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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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lunes, 1 de octubre de 2012

Vestirnos de los cuerpos que arrojan la memoria y la violencia


Vestirnos de los cuerpos que arrojan la memoria y la violencia

Tenían la facultad de matar y, de la misma forma, asfixiar con nuestra propia muerte a los que más amábamos, perseguirlos para cansarlos y aterrarlos aún más, exhibiéndose como impunes después de la amenaza, el crimen y el poder. No se describe en lo anterior otro escenario que no sea el que albergó la silla presidencial de Alberto Fujimori Fujimori, aunque se parezca tanto en la repetición a... los mismos escenarios corruptos de tantos otros presidentes a los que la memoria debe regresar y señalar constantemente.
 
Durante estos días muchos de los familiares de las víctimas mortales del gobierno de Alberto Fujimori volvieron a sentir el vértigo de la primera noticia de la ausencia de quienes después fueron encontrados bajo tierra, sin la voz con la que se despidieron. La posibilidad del indulto estremece y trae todo de regreso. La memoria parece frágil. Pero no basta haber perdido a alguien cercano para exigir justicia o para saber que el destino de los asesinos no puede ser otro que el encierro.
 
Fujimori en el arte político
 
Hace algunas semanas, la artista peruana Lucía Cuba presentó “Artículo Nº 6: Narrativas de género, fortaleza y política”, un proyecto que busca, a través del diseño de prendas de vestir, visibilizar nuevamente el caso de las esterilizaciones forzadas realizadas en el Perú entre los años 1996 y 2000. Como hemos visto por este y otros casos, el arte político viene tomando distintos espacios y haciéndose cada vez más fuerte en su discurso y necesario como un puente entre el pasado y la creación, para que las nuevas generaciones puedan indignarse y convertirse por lo menos en activistas de sus propios derechos.
 
Buscando un antecedente al trabajo de Cuba, y ante la coyuntura de un indulto que obviamente es un trato bajo la mesa, volvemos a la obra “Kimono para no olvidar”, realizada en el 2003 por el artista Jorge Miyagui, irónicamente para una exposición en el Centro Cultural Peruano Japonés. Dicha institución había lanzado una convocatoria a varios artistas para la intervención de kimonos, prenda típica japonesa, y su posterior exhibición en su sala como una celebración de sus costumbres. La respuesta de Jorge Miyagui sería una denuncia contra todos, censurada y atacada.
 
Vistiendo de Fujimori
 
Jorge Miyagui puso en evidencia a ciertos sectores de la colonia japonesa en el Perú como cómplices en su silencio frente a los crímenes de la dictadura fujimorista. “Kimono para no olvidar” lleva impresos los rostros de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, Santiago Martín Rivas, Juan Luis Cipriani, entre otros personajes.
 
Para el espectador no fue necesario alcanzar la pieza en la exposición o usarla para llevar en el cuerpo la denuncia que marcó la muerte y la desaparición de otros, y asumirla como un intento por sobrevivir a los actos que parecieron hacernos más pequeños e impotentes frente a un monstruo corrupto que se drogaba del poder que emanaba la banda presidencial sobre su pecho.
 
La obra de Miyagui no pudo ser exhibida en dicha exposición porque la directiva de la APJ (Asociación Peruano Japonesa) decidió desmontarla unas horas antes de la inauguración. Una segunda censura a la misma obra ocurrió en el 2006 en la muestra “Encuentro de zorros” en el Cafae-SE. Posteriormente y a lo largo de casi diez años se ha ido exhibiendo en varios espacios, sobre todo con el proyecto colectivo Museo Itinerante Arte por la Memoria.
 
¿Por qué llevar a Alberto Fujimori sobre la piel como si fuera el sudor ajeno de un asesino y que el agua no puede arrancar? ¿Por qué llevarlo sobre el cuerpo, o a la representación de este, junto a sus frases y sus actos?
 
 “El kimono plantea una interpelación al espectador y busca confrontarlo con nuestra memoria colectiva”, comenta el artista.
 
“Una de las cosas que más llama la atención de los espectadores es el espejo que se encuentra donde debería ir su propia cabeza y se confronta así con su imagen para cuestionarse a sí mismo hasta qué punto el no intervenir termina haciéndote parte del crimen”, agrega Miyagui.
 
“Los derechos humanos son una cojudez”
 
La frase salta nuevamente desde el kimono, precisa para retratar a quien la dijo y gozó de los brazos asesinos de la dictadura y, claro, desde el lado de quienes fueron protegidos por su propia corrupción, sin convicciones e ignorando los cadáveres de los que se iban rodeando.
 
Ahora la misma persona se suma cínicamente a la campaña por un indulto que de otorgarse no hará más que volver a asesinar y desaparecer a las víctimas del gobierno de Fujimori, arrastrando a sus familias a la frustración en su búsqueda de la justicia que como país les debemos.
 
Así es, el kimono que confeccionó Jorge Miyagui hace casi diez años es otra piel sobre la nuestra, que la ataca para encararnos y exigir el deber que tenemos de encerrar a nuestros asesinos y no canjearlos por intereses políticos, ni vendernos a lo que nos ofrecen por su libertad.
 
Abiertas las rejas, la impunidad y la vergüenza serán una corona sobre la cabeza de quien se sienta ahora en la silla presidencial.    
 
 
Jorge Miyagui comenta sobre su pieza:
 
“Se plantea el ‘Kimono para no olvidar’ como un re-significado en el acto de ‘vestirse’ con el de asumir una actitud crítica y autorreflexiva, sensible al dolor humano y a la injusticia social. No podemos construir la tranquilidad de nuestras vidas en base a la negación de nuestro semejante. Lamentablemente, esta práctica social se vuelve muy cotidiana: un ominoso sentido común dispuesto a asumir el costo de la violencia mientras sean otros quienes la paguen”.
 
 
Cecilia Podestá
cpodesta@diario16.com.pe


Fuente: http://diario16.pe/noticia/19485-vestirnos-de-los-cuerpos-que-arrojan-la-memoria-y-la-violencia

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