El flamante premier, Oscar Valdés, no tardó mucho en adelantar lo que será la línea de trabajo del nuevo equipo ministerial que empieza a dirigir. Minutos después de jurar el cargo, y desde Palacio de Gobierno, anunció que el nuevo gabinete apuntará a ser más técnico, eficiente y silente, para resolver los problemas del país con más celeridad. La política, añadió, será una potestad casi exclusiva del presidente, Ollanta Humala.
“El gabinete apunta a ser más eficiente, a que los ministros viajen más a las provincias, será un gabinete de mucha gestión, de gente técnica, que trabaja muy rápido, que trabaja para ayer, porque el Perú necesita resolver todos sus problemas de manera concertada. (…) Vamos a ser un gabinete que va a trabajar más y hablar menos”, indicó el también coronel EP en retiro.
A las 8 de la noche, con una puntualidad marcial, el Mandatario dio inicio a la ceremonia en el Salón Dorado, donde juramentó a su nuevo Premier y a 10 nuevos ministros, entre los que se observa una mayor presencia técnica, aunque también partidaria, con dos congresistas de Gana Perú (ver recuadro).
Solo seguirán en sus cargos ocho ministros: Miguel Castilla en Economía, Carolina Trivelli en Desarrollo e Inclusión Social, José Silva en Turismo y Comercio Exterior, Alberto Tejada en Salud, Patricia Salas en Educación, Carlos Paredes en Transportes y Comunicaciones, René Cornejo en Vivienda, y Rafael Roncagliolo en Cancillería.
Al término de la ceremonia, en la que estuvo presente...
el saliente Salomón Lerner, muy cerca del Mandatario, Valdés reiteró que con el nuevo estilo no se dejará de explicar a la población sobre diversos temas, pero que se trabajará más en función de resultados. Él mismo evaluará el cumplimiento de las metas trazadas, sobre todo las que comprenden a varios ministerios.
“Vamos a dedicarnos a hacer gestión, la política la va a hacer el Presidente. Nosotros tenemos que ser lo más técnicos posibles porque los problemas del Perú son muchos y demandan soluciones rápidas (…). Este Gobierno no es de izquierda o de derecha, sino de abajo hacia arriba. Con discusión de ideologías perdemos tiempo”, expresó.
No obstante la percepción de Valdés, no son pocas las voces que señalan que el cambio de gabinete significa una militarización del Gobierno y el advenimiento de una “mano dura” en su conducción. Incluso su propio ‘aliado’, Perú Posible, anunció su distanciamiento por ese motivo.
NO SOY AUTORITARIO
El nuevo Premier rechazó que su elección en el cargo signifique la militarización del gobierno de Humala, y puso como ejemplo de ello el hecho de que los dos ministerios que implican aplicación de la fuerza: Interior y Defensa, han dejado de estar en manos de exmilitares para ser asumidos ahora por dos civiles: Alberto Otárola y Daniel Lozada Casapía, respectivamente.
Asimismo, dijo que el Gobierno no dejará la bandera del diálogo para afrontar los problemas sociales, y hasta anunció la creación de un protocolo de acción para estos casos, que le permita al Ejecutivo reaccionar en diversas zonas del país, en forma simultánea. No dio más detalles del mismo.
“No soy como me pintan, autoritarista o autoritario (…). Lamento que algunas personas quieran hacerme aparecer así. Me gusta la disciplina, que las persona tengan palabra, pero la disciplina no es potestad de los militares”, indicó Valdés, quien también reconoció que el Estado necesita que se respete la autoridad.
ESPECULACIONES
Sobre la forma en la que se produjo el cambio de gabinete, el flamante Primer Ministro dijo que ha habido mucha especulación, sobre todo en lo relacionado con el término del diálogo en Cajamarca, sobre el proyecto Minas Conga.
“Son versiones antojadizas”, dijo Valdés en alusión a la incomodidad que habría sentido Lerner el domingo 4 de diciembre, cuando después de truncarse la firma de acuerdos en Cajamarca, el presidente Humala anunciara el Estado de emergencia en esa región, sorprendiendo con ello incluso al entonces premier.
“(Lerner) no se enteró (del Estado de emergencia) por televisión. (…) Todos sabíamos del Estado de emergencia, pero lo que no sabíamos era exactamente el momento del inicio”, explicó el nuevo premier. Este también negó que en las negociaciones de ese día él se haya entrometido en las mismas para presionar a Lerner y así exigir a los dirigentes cajamarquinos que firmen el acta de acuerdos.
¿CONGA VA?
En otro momento, el Premier insistió en que la solución del problema, que persiste en Cajamarca por la oposición al proyecto Minas Conga, debe partir del entendimiento de que dicho proyecto está sujeto a un peritaje internacional, el cual determinará qué modificaciones se deben hacer para que se lleve adelante.
Tras insistir en que existe la disposición del Gobierno de entablar dos mesas de diálogo en Cajamarca, una para que trate exclusivamente el tema de Conga y otra para ver el desarrollo de la región, reiteró que en esa región persiste la desinformación, y que la posición del Ejecutivo es demostrar que sí se puede hablar de “agua y oro”.
De otro lado, dijo que esta semana los ministros de Desarrollo e Inclusión y de Transportes, irán a Cajamarca para continuar el trabajo de la Comisión Multisectorial encargada de impulsar el Plan Regional de Desarrollo de esa región. Para el 2012, el Gobierno ha presupuestado un monto superior a los S/.4,350 millones en obras de infraestructura y en programas sociales.
Finalmente, reconoció que el Ejecutivo había ordenado el seguimiento de los dirigentes cajamarquinos que alientan el paro en esa región, entre los que estaba Wilfredo Saavedra. Como se sabe, Saavedra y otras cinco personas fueron detenidos a su salida del Congreso y conducidos a la sede de la Dirección Antiterrorista (Dircote), donde permanecieron por 10 horas.
“Se hicieron las pruebas, se llamó al fiscal de turno, y al ver que no había otra prueba más, se les liberó. El Estado debe actuar de manera preventiva. Eso consta en la hoja de detención. Entre ellos habían otras dos personas que habían militado en el MRTA (además de Saavedra)”, señaló Valdés.
LUIS GARCÍA ROJAS: lgarcia@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/12566-valdaes-nuevo-gabinete-va-a-trabajar-maas-y-hablar-menos
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