Jens Breivik vive en Francia y no ha visto a su hijo desde hace 15 años. “Nunca más podré volver a Noruega”, comentó
Diplomático Jens Breivik. (Imagen: capitolscoundrel.com)
“Digan claramente que no tengo nada que ver con ese terrorista”, sostuvo ante la prensa francesa el padre de Anders Behring Breivik, el noruego que reconoció haber asesinado a 76 personas el viernes pasado en un doble atentado.
Jens Breivik, diplomático jubilado de 76 años, vive en Cournanel, un pueblo al sur de Francia y aceptó ser entrevistado por diez minutos por el diario regional “La Dépache du Midi”. Aseguró que esa sería su “última entrevista”.
“No quiero hablar más de mi hijo, es un terrorista”, dijo en inglés para luego recordar otra entrevista que le concedió al canal de televisión TV2 de Noruega, donde sostuvo que Anders Breivik “debería haberse suicidado (…) en lugar de matar a tantas personas”.
Jens y su hijo no se ven desde hace 15 años.
“Nunca más podré volver a Noruega”, agregó Jens Breivik antes de subrayar “su voluntad de quedarse en Cournanel” convertido “ahora en nuestra tierra de asilo”.
“Las palabras nunca podrán describir lo que siento hoy en día, seguramente mañana y también pasado”, dijo el ex diplomático noruego, que según el citado diario “es un hombre infinitamente triste” que durante la entrevista tenía los ojos “enrojecidos e hinchados”.
Jens Breivik, diplomático jubilado de 76 años, vive en Cournanel, un pueblo al sur de Francia y aceptó ser entrevistado por diez minutos por el diario regional “La Dépache du Midi”. Aseguró que esa sería su “última entrevista”.
“No quiero hablar más de mi hijo, es un terrorista”, dijo en inglés para luego recordar otra entrevista que le concedió al canal de televisión TV2 de Noruega, donde sostuvo que Anders Breivik “debería haberse suicidado (…) en lugar de matar a tantas personas”.
Jens y su hijo no se ven desde hace 15 años.
“Nunca más podré volver a Noruega”, agregó Jens Breivik antes de subrayar “su voluntad de quedarse en Cournanel” convertido “ahora en nuestra tierra de asilo”.
“Las palabras nunca podrán describir lo que siento hoy en día, seguramente mañana y también pasado”, dijo el ex diplomático noruego, que según el citado diario “es un hombre infinitamente triste” que durante la entrevista tenía los ojos “enrojecidos e hinchados”.
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