Como en otros países, en el Perú los derechos humanos siempre generan intenso debate y habitualmente polarizan a la opinión pública, aunque cada vez es mayor el número de personas que tiene en cuenta la obligación del Estado para su cumplimiento y garantía. A pesar de ello, no son un tema relevante en las campañas electorales ya que los candidatos y candidatas prefieren no explicitar sus posiciones al respecto porque saben que las elecciones normalmente son ganadas por quien se pone al centro de la escena.
Más allá de los cálculos políticos de quienes aspiran a gobernarnos, resulta imperativo plantearles y exigirles que señalen al país cuál es su agenda de derechos humanos y como estos serán garantizados en un eventual gobierno suyo. En tal sentido, es importante subrayar, entre la amplia gama de temas vinculados al respeto de los derechos fundamentales, algunos que requieren especial atención.
El primero tiene que ver con el nuevo ciclo de vulneraciones de los derechos individuales y colectivos producto de las políticas de promoción de la gran inversión, que afectan de manera particular a los pueblos indígenas andinos y amazónicos, así como a quienes viven en los sectores rurales. Esto debe llevar a cambios en la política de sectores como Energía y Minas y Ambiente, pero también con un nuevo enfoque de control del orden publico que persiste en la criminalización de la protesta social como eje fundamental.
El segundo tiene que ver con el campo de las economías ilegales, tema muy poco trabajado por el movimiento de derechos humanos. Con el paso del tiempo, son cada vez más las zonas del país afectadas por el narcotráfico -donde además se mantienen los remanentes de Sendero Luminoso-, el contrabando, la minería informal y otras actividades frente a las cuales el Estado no tiene ninguna capacidad de control y acaba por dejar a su suerte a quienes viven en tales zonas, con la consiguiente desprotección de sus derechos fundamentales.
El tercero es el cambio que debe darse en relación a la agenda pendiente del conflicto armado interno, la cual tiene tres temas centrales: la reparación a las víctimas del conflicto, el fin del ciclo de impunidad referido a las violaciones a los derechos humanos de la década de los 80- y el proceso de recuperación de los restos de miles de desaparecidos, a través de una política nacional de exhumaciones.
Ciertamente, la agenda es mucho más amplia, pero en Noticias SER consideramos que el respeto a los derechos humanos debe ser una de las prioridades para lograr un cambio en la relación entre el Estado y la ciudadanía. Esperamos que los candidatos y candidatas cumplan con la obligación de pronunciarse sobre este tema y que la opinión pública y los medios de comunicación le presten tanta atención como al manejo de la política economía o la manera de enfrentar la corrupción.
Fuente: http://www.noticiasser.pe/12/01/2011/editorial/editorial
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