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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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sábado, 21 de julio de 2012

La pesadilla de la casa propia, Interesnate editorial de "El Comercio"

Mejores reglas de zonificación y la privatización de las empresas de agua y saneamiento permitirían reducir el costo de la vivienda.
Esta semana, en la sección de Economía, comentamos un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre las condiciones de la vivienda en América Latina. A pesar de todo lo que ha crecido el país en los últimos años, los reveladores resultados de ese trabajo muestran que, en lo concerniente a vivienda, la situación en el Perú es dramática: el 72% de las familias no cuenta con un techo para vivir o habita en hogares de mala calidad. A la mayoría de ellas, además, le es muy difícil escapar de esta situación. Por ejemplo, en Lima, donde el precio promedio de una vivienda orientada al sector con menor poder adquisitivo es de US$18.120, al 69% de las familias no le alcanza el dinero para pagar por una propiedad adecuada.
La falta de acceso a...
una vivienda terminada, construida formalmente y conectada a redes de servicios básicos supone más problemas que los perceptibles a primera vista. Las personas guarecidas en construcciones precarias que usan conexiones clandestinas se convierten en víctimas fáciles de desastres naturales e incendios. Asimismo, las familias hacinadas en casas con pisos de tierra y sin acceso a agua limpia o servicios de saneamiento viven expuestas a enfermedades que ponen en riesgo su vida y que afectan la educación de los niños y el trabajo de los adultos.
La buena noticia, no obstante, es que mucho se puede hacer para volver más accesible la vivienda a la mayoría de peruanos. Un primer paso sería mejorar las reglas de zonificación y reducir el tiempo de implementación de las conexiones sanitarias para proyectos inmobiliarios. Y es que, según otro estudio del BID realizado por Bonilla y Wong, unas de las principales barreras que encarecen la construcción de casas formales de bajo costo son las restricciones establecidas por mala zonificación y la dificultad de lograr conexiones de agua y desagüe. Estos factores influyen en elevar el costo del acondicionamiento urbano que, de acuerdo con la Cámara Peruana de la Construcción, representa entre el 20% y 30% del precio final de la unidad de vivienda.
Autorizar la construcción de edificios más altos o departamentos más pequeños en algunas zonas permitiría emprender proyectos multifamiliares cuya mayor escala reduciría los costos de cada unidad de vivienda individual. Asimismo, con la eliminación de requisitos de construcción absurdos o impredecibles, las constructoras incurrirían en menores gastos, lo que a su vez les permitiría bajar sus precios.
Aquí tenemos, por otro lado, un nuevo motivo para privatizar las empresas de saneamiento municipales y las de agua potable como Sedapal. Hoy estas se demoran considerablemente en instalar la infraestructura para desarrollar nuevos edificios por una razón muy sencilla: como son empresas públicas, no tienen un dueño interesado en instalar el servicio lo más rápido posible para obtener ganancias cuanto antes.
Estas reformas son importantes, además, porque los altos costos de construir cumpliendo la ley llevan a muchos peruanos a invadir terrenos y edificar informalmente, incumpliendo estándares de seguridad y entorpeciendo cualquier tipo de planificación urbana. Y los problemas de estas zonas marginales se complican a largo plazo pues proporcionarles infraestructura básica una vez que ya se han asentado puede costar ocho veces más que en un área sin urbanizar.
No olvidemos, finalmente, que los elevados costos se han convertido en un obstáculo para los mismos programas de vivienda del gobierno. Un ejemplo de esto es que muchos constructores señalan que les es difícil embarcarse en proyectos financiados por el programa Techo Propio en Lima Metropolitana, pues los altos costos que enfrentan hacen que se exceda el presupuesto del programa por unidad de vivienda.
Las reformas pendientes en este tema son claras y el Estado no puede seguir inerte al respecto. Y es que no es justo que él sea un factor que, en nuestro país, haya convertido al camino para cumplir el sueño de la casa propia en una pesadilla.

Fuente: http://elcomercio.pe/actualidad/1444568/noticia-editorial-pesadilla-casa-propia

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