Por Mirko Lauer
A la luz de las últimas encuestas, cada vez más analistas afirman que esta elección la va a decidir una parte de las capas medias urbanas incómodamente ubicada entre la expectativa de una economía que la favorezca más y el temor a perder lo ya obtenido en 20 años de modelo. En principio podrían tener razón.
Aunque no es el único factor. Los optimistas del humalismo hacen notar que las encuestas nacionales tienen limitaciones para escudriñar a fondo el mundo rural, donde Ollanta Humala es de lejos el favorito. Para ellos este voto ignoto y ya decidido es el que va a resolver las cosas, o incluso el que ya las ha resuelto.
En cualquier caso los medios profujimoristas se están dedicando a influir en esos sectores medios, puesto que a los márgenes rurales no tienen cómo llegar. El mensaje es el peligro de un descalabro de la economía que arrasaría con el pequeño beneficiado por el decenio de crecimiento. Podría estar funcionando.
En la medida que Humala postula cambios, el mensaje del peligro lo pone a la defensiva, obligándolo a mencionar concesiones. Pero frente a los realmente asustables la única respuesta eficaz sería anunciar que dejará las cosas como están, un imposible electoral. Además Gana Perú carece de medios para transmitir contenidos realmente tranquilizadores.
Se entiende que este sector asustable de las capas medias en diversos momentos ha podido votar en cualquier dirección, en la medida que oscila entre sus temores y sus esperanzas. La idea misma de tener que tomar una decisión sobre su futuro lo debe estar incomodando. La apuesta de la derecha es que al final el sector medio optará por la seguridad.
La tácita búsqueda humalista de una mejor química con el gran empresariado tiene muy pocas posibilidades de materializarse. Pues este sabe que cualquier tregua a Humala tranquilizaría a ese sector medio asustadizo y podría darle un margen de victoria. Además los medios dedicados a trabajar al susto sienten que la estrategia les está funcionando.
A la vez se viene insistiendo en que Lima y las capas medias decidirán la cosa, y así parece estar sucediendo. Sin embargo hay suficiente gente en balcón (23%) por todo el país como para que los dos candidatos puedan crecer, en la medida que logren convencer. Al final la defensiva de Humala lo puede terminar favoreciendo.
En todo caso, no olvidemos que en la encuesta nacional PUCP-IOP de febrero de este año 40% estaba por el cambio económico moderado y 38% por el radical (con Lima entre 5% y 10% más moderada que el resto del país). En términos de cambio social, la diferencia entre los moderados y los radicales era de 20% a favor de los primeros. Algo dicen estas cifras.
Fuente: http://www.larepublica.pe/07-05-2011/que-sector-aloja-el-margen-del-triunfo
A la luz de las últimas encuestas, cada vez más analistas afirman que esta elección la va a decidir una parte de las capas medias urbanas incómodamente ubicada entre la expectativa de una economía que la favorezca más y el temor a perder lo ya obtenido en 20 años de modelo. En principio podrían tener razón.
Aunque no es el único factor. Los optimistas del humalismo hacen notar que las encuestas nacionales tienen limitaciones para escudriñar a fondo el mundo rural, donde Ollanta Humala es de lejos el favorito. Para ellos este voto ignoto y ya decidido es el que va a resolver las cosas, o incluso el que ya las ha resuelto.
En cualquier caso los medios profujimoristas se están dedicando a influir en esos sectores medios, puesto que a los márgenes rurales no tienen cómo llegar. El mensaje es el peligro de un descalabro de la economía que arrasaría con el pequeño beneficiado por el decenio de crecimiento. Podría estar funcionando.
En la medida que Humala postula cambios, el mensaje del peligro lo pone a la defensiva, obligándolo a mencionar concesiones. Pero frente a los realmente asustables la única respuesta eficaz sería anunciar que dejará las cosas como están, un imposible electoral. Además Gana Perú carece de medios para transmitir contenidos realmente tranquilizadores.
Se entiende que este sector asustable de las capas medias en diversos momentos ha podido votar en cualquier dirección, en la medida que oscila entre sus temores y sus esperanzas. La idea misma de tener que tomar una decisión sobre su futuro lo debe estar incomodando. La apuesta de la derecha es que al final el sector medio optará por la seguridad.
La tácita búsqueda humalista de una mejor química con el gran empresariado tiene muy pocas posibilidades de materializarse. Pues este sabe que cualquier tregua a Humala tranquilizaría a ese sector medio asustadizo y podría darle un margen de victoria. Además los medios dedicados a trabajar al susto sienten que la estrategia les está funcionando.
A la vez se viene insistiendo en que Lima y las capas medias decidirán la cosa, y así parece estar sucediendo. Sin embargo hay suficiente gente en balcón (23%) por todo el país como para que los dos candidatos puedan crecer, en la medida que logren convencer. Al final la defensiva de Humala lo puede terminar favoreciendo.
En todo caso, no olvidemos que en la encuesta nacional PUCP-IOP de febrero de este año 40% estaba por el cambio económico moderado y 38% por el radical (con Lima entre 5% y 10% más moderada que el resto del país). En términos de cambio social, la diferencia entre los moderados y los radicales era de 20% a favor de los primeros. Algo dicen estas cifras.
Fuente: http://www.larepublica.pe/07-05-2011/que-sector-aloja-el-margen-del-triunfo
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