Más de mitad de los 215 millones de niños trabajadores en el mundo hacen actividades peligrosas, alertó la Organización Internacioanl del Trabajo.
Un niño que trabaja en una fábrica de ladrillos. (USI)
Como consecuencia de esto, en el mundo cada minuto muere un menor por accidentes, enfermedades o graves traumas psicológicos que están relacionados con estas actividades, agregó el organismo.
Las labores de riesgo pueden tener un impacto muy severo en los cuerpos y mentes frágiles de los niños y los sectores donde esto es más común son la agricultura, la pesca, el servicio doméstico, la minería, en las canteras y en la venta ambulante.
Esto explica que todas las informaciones reunidas de distintas partes del mundo por la OIT indiquen que la tasa de accidentes y muertes relacionadas con el trabajo sea mucho más alta entre los niños que entre adultos.
La organización llamó a combatir con decisión el trabajo infantil. Un acuerdo de 1999 ratificado por 173 de los 180 miembros de la OIT prohíbe ese tipo de trabajos peligrosos para niños menores de 18 años.
“Gobiernos, empresarios y organizaciones de empresarios deben colaborar para desarrollar condiciones para acabar con el trabajo infantil”, dijo el director de la OIT, Juan Somavia. “La continuación del trabajo infantil es una prueba de la falta de sostenibilidad del modelo de crecimiento predominante”, agregó.
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