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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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viernes, 12 de abril de 2013

Gay a los seis: la homosexualidad en los niños

Disclaimer de tarjeta de invitación a un cumpleaños
Mariana Alegre*

Hace un par de semanas leí una carta de un padre a su hijo que se volvió un viral en las redes sociales. El amor de ese padre me conmovió muchísimo y creo que es un excelente ejemplo de como un padre o madre pueden entender y apoyar que...
uno de sus hijos no sea heterosexual. Aquí pueden ver la carta y esta sería su traducción:
“Nate,
Anoche escuché la conversación telefónica que tenías con Mike acerca de tus planes para contarme que eras gay. La única cosa que necesito que planees es traer jugo de naranja y pan después de clases. Nosotros ya “salimos del closet”, al igual que tú ahora.
Sé que eres gay desde que tenías seis años.
Y te he amado desde que naciste.
Papá
Ps. Tu mamá y yo creemos que tú y Mike hacen una linda pareja”.
La carta es genial pero, ¿qué hubiera pasado para esa familia si es que los padres o el hijo se hubieran atrevido antes a hablar del tema? Quizá muchos años de angustias se habrían evitado. Imagino el gran peso que Nate se ha quitado de encima.
Unas semanas atrás publicamos este post en el FB de Mamacitas donde un papa gay da varias sugerencias para que los padres sepamos como hablarles a nuestros hijos de la existencia de parejas no heterosexuales y así es que llego a este otro blog Raising my Rainbow cuya autora cuenta las aventuras y dudas que le surgen al criar a su hijo, de seis años, que es “gender-confused”, es decir, de “genero confundido”.
Al igual que muchos de ustedes yo nunca había escuchado ese término y decidí averiguar a qué se refería. Este post lo que busca es invitar a padres y madres con niños que quizá encajen en alguno de esos perfiles a revisar los links que les comparto (lamentablemente la mayoria están en ingles). Aquí están algunas definiciones que encontré:
Gender Confused Kids/ Niñ@s de Género confundido
Se refiere al caso de niñ@s pequeños que aún no definen su identidad de género. Son niñ@s que gustan de asumir los roles del sexo opuesto a los de su sexo biológico. En el caso de los hombres estos podrían ser afeminados, tener gustos muy marcados por juguetes y colores considerados “típicamente’ de niñas, prefieren juntarse con ellas y evitan actividades asociadas con los niños. En el caso de las niñas es igual: prefieren colores, juegos y actividades considerados por la sociedad como masculinos.
Ojo, esto no quiere decir que estos niños y niñas vayan a ser definitivamente  gays o lesbianas aunque algunos luego sí manifiestan abiertamente su homosexualidad en la adolescencia o adultez.
Gender Creative Kids / Niñ@s de Género Creativo
Este concepto quizá es más difícil de definir. Se refiere a los niñ@s que gustan de actividades y usan juguetes y ropa correspondientes a los roles del sexo opuesto. La diferencia con los niñ@s de género confundido es que ellos no afirman su pertenencia al sexo opuesto y, al contrario, saben (y lo comunican) que son niños o niñas según el sexo biológico con el que nacieron.
Resulta que además hay otras definiciones como estas: Trans Gender Kids o Niñ@s transgénero, GenderVariant o de Género Variable y Gender Queer.
En este otro blog Raising my Boychic la autora hace una diferenciación entre la crianza en diversidad y la crianza de niñ@s de género creativo.
Mientras investigaba sobre estos temas encontré que no sólo hay una terminología específica sino muchas investigaciones y estudios en marcha sobre estos fenómenos relacionados al género. En Canadá se organizó el National Workshop for Gender Creative Kids organizado por Concordia University. Aquí pueden leer un resumen de la conferencia escrito por la Phd. Elizabeth Meyer [en inglés].
Otro ejemplo: en Julio en los Estados Unidos habrá una conferencia llamada  2013 Gender Spectrum Professional’s Workshop en Berkeley en la que no sólo se discuten y presentan estudios sino que se ofrece talleres para padres, apoyo psicológico para padres y niños, asistencia legal y hasta la posibilidad de que los niñ@s puedan conocer a otros niñ@s como ellos.
