La capital japonesa teme por la radiactividad expulsada en Fukushima y vive bajo la amenaza de un apagón general.
Preocupación. El pánico en la población
de Tokio es notorio en las calles. (AP)
En Tokio, la capital de Japón, la temperatura cae y el miedo crece. Y es que precisamente el recrudecimiento del frío coincide con el aumento del consumo eléctrico, lo que ya ha provocado una amenaza de un apagón general en toda la ciudad.
Autoridades de gobierno indicaron que la capacidad energética de la compañía eléctrica Tokyo Electric Power (Tepco) se ha visto afectada seriamente por el cese de operaciones de la central de Fukushima, justamente una de las plantas de la empresa.
Por ese motivo se ha hecho un llamado a la población para contribuir al ahorro de luz, aunque la principal dificultad es el ya mencionado frío, que provoca temperaturas bajo cero y en algunas zonas fuertes nevadas.
Por si fuera poco, una importante cantidad de viviendas –se calcula que cerca de 1,5 millones- se ha quedado sin agua potable, y además el suministro de gasolina decrece, con lo que su situación empeora.
RADIACIÓN. Pero esta escasez de necesidades básicas en Tokio se mezcla con el pánico latente por la radiactividad proveniente de Fukushima. Gran parte de los residentes ya huyó de la capital y otros optan por encerrarse en sus casas.
Si bien algunos expertos aseguran que la radiactividad no es una amenaza para la salud, la sensación de temor es visible. Gente realizando acopios de alimentos y energía, personas encapuchadas recorriendo las calles, colegios cerrados. Un panorama desolador y que se extiende.
El sentir de la ciudadanía es que el gobierno no está diciendo la verdad sobre lo ocurrido en Fukushima. La gente teme por las réplicas o un nuevo terremoto, pero sobre todo por la amenaza nuclear que algunos ya consideran “apocalíptica”.
Autoridades de gobierno indicaron que la capacidad energética de la compañía eléctrica Tokyo Electric Power (Tepco) se ha visto afectada seriamente por el cese de operaciones de la central de Fukushima, justamente una de las plantas de la empresa.
Por ese motivo se ha hecho un llamado a la población para contribuir al ahorro de luz, aunque la principal dificultad es el ya mencionado frío, que provoca temperaturas bajo cero y en algunas zonas fuertes nevadas.
Por si fuera poco, una importante cantidad de viviendas –se calcula que cerca de 1,5 millones- se ha quedado sin agua potable, y además el suministro de gasolina decrece, con lo que su situación empeora.
RADIACIÓN. Pero esta escasez de necesidades básicas en Tokio se mezcla con el pánico latente por la radiactividad proveniente de Fukushima. Gran parte de los residentes ya huyó de la capital y otros optan por encerrarse en sus casas.
Si bien algunos expertos aseguran que la radiactividad no es una amenaza para la salud, la sensación de temor es visible. Gente realizando acopios de alimentos y energía, personas encapuchadas recorriendo las calles, colegios cerrados. Un panorama desolador y que se extiende.
El sentir de la ciudadanía es que el gobierno no está diciendo la verdad sobre lo ocurrido en Fukushima. La gente teme por las réplicas o un nuevo terremoto, pero sobre todo por la amenaza nuclear que algunos ya consideran “apocalíptica”.
Fuente: http://peru21.pe/noticia/728841/tokio-se-paraliza-miedo-tension
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