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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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martes, 14 de junio de 2011

Una oportunidad de inversión

El terremoto bursátil y la ligera depreciación del nuevo sol acontecido la semana pasada en el país es el preámbulo a un buen cLima de negocios, como sucedió en Brasil. Agencias calificadoras y entidades financieras internacionales avizoran que es el momento de invertir en el Perú.

Durante la semana pasada la Bolsa de Valores de Lima (BVL) perdió 2.67% y si bien la jornada fue negativa, hay que resaltar cómo la plaza bursátil limeña se recuperó de la peor caída de su historia, 12.51% a inicios de la semana anterior, al traspiés de la BVL se suma la apreciación del dólar frente al nuevo sol. Ambos comportamientos negativos se dieron al día siguiente que Ollanta Humala ganó las elecciones presidenciales.

Este comportamiento de desconfianza del sector empresarial y los agentes económicos del mercado ante el triunfo electoral de un político de izquierda, ya se vio antes. Fue en octubre de 2002 cuando el entonces candidato izquierdista Luis Inácio Lula da Silva, quien había criticado duramente el pago de la deuda externa brasileña, ganó la presidencia de Brasil.

El triunfo de Lula provocó un fuerte deterioro en la confianza de los capitales: la Bolsa de Sao Paulo se desplomó, el “riesgo país” se multiplicó hasta los 2 mil 700 puntos y el real brasileño se depreció hasta 3.95 por dólar. Los mercados cayeron y el real se negociaba a cerca de 4 por dólar por los temores de lo que un gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) significaría para las ganancias de las empresas. A todo lo anterior que sucedió con el mercado bursátil y la moneda brasileña se le llamó “el efecto Lula”.

Todo este temblor financiero vivido años atrás en Brasil ocurrió inmediatamente después de la jornada electoral brasileña, realizada el 27 de octubre de 2002, y pese a que cuando postulaba Lula aseguraba que de concretarse el triunfo se mantendría una conducción económica ortodoxa.

Lula incluso había escrito durante la campaña una “Carta al pueblo de Brasil”, prometiendo respetar los contratos, pagar las deudas y atenerse a las reglas del libre mercado.

En las recientes elecciones en el Perú pasó lo mismo. En el camino a la Presidencia de la República, Ollanta Humala aclaró las dudas entorno a su primer plan de gobierno y posteriormente publicó...
un Compromiso con el pueblo peruano y una Hoja de Ruta, documentos en los que se comprometió a “no quedarse ningún día más” de los cinco años que le toca ejercer como presidente electo, además de mantener la estabilidad macroeconómica, continuar con el crecimiento económico y comprometerse a respetar la inversión privada.

No obstante, los esfuerzos del electo presidente del Perú por calmar al sector empresarial y a los agentes económicos, inmediatamente después que ganara las elecciones presidenciales las BVL se desplomó 12.51%, su peor caída de la historia, y la moneda nacional se devaluó 1.16%, su mayor retroceso desde mayo 2009 frente a la divisa estadounidense.

Es por ello que con la experiencia vivida, el expresidente de Brasil Lula da Silva llamó por teléfono a Humala Tasso y le dijo “de mí también desconfiaban al inicio (en octubre 2002)”.

Ocho años después (2010), transcurridos dos mandatos, el mercado y el sector empresarial terminaron con ´una fe ciega´ en Lula, quien culminó su mandato con una popularidad histórica de 87%. Es por ello que Dilma Rousseff, hija política de Inácio Lula, y actual presidenta de Brasil, ganó las elecciones presidenciales.

El caso brasileño, como el peruano, muestra que ante la debilidad de las instituciones los capitales sobre exponen su mirada hacia los candidatos, su plataforma programática y sus promesas de campaña. Cualquier asomo de duda que nuble la confianza y despierte incertidumbre será magnificado en decisiones de inversión, como lo que ocurrió la pasada semana en la bolsa limeña.

La única manera de contrarrestar esta respuesta negativa de los capitales a la incertidumbre es construyendo credibilidad, paso a paso.

Primer triunfoInmediatamente después (lunes 5 de junio) de La Victoria de Humala vino el ´lunes negro´, el sector empresarial y agentes económicos habían apostado fuertemente por la llegada de Keiko Fujimori a la Presidencia bajo el compromiso de mantener al Perú como una de las economías más abiertas y con mayores privilegios al mundo de la inversión extranjera.

Es así que, en pleno ´lunes negro´, los agentes económicos, diferentes analistas e incluso funcionarios públicos pedían al electo presidente anuncie parte de su equipo ministerial, puntualmente querían conocer quiénes ocuparían la cartera de Economía, el nombre del futuro director del Banco Central de Reserva (BCR) y del titular de la Presidencia del Consejo de Ministros. Para muchos especialistas, dicho pedido empresarial era desproporcionado teniendo en cuenta que Humala Tasso no había sido proclamado oficialmente presidente y no había pasado ni 24 horas de su triunfo electoral.

