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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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viernes, 10 de junio de 2011

Europa en pánico por bacteria

Aunque los primeros casos mortales se produjeron en Alemania, luego en Suecia, Francia y en los Países Bajos, todos los dedos acusadores señalaron a España como responsable del brote mortal de la bacteria E. coli. Dos semanas después de acusar a España los agricultores ibéricos han registrado grandes pérdidas en ventas por el rechazo a sus productos. Lo único cierto a la fecha es el número de muertes y el de infectados, que bordea los dos mil, ya que los investigadores sobre el caso no saben exactamente donde se originó y hasta podría ser en la misma Alemania.

De acuerdo a los últimos reportes del ministerio de salud alemán el número de muertos por la bacteria Escherichia coli (E. coli) subió a 25, mientras que el comisario de salud de la Unión Europea (UE), John Dalli, ofreció colaboración para analizar el mal y ver las medidas sanitarias para cortar el avance del microorganismo.

Aunque con aire pesimista, Bahr detalló que “no hay que excluir que podamos registrar nuevas muertes”, por lo que pidió a las autoridades de la UE y a la población continuar con las medidas de higiene ya que “no es tiempo para bajar la guardia”, ante las más de tres mil personas contagiadas que se han reportado en Alemania, país donde originó el brote.

Por su parte, el instituto alemán Robert Koch Institut (RKI) de Virología y a cargo de la coordinación de las investigaciones científicas de la bacteria, documentó que en los últimos días se han registrados menos casos nuevos que en las semanas precedentes, aunque detallaron que esto no debería ser motivo para bajar la guardia, pues están a la espera de ya no tener nuevos casos.

Pese al nuevo panorama, el RKI dijo que se mantienen las medidas preventivas como son...
 no consumir tomates, pepinos y lechuga crudos, y advirtió sobre la posible presencia de la bacteria en la soja, aunque las pruebas de laboratorio no hayan confirmado todavía esta sospecha.

Aunque el sistema inicial de alerta puso en peligro la reputación de los pepinos españoles, sindicados inicialmente como los portadores de la E. coli (lo que luego se descartó), Bahr defendió el sistema de alerta alemán que llevó a producir la alarma sobre los pepinos españoles. “La salud está por encima de los intereses económicos”, fue su explicación a medida de disculpa ante los agricultores ibéricos.

Aunque se disipó la acusación contra los ahora mal vistos pepinos españoles, esto no les ha servido de mucho, pues la caída en las ventas ha continuado.

Los científicos alemanes han encontrado indicios que explican la gravedad de la nueva cepa de la bacteria E. coli, la cual provocaría la formación de ‘auto-anticuerpos’, causantes de los graves daños internos de los pacientes.

Andreas Greinacher, experto en transfusiones de la Universidad de Greifswald (Alemania), reveló que los pacientes afectados por el Síndrome Urémico Hemolítico (HUS), ocasionado por la bacteria, además de segregar la toxina Shiga, forman autoanticuerpos, que actúan destructivamente contra su propio organismo, haciendo muy difícil el tratamiento clínico.

Los análisis provisionales indican que esos anticuerpos provocan un aumento de un factor de coagulación, capaz de limitar el suministro sanguíneo a importantes regiones cerebrales y renales. Los autoanticuerpos son generados sólo por algunos pacientes afectados por la infección de ‘E. coli’, los cuales sufren, en los casos de mayor gravedad, alteraciones de consciencia y epilepsias.

¿Cuál sería el origen?Como si se tratara más de una reivindicación nacional que de un reporte clínico, la directora general de salud Pública y Sanidad Exterior de España, Carmen Amela, advirtió el pasado martes que podría no encontrarse nunca el origen del brote de la infección causada por la bacteria E.coli enterohemorrágica, que ha provocado ya la muerte de una veintena de personas en Alemania.

Y es que hasta la fecha el origen es incierto, aunque los mismos investigadores alemanes ahora sostienen que el inicio del mal podría estar ubicado en brotes de soja cultivados en suelo alemán.

Gert Lindemann, ministro de Agricultura germano insistió en que no se ha comprobado de manera concluyente la responsabilidad de los brotes de soja, basado en los primeros exámenes realizados a los brotes provenientes de un vivero ubicado cien kilómetros al sur de Hamburgo que arrojaron resultados negativos.

Según Lindemann, los epidemiólogos alemanes rastrearon el brote hasta Uelzen, a cien kilómetros al sur de Hamburgo. Los brotes de soja se utilizan en las ensaladas. El ministro aseguró que el vivero fue clausurado y se ha pedido la devolución de todos sus productos.

