Vladimir Hernández
Apenas se supo que el cardenal
Jorge Bergoglio había sido nombrado como el nuevo Papa, salieron a flote
las denuncias hechas desde 1999 por el periodista argentino Horacio
Verbitsky quien señala al ahora papa Francisco de haber pasado
información al...
cruento gobierno militar que tomó el poder con un golpe
de Estado en 1976.Googlear el nombre Bergoglio ofrece seguidamente el nombre Verbitsky, lo que refleja el interés en la red en conocer la denuncia periodística.
El portavoz del Vaticano además afirmó que las denuncias provenían de "una izquierda anticlerical" y apuntó (sin nombrarlo) al diario Página 12 donde escribe los domingos Verbitsky.
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"Esta reacción me sorprendió", dijo en entrevista con la BBC el periodista y director del Centros de Estudios Legales y Sociales.
"Me sorprendió ver que el Vaticano dijese que era una difamación de la izquierda. En vez de discutir las pruebas, descalifican al mensajero".
"Es raro ser considerado el anticristo", suelta Verbitsky.
Para algunos dentro de Argentina, el regreso de las denuncias de Verbitsky sobre Bergoglio fue demasiado contraste para el clima de júbilo y celebración de algunos al saber que el Papa es ahora argentino.
Muchas críticas le llovieron al periodista en las redes sociales, diarios y desde conversaciones cotidianas. Aunque también hubo muchas expresiones de respaldo de parte de grupos defensores de los derechos humanos.
"...encontré en el archivo de Cancillería unos documentos que aclaran la situación: que Bergoglio hizo lo que decía (es decir ayudar a los curas), pero que también hizo los que los curas decían (escribir malos informes sobre ellos)..."
Horacio Verbitsky
"Tontería", responde. "Empecé a investigar este episodio antes de que llegase este gobierno. Publico la misma historia que publiqué en 1999, y lo hago ahora porque Bergoglio se convirtió en Papa y esto es de interés público".
La denuncia
El caso en concreto que publicó Verbitsky en 1999, en Página 12, y que involucra al ahora papa Francisco tiene que ver con el secuestro en 1976 de dos curas, Orlando Yorio y Francisco Jalics.Ambos fueron detenidos por los servicios de seguridad y llevados a la tristemente célebre Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada (ESMA), donde se presume fueron torturados y luego liberados tras cinco meses de cautiverio sin mayor explicación.
"Los dos curas jesuitas me dijeron que él los traicionó. Que él los entregó a los militares", dice el periodista.
Ambos curas hacían trabajo social en una villa (favela o barrio pobre) en Buenos Aires, y el gobierno militar de entonces habría recibido informes que señalaban a los jesuitas de forjar vínculos con organizaciones guerrilleras de izquierda durante su labor de ayuda. Un señalamiento que en los años de la junta militar era lo más cercano a una sentencia de muerte.
Según Verbitsky, Jalics, en conversación privada, le señaló que fue Bergoglio quien escribió dichos informes.
"En 1999 yo hablé con los curas y con Bergoglio y ambos me dieron versiones contrastantes, ya que Bergoglio me dijo que los había tratado de ayudar", recuerda Verbitsky.
"Pero años después encontré en el archivo de Cancillería unos documentos que aclaran la situación: que Bergoglio hizo lo que decía (es decir ayudar a los curas), pero que también hizo los que los curas decían (escribir malos informes sobre ellos)", agrega.
Uno de los documentos está firmado por Anselmo Orcoyen, exdirector de culto católico de la Cancillería, en 1979.
Él mismo responde a la solicitud de pasaporte para Jalics, quien en ese momento ya se encontraba exiliado en Alemania.
La petición es negada por Orcoyen al citar entre otros motivos "sospechoso de contactos guerrilleros". La información, dice la misma nota, "es suministrada al señor Orcoyen por el propio Padre Bergoglio".
"Hay pruebas de su actitud, pero esto no tiene relevancia penal. Los secuestraron en 1976 y esta nota es de 1979", dice el periodista.
Contraste
¿Quién es Verbitsky?
Horacio Verbitsky es un
periodista argentino y director del Centro de Estudios Legales y
Sociales, un ente que investiga temas de derechos humanos.
Verbitsky fue un militante de la
izquierda radical en los años 70 e incluso formó parte del grupo
guerrillero Montoneros. Aunque décadas después publicó varias columnas
autocríticas por el uso de la violencia como herramienta política.
Fue involucrado en una
averiguación por un atentado con bombas en 1976, pero su caso fue
sobreseído por falta de mérito. “Fue una difamación por mis
investigaciones periodísticas contra la corrupción durante el gobierno
de Carlos Menem”, afirma.
Tiene larga trayectoria en el
periodismo de denuncia de crímenes de lesa humanidad ocurridos en el
último gobierno militar (1976-1983).
Uno de sus reportajes reveló los
llamados “vuelos de la muerte” -el lanzamiento de detenidos al Río de
la Plata o al Atlántico en dicha época- al obtener la confesión del
exmilitar Adolfo Scilingo.
Es una persona cercana al kirchnerismo, lo que le genera fuertes críticas de los opositores políticos del actual gobierno.
En una declaración judicial, en 2010, en el juicio de la ESMA, Bergoglio testifica que siempre intentó ayudar a los padres Jalics y a Yorio.
"De hecho me reuní dos veces con el Comandante de la Marina, (Emilio) Massera. (...) me escuchó y me dijo que iba a averiguar. Le dije que esos padres no tenían que ver en nada raro", dice la declaración hecha bajo juramento.
En ninguna parte de su extensa declaración judicial reconoce haber escrito informes críticos sobre los curas que pudiesen ponerlos en peligro.
"En aquella época todo sacerdote que trabajaba con los sectores más pobres era blanco de suspicacias o acusaciones", señala en el documento judicial de Bergoglio.
"Él (Bergoglio) no era el peor miembro de la iglesia en esas relaciones con los militares, en un momento en que el nivel de complicidad de la jerarquía de la iglesia era enorme", aseveró Verbitsky.
Y este último señalamiento va más allá de una investigación periodística.
En febrero de este año, por primera vez una sentencia del poder judicial argentino -sobre el asesinato de dos párrocos en 1976- dice que la iglesia católica como institución fue cómplice del gobierno militar de esa época.
Y agrega que "persiste" una "actitud reticente de autoridades eclesiales e incluso miembros del clero al esclarecimiento de los crímenes que ahora juzgamos".
La otra cara
Pese a estos señalamientos, el activista argentino de los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel, ganador del premio Nobel de la Paz en 1980, negó a BBC Mundo que Francisco haya tenido una relación con el régimen militar de la forma en como se plantea en las denuncias que hace Verbitsky.Pérez Esquivel dijo el día que fue elegido el cardenal argentino como nuevo Papa que "hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Bergoglio no".
"A Bergoglio se le cuestiona porque se dice que no hizo lo necesario para sacar de la prisión a dos sacerdotes, siendo él el superior de la congregación de los Jesuitas. Pero yo sé personalmente que muchos obispos pedían a la junta militar la liberación de prisioneros y sacerdotes y no se les concedía", añadió Pérez Esquivel.
"No hay ningún vínculo que lo relacione con la dictadura", aseguró el activista a BBC Mundo.
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