Una caravana de discapacitados que llegó a La Paz luego de recorrer 1400 kilómetros durante 100 días para exigirle al mandatario Evo Morales y al congreso aprobar una ley de subsidios -hasta ahora sin éxito- terminó en violencia cuando la policía reprimió su intento de llegar al palacio presidencial.
Los manifestantes, la mayoría de ellos en sillas de ruedas, usaron sus muletas y partes de las sillas para enfrentarse a los agentes de ley mientras estos reprimieron las protestas utilizando escudos antidisturbios, gases lacrimógenos y hasta descargas eléctricas, aplicándolas directamente a los metales de las sillas, lo que originó una mayor reacción de los discapacitados y la solidaridad de la gente que pasaba por el lugar.
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