal habla sobre la libre autodeterminación y de ellos dependerá acercarse o aislarse, pues es su derecho y por décadas han sido olvidados y agredidos por gobiernos que nunca pensaron en ellos.
Alejandro ArteagaRedacción
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.