Gestores de prensa trabajando a “full time” para levantar alicaída
imagen, premiaciones y anuncios de shock de gerencia; se han convertido
en el menú diario del Ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel
Castilla. Señal que en sus predios sienten que vienen por él, más aún
cuando desde la judicatura se le espeta que...
con los sueldos de los jueces no se juega; cosa que también podrían decir: médicos, enfermeras, maestros, militares y policías. Como cereza sobre el chantilly, los colegas economistas de su misma grey pontificadora del modelo primario exportador y concedente “in extremis” con las corporaciones; le acaban de endilgar dura crítica. No me queda claro si es por su amor a la bicolor o están de desfile en la pasarela para mostrarse y ser reclutados como relevo.
La pregunta pertinente se cae de madura: ¿es culpable don Luis Miguel de los males que aquejan al gobierno? Pienso que carga responsabilidades innegablemente, pero el tema de fondo no está en el jirón Junín, sino en la Plaza Mayor por partida doble: mediocridad presidencial y de su premier.
No comparto pensamiento de los que claman que se abra el caño fiscal bajo la monserga de la inclusión social. Para gestar desarrollo no es necesario ser dispendioso, se puede hacer con inversión pública que tenga retorno económico y/o social garantizado o fomentando que el privado arriesgue su capital donde se pueda crear condiciones para redituar.
El error ministerial está en haber promovido en cargos públicos encargados de desarrollar inversión, a ex – síndicos que no conocen otra cosa que decir no, pero que nunca han gestado nada. Proinversión se ha convertido en una entelequia; el ministerio de trabajo, en celador; el de energía y minas en pregonero de gigainversiones que nunca se harán y el de agricultura en relator de la lista de precios de los alimentos. Así no se puede ir a ningún lado y si alguna culpa tiene que expiar es por estos nombramientos.
Pero el quid del asunto está en un gobernante que no tiene norte, confunde la gestión de gobierno con la campaña electoral y cada día anuncia un programa nuevo que no funcionará. Mientras que su Primer Ministro se ha convertido en el vocero para justificar las tropelías. Nada bueno nos espera, una lástima.
Fuente: http://lamula.pe/2012/11/14/es-el-ministro-castilla-el-problema/cesargutierrez
con los sueldos de los jueces no se juega; cosa que también podrían decir: médicos, enfermeras, maestros, militares y policías. Como cereza sobre el chantilly, los colegas economistas de su misma grey pontificadora del modelo primario exportador y concedente “in extremis” con las corporaciones; le acaban de endilgar dura crítica. No me queda claro si es por su amor a la bicolor o están de desfile en la pasarela para mostrarse y ser reclutados como relevo.
La pregunta pertinente se cae de madura: ¿es culpable don Luis Miguel de los males que aquejan al gobierno? Pienso que carga responsabilidades innegablemente, pero el tema de fondo no está en el jirón Junín, sino en la Plaza Mayor por partida doble: mediocridad presidencial y de su premier.
No comparto pensamiento de los que claman que se abra el caño fiscal bajo la monserga de la inclusión social. Para gestar desarrollo no es necesario ser dispendioso, se puede hacer con inversión pública que tenga retorno económico y/o social garantizado o fomentando que el privado arriesgue su capital donde se pueda crear condiciones para redituar.
El error ministerial está en haber promovido en cargos públicos encargados de desarrollar inversión, a ex – síndicos que no conocen otra cosa que decir no, pero que nunca han gestado nada. Proinversión se ha convertido en una entelequia; el ministerio de trabajo, en celador; el de energía y minas en pregonero de gigainversiones que nunca se harán y el de agricultura en relator de la lista de precios de los alimentos. Así no se puede ir a ningún lado y si alguna culpa tiene que expiar es por estos nombramientos.
Pero el quid del asunto está en un gobernante que no tiene norte, confunde la gestión de gobierno con la campaña electoral y cada día anuncia un programa nuevo que no funcionará. Mientras que su Primer Ministro se ha convertido en el vocero para justificar las tropelías. Nada bueno nos espera, una lástima.
Fuente: http://lamula.pe/2012/11/14/es-el-ministro-castilla-el-problema/cesargutierrez
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