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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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miércoles, 2 de febrero de 2011

"Reté a las compañías a que me pagaran por ser su cliente"

Redacción
Paul Crudden
Crudden cobró a cines y restaurantes
   por su tiempo como consumidor.
¿Qué le parece la idea de pasarle factura a su restaurante favorito o al cine al que acudió recientemente a ver una película?
Pues eso es precisamente lo que hizo un británico, que envió facturas a unas 50 empresas, cobrándoles por el tiempo que invirtió en ellas como consumidor.
"Se trató de un experimentó mediante el cual reté a las compañías para que me pagaran por ser su cliente", dijo a BBC Mundo Paul Crudden, experto en techología digitales.
Durante seis semanas, Crudden calculó el tiempo que pasó interactuando con diferentes empresas y organizaciones, desde las filas que hizo en la oficina de correos hasta un concierto al que asistió para ver a la banda británica The Killers.
"Quería ponerle un valor a la atención y al tiempo que los consumidores le dan a una empresa o a una marca, ya sea mirando un programa de televisión o haciendo fila para comprar el boleto de entrada al cine. Ese tiempo implica grandes beneficios para esas empresas, pero no se recompensa", señaló.
Crudden calculó la tarifa que cobró a las empresas sobre la base del salario que recibe de su empleador, pero le aplicó un 75% de descuento para "reflejar el hecho de que el tiempo que paso haciendo fila en una tienda no es tan productivo como el que paso en el trabajo".

¿Loco de remate?

Factura
Crudden pasó factura por el tiempo
que dedicó a las empresas como cliente.
Para sorpresa de muchos, varias de las compañías pagaron, ya sea en efectivo o en vales o cupones de descuentos.
La cadena de comida Pret A Manger le envió un cheque por 62 libras esterlinas (US$99.7), incluyendo el pago de una libra esterlina por el tiempo que llevaría cambiar el cheque. En una carta, el fundador de esta empresa agradeció incluso a Crudden por el "generoso descuento" que aplicó a la tarifa.
BBC Mundo contactó a Pret A Manger para conversar sobre el tema, pero la compañía dijo que no comentaría al respecto.
Otra cadena, Eat, le ofreció 15 libras esterlinas en cupones (la factura era de poco más de seis libras), mientras que la red de restaurantes Little Chef le ofreció 30 libras esterlinas (US$48.2) y le agradeció por "el servicio que prestó como consumidor".
Pero a otras empresas, la iniciativa de Paul Crudden no les hizo ninguna gracia.
"Al principio pensé que el tipo estaba loco de remate o incluso que se trataba de una broma", dijo a BBC Mundo Mark Lilley, director ejecutivo de la cadena de restaurantes británica Abokado.
Además de negarse a pagar, en su carta de respuesta Lilley lo insta a buscar algún pasatiempo. "No se si estás realizando un experimento sociológico, pero si tienes tiempo de sobra, te recomiendo que te busques algún pasatiempo".

Si desea leer el artículo completo vaya a: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110127_economia_consumidores_mes.shtml

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