Por Manuel Dammert E.
De pronto, el Gobierno el 20 de abril 2011 presenta al Congreso un proyecto de ley, con carácter de urgencia, para el desarrollo de la Industria Petroquímica basada en el Etano y el Nodo Energético en el Sur del Perú. Sin más, el propio Presidente García, el 3 de Mayo, exige al Congreso apruebe, de una vez, sin estudio y sin debate nacional, dicho proyecto, con el extraño argumento que de esa forma se podrá concretar que la empresa privada Odebrecht termine la compra de acciones de la empresa privada Kuntur y de pase a la inversión. Con esta misma irregular precipitación, dieron pase a las acciones del Estado que permitieron la ilegal exportación del gas de camisea y el regalo del lote 56 a Hunt, políticas que García ha mantenido intocadas estos 5 años.
El Perú debe recuperar el gas, que es nuestro, de los lotes 88 y 56, y destinarlo al mercado nacional, para el consumo domiciliario y comercial, el transporte y la industria. Esta es todavía una tarea pendiente. Existe, además, otra gran tarea histórica con el Gas. Su Industrialización Petroquímica. La Empresa estatal brasileña, Petrobras, esta por anunciar sus hallazgos en el lote 58 en Camisea. Si confirma que se ha encontrado 5 TCF, el país entra a una nueva era energética industrial, la era de la Petroquímica del Etano. El Etano no se está aprovechando del gas natural, hacerlo es 20 veces más rentable que solo aprovechar el gas natural. El Etano da la base para transformarlo en etileno, y luego derivarlo a los dos tipos de plásticos , y forjar una diversidad de productos de consumo industrial. Se cubrirá su demanda nacional y se podrá exportar en la cuenca del Pacifico. Odebrecht y Brassken ya se alistan para este proyecto.
Carente de sentido histórico nacional, pensando en los faenones, el Gobierno pretende precipitar equivocadas normas. El Proyecto enviado por el Gobierno tiene serias inconsistencias. Señalo cuatro. Existen más. Es imperioso su debate y acuerdo nacional.
Primera, esconde que existe un Convenio entre Petrobras y Petroperú para el gasoducto sur y la Petroquímica. Este Convenio debe ser declarado prioritario y ser base de la ley. Segundo, establece como beneficio para la norma, “las zonas” de los llamados polos petroquímicos, eufemismo para referirse a limitadas industrias petroquímicas, establecidos por García para que no compitan y prosiga la exportación del gas de camisea. Se requieren establecer poderosos complejos petroquímicos descentralizados, con varias industrias conexas. Tercero, el retiro del etanol del gas tendrá impacto económico en el productor y en el consumidor, sin que exista determinación de quien asume estos costos, ni garantías de la real masificación del gas natural. Cuarto, se autoriza una regulación especial para el aporte de todos los peruanos que dará el Estado. Este no es otra cosa que la Garantía de Red Principal GRP, igual a la que por US$ 600 millones los peruanos pagamos para el ducto de camisea. El ducto es ahora más largo y más caro, por lo que será mayor la GRP que pagaremos. Este aporte de los peruanos que entrega el Estado, se hace a título gratuito. Debe, más bien, ser asumido como una participación accionaria de Petroperú en el negocio, en representación de todos los peruanos.
Fuente: http://www.facebook.com/notes/manuel-dammert/necesario-debate-de-la-petroqu%C3%ADmica-del-etano-para-evitar-el-nuevo-megafaenon-de/214177885276485
El Perú debe recuperar el gas, que es nuestro, de los lotes 88 y 56, y destinarlo al mercado nacional, para el consumo domiciliario y comercial, el transporte y la industria. Esta es todavía una tarea pendiente. Existe, además, otra gran tarea histórica con el Gas. Su Industrialización Petroquímica. La Empresa estatal brasileña, Petrobras, esta por anunciar sus hallazgos en el lote 58 en Camisea. Si confirma que se ha encontrado 5 TCF, el país entra a una nueva era energética industrial, la era de la Petroquímica del Etano. El Etano no se está aprovechando del gas natural, hacerlo es 20 veces más rentable que solo aprovechar el gas natural. El Etano da la base para transformarlo en etileno, y luego derivarlo a los dos tipos de plásticos , y forjar una diversidad de productos de consumo industrial. Se cubrirá su demanda nacional y se podrá exportar en la cuenca del Pacifico. Odebrecht y Brassken ya se alistan para este proyecto.
Carente de sentido histórico nacional, pensando en los faenones, el Gobierno pretende precipitar equivocadas normas. El Proyecto enviado por el Gobierno tiene serias inconsistencias. Señalo cuatro. Existen más. Es imperioso su debate y acuerdo nacional.
Primera, esconde que existe un Convenio entre Petrobras y Petroperú para el gasoducto sur y la Petroquímica. Este Convenio debe ser declarado prioritario y ser base de la ley. Segundo, establece como beneficio para la norma, “las zonas” de los llamados polos petroquímicos, eufemismo para referirse a limitadas industrias petroquímicas, establecidos por García para que no compitan y prosiga la exportación del gas de camisea. Se requieren establecer poderosos complejos petroquímicos descentralizados, con varias industrias conexas. Tercero, el retiro del etanol del gas tendrá impacto económico en el productor y en el consumidor, sin que exista determinación de quien asume estos costos, ni garantías de la real masificación del gas natural. Cuarto, se autoriza una regulación especial para el aporte de todos los peruanos que dará el Estado. Este no es otra cosa que la Garantía de Red Principal GRP, igual a la que por US$ 600 millones los peruanos pagamos para el ducto de camisea. El ducto es ahora más largo y más caro, por lo que será mayor la GRP que pagaremos. Este aporte de los peruanos que entrega el Estado, se hace a título gratuito. Debe, más bien, ser asumido como una participación accionaria de Petroperú en el negocio, en representación de todos los peruanos.
Fuente: http://www.facebook.com/notes/manuel-dammert/necesario-debate-de-la-petroqu%C3%ADmica-del-etano-para-evitar-el-nuevo-megafaenon-de/214177885276485
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