Según los científicos, la flexibilidad de la evolución del aprendizaje facial en estos insectos es sorprendente
(Foto: abc.es)
Elizabeth Tibbetts, bióloga de la Universidad de Michigan, descubrió que las avispas han desarrollado habilidades análagas como la capacidad de reconocer caras, a pesar de tener un cerebro que es la millonésima parte comparado con el humano.
“Las avispas y los seres humanos han evolucionado independientemente de forma similar respecto al aprendizaje de algunos mecanismos, a pesar de que todo lo relacionado con la forma en que percibimos el exterior y la forma en que los dos cerebros están estructurados son diferentes”, explicó Tibbetts.
En estudios anteriores, la bióloga demostró que estas avispas reconocen a los individuos de su especie por las variaciones de sus marcas faciales y que reaccionan de forma agresiva frente a las avispas desconocidas, informa abc.es.
En tal sentido, entrenó a doce avispas durante 40 ensayos consecutivos para diferenciar cada tipo de imágenes, las mismas que incluían fotos de parejas de avispas del papel normales, fotos de orugas, simples figuras geométricas y figuras de avispas alteradas por ordenador.
Según los autores, la flexibilidad de la evolución del aprendizaje facial en las avispas es sorprendente y sugiere que el conocimiento especializado puede ser una adaptación generalizada para facilitar tareas complejas de comportamiento tales como el reconocimiento individual.
“Las avispas y los seres humanos han evolucionado independientemente de forma similar respecto al aprendizaje de algunos mecanismos, a pesar de que todo lo relacionado con la forma en que percibimos el exterior y la forma en que los dos cerebros están estructurados son diferentes”, explicó Tibbetts.
En estudios anteriores, la bióloga demostró que estas avispas reconocen a los individuos de su especie por las variaciones de sus marcas faciales y que reaccionan de forma agresiva frente a las avispas desconocidas, informa abc.es.
En tal sentido, entrenó a doce avispas durante 40 ensayos consecutivos para diferenciar cada tipo de imágenes, las mismas que incluían fotos de parejas de avispas del papel normales, fotos de orugas, simples figuras geométricas y figuras de avispas alteradas por ordenador.
Se observó que estos insectos eran capaces de reconocer con precisión dos caras inalterables de su misma especie más rápido que entre fotos de otros animales.
Dicha habilidad es importante para estas avispas pues sus múltiples reinas establecen nidos comunales y aumentan la descendencia de forma cooperativa, pero también compiten para formar una jerarquía de dominancia lineal. Según los autores, la flexibilidad de la evolución del aprendizaje facial en las avispas es sorprendente y sugiere que el conocimiento especializado puede ser una adaptación generalizada para facilitar tareas complejas de comportamiento tales como el reconocimiento individual.
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