El apresuradamente reinaugurado Estadio Nacional requiere de un rediseño de sus estructuras en, por lo menos, dos aspectos básicos: su relación con el entorno exterior y en la readecuación de las antiguas instalaciones correspondientes a las 16 federaciones deportivas, declaró a LA PRIMERA el arquitecto, Augusto Ortiz de Zevallos.
“Ahora el Estadio Nacional tiene que resolver dos cosas más. Iniciar la recuperación de los espacios correspondientes a las 16 federaciones deportivas que lo albergan, a fin de que estas dependencias no se mantengan como los ancestrales convidados de piedra. Y, dos, su relación con la ciudad. Es decir, cómo los espacios que están a su alrededor deben ser intervenidos”, especificó.
Tras recalcar que la relación del Estadio con la ciudad debe ser materia de un replanteo, Ortiz de Zevallos recalcó la existencia de una serie de obras inconclusas, especialmente en el área externa, y como ejemplos citó el escaso tratamiento a las veredas y la paralización de las obras para construir un estacionamiento en la zona sur del primer escenario deportivo nacional.
“Y lo que habría que hacer es organizar una...
reunión conjunta entre el nuevo jefe del Instituto Nacional del Deporte (IPD), Francisco Boza, y la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, para darle una solución integral al rediseño de esta nueva infraestructura… Lo razonable sería corregir, por lo menos, lo que se ha obviado y olvidado. Y también sería bueno que se expliquen los alcances integrales de este proyecto”, remarcó.
NO SOLO FÚTBOLEn todo caso, demandó que se conozcan los principales planteamientos relativos al diseño estructural de la remodelación encargada al consorcio DH Mont, ya que –anotó- el estadio original “tenía una multiplicidad de objetivos que trascendía el aspecto futbolístico”.
En cuanto a la remodelación en sí, consideró que los cambios fueron relativamente menores en el área interna, correspondiente al campo de juego y las tribunas, con la única adición de los palcos suites; a diferencia de las nuevas edificaciones desarrolladas en su zona externa. “Lo que han hecho es cambiar lo que han podido adentro, sobre la base de la edificación preexistente. (Mientras que en el ámbito externo) el Estadio ha tenido siempre una mayor cercanía con el área urbana propiamente dicha, en sus caras occidental y oriental”, especificó.
Reconoció, sin embargo, algunos aspectos positivos de la remodelación alanista, los cuales están circunscritos a la zona interna del escenario deportivo como, por ejemplo, la edificación de los palcos VIP. “Esta construcción de los palcos ha ayudado a que el estadio tenga un mejor tratamiento. De manera que éste y otros componentes adicionados, contribuyen a introducirlo en la modernidad”, anotó.
Ortiz de Zevallos cuestionó que, por las presiones, caprichos y consideraciones políticas egoístas del expresidente Alan García, empeñado en “reinaugurar” a como dé lugar esta mega-obra para satisfacer su infinita vanidad personal, se haya llegado a estos desórdenes en el ámbito estructural del proyecto.
“Esto ha cambiado la lógica natural de un proceso (de construcción) de esta naturaleza. Y, al parecer, dichos desórdenes se han debido más a presiones políticas que a otra cosa”, puntualizó.
Javier Soto
Redacción
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/politica/estadio-nacional-debe-ser-redisenado_93903.html
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