Revocatoria a Susana Villarán: tres razones para votar por el 'no', según Marco Sifuentes

NO, pues, NO  
A dos semanas del proceso de revocatoria, me permito repetir mis tres razones para marcar NO:
1. Es una revocatoria inútil.
Digamos que Marco Tulio Gutiérrez y sus titiriteros se salen con la suya: bajarse a Susana y a un tercio de los regidores. Sólo entonces se podría convocar a nuevas elecciones. Pero esas nuevas elecciones también requieren planificación, no serán inmediatas. ¿Por qué no inmediatas? Porque el JNE no sabe cuáles autoridades serán revocadas y cuáles no, así que sólo puede empezar a organizarse luego de...
conocidos los resultados, resultados que seguramente demorarán semanas, dado lo complejo que ya es el proceso actual.
Preparar una elección, toma unos 8 meses. Esto nos llevaría a elegir a nuestro nuevo alcalde o alcaldesa, como mínimo, en diciembre de 2013. ¿Complicado? Eso no es nada.
Esta nueva autoridad sólo estaría, como máximo, 12 meses en el cargo. ¿Por qué? Porque el 2014 es año de elecciones municipales y regionales regulares. Así que tendríamos que volver a votar por ooootro nuevo alcalde o alcaldesa en octubre de 2014, para que asuma en enero de 2015. Esto ocurre porque el que remplaza a una autoridad revocada solo ocupa su lugar hasta que termina el periodo por el cual fue elegida la revocada.
Gracias a la gente que nos pide que marquemos SI, Lima podría llegar a ostentar el récord de cuatro alcaldes o alcaldesas en menos de dos años. Si el argumento es “faltan obras”, veamos cuántas obras podrán concluir estas autoridades brevísimas.

2. Es una revocatoria mafiosa.
Cualquier persona con mínimo acceso a la información sabe que los impulsores de la revocatoria recurrieron a firmas falsas, suplantaciones de identidades, financiamiento dudoso (varios audios revelaban al entorno de Castañeda en él) y una serie de artimañas reveladas principalmente por el periodista Daniel Yovera.
Ya todo el mundo lo ha olvidado pero los revocadores incluso dijeron que habían conseguido un millón de firmas, pero fue mentira. Al final, cuando se les pasó la fecha (no pudieron entrar al proceso de revocatoria del año pasado), entró a tallar el JNE de Hugo Sivina.
El JNE estuvo en contra de las observaciones de la Reniec al último lote de firmas, presentadas fuera de fecha por Marco Tulio. Cuando Fuerza Social intentó impugnarlo por adelantar opinión, el JNE, al día siguiente, en tiempo récord, admitió la revocatoria. Con la firma de Sivina, además. Apuradísimos, además: el mismo JNE, luego, fijó una fecha especial, distinta a la de procesos anteriores en otras localidades, para la consulta de revocatoria en Lima.
Una revocatoria anunciada por la misma gente de Castañeda apenas se anunció que la gestión Villarán investigaría Comunicore, incluso antes de asumir la alcaldía. Una revocatoria con mucha plata detrás tratando de bajarse una gestión a la que se puede acusar de todo menos de corrupta. Una revocatoria, en resumen, mafiosa.

3. Es una revocatoria dañina.
Al final, terminamos viendo todo con los lentes de la revocatoria. No se puede hacer fiscalización ni crítica de la gestión de Villarán, sin que todo parezca una conspiración del SI.
Sin embargo, hay temas pendientes que la Municipalidad tendrá que responder: desde la contratación de gente que nunca estuvo calificada para ciertos cargos hasta pésimas negociaciones de la gestión (los casos de los peajes o los taxistas). El triunfo del NO es una posibilidad remota pero, si ocurre, Villarán y su gente tendrán que afrontar el futuro y las críticas con la cabeza fría. No solo por ellos, no solo por la ciudad, sino por lo que representan: una gestión honesta y democrática.

Fuente: http://larepublica.pe/blogs/pasado/2013/03/06/no-pues-no/