Pero el director del Instituto Robert Koch, el centro nacional para las enfermedades de Alemania, Gert Hahne, también insistió en que la causa del brote no puede ser establecida todavía de manera definitiva.

Siendo la muestra más clara del revés que han llevado las autoridades sanitarias europeas en este caso, los equipos de científicos que trabajan contrarreloj en Alemania analizando muestras de alimentos en busca del origen del reciente brote letal de E. coli indagarán durante semanas para llegar posiblemente a un final frustrante: no hallar la fuente del problema.

Los científicos consideran que quizá nunca se sepa con seguridad si fue una ensalada, pepinos españoles, brotes de soja orgánicos o algún otro alimento el que desató el brote de la cepa letal que infectó a más de dos mil 400 personas y ya causó la muerte de 25 de ellas.

Sin embargo, pese a la calma de la comunidad científica, para los consumidores, los agricultores y los políticos, el daño a la confianza y a las relaciones comerciales podría prolongarse por meses si no se encuentra la fuente precisa del brote.

Stephen Smith, microbiólogo del Trinity College de Dublín, en Irlanda, dijo que es poco probable que la fuerte presión para que las autoridades alemanas encuentren respuestas sea de utilidad.

Smith consideró que los funcionarios parecen haber saltado al vacío nuevamente el domingo, al decir que brotes de soja podrían ser la fuente del problema.

Al igual que sucedió con la sospecha inicial sobre los pepinos provenientes de España, hubiera sido más inteligente esperar los datos sobre los resultados de las pruebas llevadas a cabo, aunque nada puede descartarse totalmente por el momento.

Un nuevo enemigo de la salud públicaHasta la fecha es culpable de 25 muertes, y de una grave crisis financiera en la industria agrícola española. Si bien su matriz E. Coli habita en nuestro estómago como parte de la flora intestinal que nos ayuda a digerir los alimentos, descomponiéndolos, la nueva variante detectada en la que podría llamarse “la crisis de los pepinos”: O104:H4.

Los científicos que la han estudiado la señalan como altamente agresiva, común y con un patrón de comportamiento distinto al de otros miembros de su misma familia. Aunque la mayoría son inocuas, unas cuantas han adquirido virulencia y son dañinas para el ser humano. Entre estas últimas se encuentra el grupo de E. coli, que se caracterizan por la presencia de toxinas de diversos tipos. Aquí es donde se engloba la O104:H4, causante del brote de Síndrome Urémico Hemolítico en Alemania.

Otro detalle a tomar en cuenta es que la cepa parece tener un especial odio de género, pues las dos terceras partes de las víctimas han sido mujeres.

El tipo de ‘E. coli’ que con más frecuencia se aísla en España, es el O157:H7. Sin embargo, al no tratarse de una enfermedad de declaración obligatoria, se desconoce el número de casos de infección que hay cada año. Aunque el último brote importante tuvo lugar en el año 2000, con 187 afectados y ninguna muerte.

Una lavada de cara de 210 millones de eurosLa Unión Europa (UE) ofreció inicialmente dar 150 millones de euros como compensación a los agricultores españoles, por las perdidas que les habría generado la alerta que dio Alemania sobre la posibilidad que sean los pepinos ibéricos el origen de la E. coli, sin embargo el gobierno español calificó la oferta como insuficiente.

Concientes del grave daño a la imagen de una industria nacional, La UE subió su oferta y ofreció una ayuda mejorada de 210 millones de euros. “En total tenemos un presupuesto de 210 millones de euros que serán reservados para esta medida”, dijo el comisario de Agricultura de la UE, Dacian Ciolos.

La cifra se basa en el coste de pagar a los productores europeos de pepinos, lechugas, tomates, calabacines y pimientos la mitad del valor de los productos que han retirado del mercado por falta de demanda, explicó Ciolos.

La demanda de los consumidores de estos productos se desplomó después de que las autoridades alemanas dijeran que eran la causa más probable del brote, que ya causó 27 muertes.

Desde que se dio la alerta por la E. coli, los agricultores españoles estiman pérdidas por unos 200 millones de euros a la semana. El primer grito de alarma se dio el 26 de mayo, y hasta ahora sigue la desconfianza.

La ministra española de Agricultura, Rosa Aguilar, afirmó que la nueva cifra es un “avance importante en relación a la propuesta anterior, pero no es suficiente. Además hay que dejar la puerta abierta porque aún no se ha encontrado el origen del brote, el daño no ha cesado”.

Si el descenso en las ventas continúa más allá de junio, el comisario europeo dijo que se propondría dar más dinero a los productores afectados. “Evaluaremos la situación de nuevo en junio y, si existe la necesidad y tenemos los medios financieros, podríamos contemplar movilizar otros recursos”.
 

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