" Al asumir el Pontificado, el Papa Francisco reclama defender a...
los débiles y el medio ambiente para proteger la creación divina. "
ANILLO
Francisco ya lleva en su dedo anular el anillo del pescador, el anillo que distingue a los papas. Le fue colocado en el dedo anular de su mano derecha, durante la misa solemne en la Plaza de San Pedro.
Francisco ya lleva en su dedo anular el anillo del pescador, el anillo que distingue a los papas. Le fue colocado en el dedo anular de su mano derecha, durante la misa solemne en la Plaza de San Pedro.
Ante unas 200,000 personas, entre los que se contaban líderes
extranjeros de 132 países reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa
subrayó el mensaje de que la misión de la Iglesia es defender a los
pobres y desamparados. Y que significa respetar a cada una de las
criaturas de Dios y respetar el medio ambiente en que vivimos.
“Significa proteger a las personas, mostrando preocupación amorosa por cada persona, especialmente por los niños, los ancianos, los necesitados, que suelen ser los últimos en los que pensamos”, agregó en su homilía.
El Papa subrayó además que cuando los humanos fallan en cuidar el medio ambiente y las personas “se abre un camino a la destrucción y los corazones se endurecen. Trágicamente en cada período de la historia hay Herodes que complotan para la muerte, para sembrar el caos y dañan el carácter de hombres y mujeres”.
El Papa instó a los líderes mundiales a que sean protectores de los demás y del medio ambiente. “No nos olvidemos que el odio, la envidia y el orgullo contaminan nuestras vidas. Ser protectores, entonces, también significa vigilar nuestras emociones, nuestros corazones”, dijo.
Antes de la misa, el Papa recorrió la Plaza de San Pedro, repleta de personas ondeando banderas, en un jeep blanco abierto, abandonando el Papamóvil a prueba de balas usado frecuentemente por Benedicto XVI. Él se detuvo en varias ocasiones para saludar a algunas de las personas reunidas en la plaza, besando niños y saliendo del auto en un momento para bendecir a una persona discapacitada. Usó una sotana blanca y zapatos negros, en contraste con los lujosos atuendos de su antecesor.
“Hemos pasado desde un profesor rígido de teología a un maestro de la simplicidad cristiana”, dijo el historiador de la iglesia italiana Alberto Melloni, refiriéndose al contraste entre Francisco, un hombre cálido con llegada a la gente, y Benedicto, de maneras duras.
Aunque doctrinalmente es un conservador como Benedicto XVI, su simplicidad y su énfasis en la misión de la Iglesia para cuidar a los pobres, implica un gran cambio con respecto a su antecesor.
Después de la misa, cientos de curas, que se protegían del sol con paraguas con los colores blanco y amarillo del Vaticano, dieron la comunión a los presentes, mientras Francisco observaba desde su trono elevado detrás del altar.
“Mi primera impresión es que el Papa es muy humilde y que ha llevado a la Iglesia en su corazón”, dijo Isaac Adroamabe, de Arua en Uganda, quien estudia en Roma para convertirse en cura. “Creo que va a cumplir sus promesas, liderará la iglesia basado en el ejemplo de San Francisco, ya puedes ver que es un Papa con los pies en la tierra que se mezcla con el pueblo”, agregó.
“Significa proteger a las personas, mostrando preocupación amorosa por cada persona, especialmente por los niños, los ancianos, los necesitados, que suelen ser los últimos en los que pensamos”, agregó en su homilía.
El Papa subrayó además que cuando los humanos fallan en cuidar el medio ambiente y las personas “se abre un camino a la destrucción y los corazones se endurecen. Trágicamente en cada período de la historia hay Herodes que complotan para la muerte, para sembrar el caos y dañan el carácter de hombres y mujeres”.
El Papa instó a los líderes mundiales a que sean protectores de los demás y del medio ambiente. “No nos olvidemos que el odio, la envidia y el orgullo contaminan nuestras vidas. Ser protectores, entonces, también significa vigilar nuestras emociones, nuestros corazones”, dijo.
Antes de la misa, el Papa recorrió la Plaza de San Pedro, repleta de personas ondeando banderas, en un jeep blanco abierto, abandonando el Papamóvil a prueba de balas usado frecuentemente por Benedicto XVI. Él se detuvo en varias ocasiones para saludar a algunas de las personas reunidas en la plaza, besando niños y saliendo del auto en un momento para bendecir a una persona discapacitada. Usó una sotana blanca y zapatos negros, en contraste con los lujosos atuendos de su antecesor.
“Hemos pasado desde un profesor rígido de teología a un maestro de la simplicidad cristiana”, dijo el historiador de la iglesia italiana Alberto Melloni, refiriéndose al contraste entre Francisco, un hombre cálido con llegada a la gente, y Benedicto, de maneras duras.
Aunque doctrinalmente es un conservador como Benedicto XVI, su simplicidad y su énfasis en la misión de la Iglesia para cuidar a los pobres, implica un gran cambio con respecto a su antecesor.
Después de la misa, cientos de curas, que se protegían del sol con paraguas con los colores blanco y amarillo del Vaticano, dieron la comunión a los presentes, mientras Francisco observaba desde su trono elevado detrás del altar.
“Mi primera impresión es que el Papa es muy humilde y que ha llevado a la Iglesia en su corazón”, dijo Isaac Adroamabe, de Arua en Uganda, quien estudia en Roma para convertirse en cura. “Creo que va a cumplir sus promesas, liderará la iglesia basado en el ejemplo de San Francisco, ya puedes ver que es un Papa con los pies en la tierra que se mezcla con el pueblo”, agregó.
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