Interesante análisis del proceso de revocación realizado por Fernando Rospigliosi para el diario "La República", su lectura es obligatoria:"Curiosamente, la revocatoria tuvo un sello de género, dos grandes perdedores, Luis Castañeda y Alan García, y varias ganadoras, Susana Villarán, Lourdes Flores, Anel Townsend y Marisa Glave.
Dos mujeres, un camino
La alcaldesa de Lima ha tenido una importante desaprobación durante casi todo su mandato. Desde marzo del 2011 quienes la desaprueban son más de los que la aprueban. No obstante, cuando se puso a votación su revocatoria, esos mismos ciudadanos decidieron mantenerla en el cargo.
Susana Villarán asumió el reto con...
entereza y valor, sin rendirse, y finalmente pudo remontar una cumbre que, hasta hace pocos meses, parecía imposible de ascender.
Para ello contó con la invalorable ayuda de Anel Townsend, una política de raza, que reapareció después de varios años y recorrió incansablemente las calles y las laderas de Lima, llevando un mensaje de aliento.
Anel se manejó de manera impecable en los medios de comunicación, en entrevistas y debates, siempre con la sonrisa en los labios, sin perder la calma. Sería una buena noticia que este evento marcara su retorno a la política.
Los jóvenes
La campaña sirvió también para que varios jóvenes de distintas tendencias políticas mostraran su valía. Por el lado del PPC, Pablo Secada y Alberto Valenzuela destacaron por la agudeza con que sostenían sus puntos de vista.
Entre los regidores de Villarán, Eduardo Zegarra y Marisa Glave sobresalieron en la defensa del No. Glave, atacada con especial violencia por sus adversarios, se reveló como una de las políticas más sagaces de la nueva generación.
Los mencionados, y varios otros, han demostrado que hay todavía esperanzas en la política peruana, que no todos son como la horda de impresentables que han asaltado el Congreso, municipios y gobiernos regionales en diversos puntos del país.
Desgraciadamente un número, todavía no determinado, de regidores han sido revocados. Ellos sufrieron el castigo por las deficiencias en la gestión municipal, sin ser responsables de ella. Los problemas que se han suscitado en la primera mitad del mandato han sido, básicamente, culpa de funcionarios inexpertos o incompetentes.
Lourdes
Cuando parecía que el No se estancaba y era imposible romper el empate, la arremetida final de Lourdes Flores, Luis Bedoya y el PPC parece haber decidido la contienda.
El comportamiento de Lourdes ha sido realmente espectacular, inédito en el Perú. Como ha recordado Fernando Tuesta, en todos los procesos de revocatoria en el país, los principales promotores han sido los candidatos derrotados.
En este caso, Lourdes mostró una grandeza ya olvidada en la política peruana, jugándose entera por defender a su ex rival. Sin duda se ha reivindicado de sus anteriores contrastes y reentrado por la puerta grande en la política.
Al igual que Susana, Lourdes es una de las grandes ganadoras de esta votación.
El papel de Favre
El asesor argentino-brasileño Luis Favre desempeñó un papel crucial en la campaña del No. La publicidad que elaboró fue realmente buena y desconcertó completamente a los revocadores.
Quizás le faltó un poco de agresividad al final, pero supo plantear las cosas como era necesario para ganar, sacando la discusión de los temas desfavorables y llevándola al terreno de la afirmación.
Y, como ha anotado Mirko Lauer en estas páginas, “parece muy improbable que Favre hubiera aceptado el encargo sin un claro beneplácito de la pareja presidencial, con la que sigue manteniendo óptimas relaciones”.
Ollanta y Nadine no se pronunciaron públicamente, pero es obvio que no les agradaba una victoria de sus rivales del 2016, el Apra y el fujimorismo.
Los perdedores
Luis Castañeda creyó que tenía una victoria fácil entre manos, dada la desaprobación que tenía la alcaldesa. Invirtió mucho en la recolección de firmas y en la campaña del Sí, y permaneció en la sombra hasta el final.
Su desesperada presencia en los medios el último día no solo lo desenmascaró, sino que demostró su falta de perspicacia. No sirvió para voltear la elección y lo puso en ridículo.
Alan García, mucho más hábil, envió a sus peones a la batalla y jamás apareció personalmente en la escena. Perdió, pero de inmediato empezó la labor de control de daños. Dependerá de sus adversarios cuál es el precio que tendrá que pagar por su derrota.
Las izquierdas intervinieron más bien discretamente a favor del No. Y no han ganado mucho con la permanencia de Villarán, como auguraban los tremendistas que vaticinaban la inminencia de un apocalipsis bolchevique.
En síntesis, una escaramuza previa a las batallas mayores del 2014 y 2016 donde los jugadores han observado a sus rivales y tanteado sus fuerzas."
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