Ante esta situación, el líder de Gana Perú se puso manos a la obra para recomponer el batacazo financiero de Perú. Como primera medida señaló que no daría nombres y encargó a un personaje cercano para explicar su política económica y calmar a los mercados. Su fórmula funcionó.

Kurt Burneo, miembro del equipo técnico de Gana Perú y exjefe del plan económico en el Gobierno de centroderecha de Alejandro Toledo, salió el lunes a la palestra para calmar a los mercados peruanos.

El economista que es voceado para ocupar el cargo de ministro de Economía y Finanzas reitero el compromiso de Humala de mantener una política económica abierta, respetando el desarrollo financiero que ha conseguido Perú a lo largo de esta década. El mensaje surtió efecto. Después del batacazo del lunes, la plaza bursátil limeña se recuperó de la caída de más de 12% y consiguió tres jornadas consecutivas de alza fuerte y si no fuera porque los mercados bursátiles y los precios de los metales en el exterior cayeron el último viernes la recuperación del ´lunes negro´ hubiera sido total. Al final cerró la semana con una caída de 2.67%.

¿Y que pasó con Lula? Cuando el exsindicalista brasileño llegó al poder también hizo temblar a los mercados. ¿Cómo logró disipar el nerviosismo empresarial? Pues designó como presidente del Banco Central de Brasil al titular del BankBoston en Estados Unidos, Henrique Meirelles, y como contrapartida colocó en Hacienda a Antonio Palocci, extrostkista fogueado en el Partido de los Trabajadores. La dupla del banquero y el comunista converso mantuvo en esencia las políticas de su antecesor Fernando Henrique Cardoso y le permitió manejar un gobierno de concertación y transmitió confianza al sector empresarial y al mercado.

En esa línea se espera que Humala dé a conocer a su futuro equipo ministerial, la diferencia con la pasada semana es que ahora al nacionalista ya no se le presiona y exige. En esto ayudó el mensaje dado por él y sus voceros, además de las reuniones personales que tuvo con los diferentes gremios empresariales.

Caída no mide economíaPara nadie es un secreto que la BVL es pequeña y con poca liquidez en comparación a otros mercados bursátiles, es por ello que solo unas cuantos la operan de forma diaria, más es la inversión a largo plazo. Así, cuando cae más de 10%, se cierra la sesión del día y se estima que con S/. 500 millones se podría caer fácilmente.

En esa línea, el gerente de Inversiones de Prima AFP, Alejando Pérez Reyes, explicó que la caída de la BVL (de 12.51%), está relacionada al valor bursátil de las empresas y no a la solidez y fundamentos económicos de las empresas.

“(…) no quiere decir que las empresas que cotizan en la BVL estén teniendo menores ingresos ni nada por el estilo, sólo es reflejo de incertidumbre y nerviosismo de los inversionistas”, declaró.

Mientras que para Kurt Burneo, “no existe ningún fundamento macroeconómico que explique el descenso de la Bolsa Valores de Lima (del lunes). El problema no viene de afuera sino de adentro. No es un tema de calmar a los mercados. De fuera, la cosa está tranquila, cuestión de consultar a los bancos de inversión, el problema es de dentro”.

Oportunidad de inversiónLa otra cara de la moneda de esta volatilidad de la BVL es la oportunidad de comprar los papeles a bajo precio y esto es lo que no dicen los agentes económicos locales pero sí lo han advertido diferentes agencias y entidades financieras internacionales.

Desde el exterior algunos vieron esta caída como una oportunidad para invertir en Perú, porque era posible comprar barato. La idea de aprovechar el momento para invertir en Perú también ha sido sugerida por analistas europeos, pues ante el temor de algunos, los precios disminuirían y una vez que la presidencia de Humala hubiera despejado todas las dudas, entonces seguiría el crecimiento económico peruano y los que aprovecharon la oportunidad de invertir en Perú habrían hecho un buen negocio.

En esa línea, el banco de inversión JP Morgan dijo que era una buena oportunidad para comprar deuda peruana porque esperaba de Humala más sorpresas positivas que negativas. Además, las agencias calificadora de riesgos, JP Morgan y Standard and Poors (S&P), anuncian oportunidades para invertir con el nuevo gobierno.

S&P dice que le podría subir la calificación crediticia al país aunque recuerda que el ingreso per cápita en Perú está por debajo de los países con “BBB”.

Mientras que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) –que no participaron en las operaciones bursátiles de la jornada del lunes- están a la espera de buenas oportunidades en el precio y volumen de las acciones que se cotizan en la BVL que les permita retomar sus intervenciones en las transacciones, informó Prima AFP.

Otros analistas consideraron que todavía era válido invertir en Perú, porque el gobierno de Humala aplicaría una política fiscal contracíclica y que aquellos que optaran por no invertir en Perú perderían dinero, porque los fundamentos económicos del país eran sólidos.

Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/especial/una-oportunidad-de-inversion_88191.html

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