En defensa de la PUCP

Cuando estudiaba el pregrado de Historia, uno de los profesores que tuve dijo una vez en clase algo que se me quedaría grabado para siempre: “el Historiador debe ser aguafiestas por naturaleza”. Tediosa y odiosa labor la que le cabe, porque es él quien tiene que recordar eso de lo que nadie se quiere acordar, y más aún, debe hacer que los demás recuerden lo que algunos (siempre con algo de poder y mucho que perder) quieren que se olvide. Pues bien, fiel a lo que mi oficio manda, a cumplir con mi función y a aguar una fiesta.

En estos días no son algunos, sino varios, los que vienen tratando de confundir a los demás y hacer que se olviden de lo que realmente es la Pontificia Universidad Católica del Perú, mi alma mater. Igualmente, desde hace un tiempo las palabras izquierda, caviar, rojo o socialista no solo han sido estigmatizadas, sino que se les ha asociado injustificadamente, creo yo, a mi Universidad. Lo raro de eso es que al mencionar a Roque Benavides, Jorge Avendaño, Luis Carranza, José Miguel Morales o José Ugaz, que son algunos de los más importantes personajes de la empresa privada, la gestión pública, y el derecho en el Perú, a nadie se le ocurriría calificarlos como “rojos” o de izquierda. Lo mismo pasaría si se tratara de Lourdes Flores o Jaime de Althaus, a nadie se les ocurriría ponerlos en ese paquete. Pero, ¿qué tienen que ver todos ellos con la PUCP? Pues, sencillamente, que estudiaron ahí.

¿Una Universidad tan radicalmente de izquierda, como se supone es la Católica del Perú, podría producir egresados de una marcada tendencia neoliberal o de derecha? Obviamente no.

Pero vamos más allá. Hay dos personajes en la política de este país (también egresados de la PUCP) cuyo extremismo religioso y simpatía por los gobiernos autoritarios son bastante conocidos. Estos son...
Martha Chávez, tristemente célebre por su reciente suspensión del Congreso de la República; y Rafael Rey, famoso por su militancia en el Opus Dei (característica que comparte con Chávez), por su colaboración con el último gobierno de Alan García y su ¿reciente? cercanía con Keiko Fujimori. ¿Alguien podría decir que ambos son izquierdistas o caviares? Una vez más, no.

Sin embargo, hay alguien cuya abierta y extrema ojeriza a mi alma mater, no solo me ofende (pues como dijo Jorge Bruce “con mamá nadie se mete”), sino me sorprende, ya que él también es egresado de la PUCP. Aldo Mariátegui dirige un diario desde el que periódicamente enfila su artillería hacia la universidad que lo formó y a cuya asociación de egresados pertenece (irónico, ¿no?). Su conducta es desleal, extraña e incomprensible; además, habiéndola calificado como “Pura Universidad de Cojudez del Perú” -jugando obviamente con las siglas PUCP- ¿se habrá dado cuenta de cuál sería la categoría en la que se encuadraría él como egresado de la misma?

Es cierto que en la facultad de Ciencias Sociales hay gente de izquierda, pero en Derecho la tendencia más fuerte es la derecha. Y es que se trata de una universidad plural, que tiene una confesión religiosa marcada y declarada, pero que respeta todos los credos. En ella hay de todo, gente de izquierda y de derecha, liberales y conservadores, ateos, agnósticos, musulmanes y católicos. Si tuviera que escoger adjetivos para calificarla no pensaría ninguno que tuviera que ver con ideologías o tendencias políticas, sino algunos como progresista, universal y tolerante.

Solo una pregunta más: ¿quién y qué quiere lograr desacreditando y deformando la imagen de una institución que no ha hecho más que aportar con varias de las personas más importantes de la ciencia, la cultura, la educación, el arte, la economía, el derecho y la política del Perú?

JUAN CARLOS DE ORELLANA S.: Historiador de la Pontificia Universidad Católica del Perú / Docente de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas

Fuente: http://diario16.pe/noticia/9489-en-defensa-de-la-pucp