El Gobierno amplía el radio de evacuación hasta los 30 kilómetros
Trabajadores de Fukushima. KYODO | REUTERS
Pese a trabajar las veinticuatro horas del día para impedir un accidente nuclear mayúsculo, el Gobierno de Japón no logra controlar Fukushima, donde la presencia de agua radiactiva frenó ayer los esfuerzos que están realizando los operarios para controlar el accidente. El propio primer ministro, Naoto Kan, según DPA, reconoció que el escenario es todavía «muy grave» y lo que puede pasar es «muy imprevisible». La Agencia Japonesa de Seguridad Nuclear, según AFP, considera la opción de subir por segunda vez el nivel de gravedad del accidente hasta elevarlo al grado 6, solo un punto por debajo del accidente de Chernóbil.
Las autoridades también han establecido el radio de evacuación de la población en treinta kilómetros en torno a la central de Fukushima, un límite que el Ejército norteamericano recomienda incrementar a los ochenta kilómetros.
Nuevo riesgo
Dos semanas después del terremoto, cuando ya se acumulan en torno a unos 27.000 muertos y desaparecidos, el escenario era ayer especialmente dramático en los reactores 1, 2 y 3, según DPA, donde los técnicos tuvieron que marchar ante el elevado grado de contaminación existente.
Mientras el día anterior el agua radiactiva había causado heridas a tres operarios, ayer obligó a interrumpir los trabajos de reparación en los reactores 1 y 2, informaron las agencias de noticias Kyodo y Jiji Press.
El líquido, explicó Tepco, empresa gestora de la planta, tenía una radiactividad de 3,9 millones de becquereles por centímetro cúbico, una cantidad 10.000 veces superior a lo normal. En este sentido, Hidehiko Nishiyama, portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA), alertó de que ese nivel podría apuntar o bien a daños en la carcasa del reactor o a un sobrecalentamiento de la vasija de combustible usado.
Nishiyama añadió que el agua procede probablemente del núcleo del reactor. Ese indicio plantea la opción de que este se esté fusionando.
Estados Unidos ofreció su ayuda para estabilizar la situación y el Ejército comenzará a transportar grandes cantidades de agua para enfriar los reactores, tal y como informó el ministro de Defensa, Toshimi Kitazawa. Washington urgió a Tokio a que use agua dulce, en lugar de marina. De hecho, ayer Tepco comenzó a bombear agua dulce al reactor número 1 e informó de que el cambio de una bomba en el reactor 5 permitió su enfriamiento.
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