De la misma manera, el debate y la cada vez más abierta discusión de estos asuntos ha permitido que escuelas acepten que niñ@s que se identifican con un género distinto puedan, por ejemplo, usar los baños del género del cual se sienten parte. Otro tema fundamental y que también está relacionado a los colegios tiene que ver con las políticas que estos aplican en la prevención del acoso y la discriminación relacionados con la diversidad sexual. Este artículo, también de Elizabeth Meyer es muy claro respecto a qué acciones pueden (y deben) tomar los colegios para “crear un ambiente de aprendizaje seguro y que brinde apoyo a todos sus estudiantes”. El artículo es buenazo y da una mirada completa sobre el tema. Lamentablemente también está en inglés.
Pero, ¿cómo los padres lidian con una situación que escapa a lo común? y ¿cómo hablar con la familia, amigos y otros adultos (profesores, doctores…) y amigos de sus hijos sobre su género “diferente”? Precisamente, lo que me pareció muy interesante del blog Raising my Rainbow es que sirve para que muchísima gente que tiene niños y niñas pequeños y que manifiestan un género que no es con el que biológicamente nacieron, encuentran un espacio para compartir sus dudas, aprender de la experiencia de otros y, en muchos casos, encontrar confort. Algo que es tan necesario cuando el camino que sus hijos e hijas están siguiendo no es el mismo al que la sociedad está acostumbrada.
Un ejemplo, extraído del mismo blog, es el de la tarjeta de cumpleaños que una madre de un niño de 8 años (que gusta vestirse con ropa de niña y pide juguetes de niña) envío a los invitados a la fiesta (ver foto del post). Esta es la traducción (a mi modo):
“Una nota rápida para nuestros nuevos amigos:
Para aquellos que aún no han tenido el placer de realmente conocer a nuestro fabuloso XXXX, a él le gustan cosas que pueden ser consideradas tradicionalmente sólo para niñas. Cuando estén comprando un regalo, a XXXX le encantará cualquier cosa que sea como para un niña de 8 años.
Oh sí! Y si no se sienten cómodos con un niño de ocho años usando un vestido entonces quizá prefieran dejar pasar esta ocasión :) ”.
Por supuesto, estos procesos no están libres de críticas ni fuertes oposiciones. Quizá una de las críticas más interesantes sea que al hablar/discutir de estos temas con los niñ@s, los adultos no hacen sino confundirlos respecto de su género y, posteriormente, su sexualidad. Sin embargo, ¿qué otra forma existe sino es hablando y apoyando a tu hij@ sobre las tribulaciones que pasan por su cabecita?
Teniendo en cuenta lo conservadora que es la sociedad peruana (y la de muchos otros países) es probable que para muchos, los contenidos de este post les resulten impensable y hay quienes dirán que los niños no pueden tener una opción sexual definida siendo tan pequeños. Sin embargo, los invito a conversar con algún amigo o amiga gay o lesbiana y que le pregunten desde cuando ellos sentían, sabían que su naturaleza no era heterosexual. Muchos les dirán que lo sabían desde muy pequeños y que no es que hayan tenido “un día” en el que recuerdan haberse vuelto conscientes de eso. Simplemente, siempre lo supieron.
Pero no solamente se trata de “percepciones” o “sentimientos”, biológicamente los niños pequeños desarrollan su identidad de género en su primer año de vida. Copio (y traduzco) un fragmento obtenido de la web inglesa Healthy Children:
“Los niños pequeños, en realidad, empiezan a desarrollar fuertes identidades de género antes de la mitad de su niñez. La conciencia de un niñ@ sobre ser hombre o mujer empieza en el primer año de su vida. Normalmente empieza hacia los 8 o 10 meses de edad, cuando los pequeños descubren sus genitales. Luego, entre el primer y segundo año, los niñ@s se vuelven conscientes de las diferencias físicas entre niños y niñas; antes de su tercer cumpleaños pueden fácilmente etiquetarse a sí mismos como niño o niña ya que logran tener un fuerte concepto sobre sí mismos. Hacia los cuatro años, la identidad de género de los niños ya es estable, y ell@s saben que siempre serán niño o niña”. Aquí la nota completa.
Al final les dejo esta bonita columna escrita por Santiago Roncagliolo en la que cuenta la experiencia de criar a su hijo de 4 años a quien le gusta jugar con muñecas y no le gustan los monstruos alienígenas. Su texto habla del miedo de un padre a tener un hijo distinto y no por que sea o no gay, sino por que ser diferente es duro. Lo bonito del texto es que como él mismo dice “Si todos son diferentes, nadie lo es”.
*Mamacita residente
 

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