Por Pedro Francke para el diario "La Primera", recomiendo su lectura:
"Pablo Secada es un economista neoliberal. Durante la campaña electoral
pasada fue la cara visible de la comisión de programa de PPK. Es también
regidor de la Municipalidad de Lima por el PPC.
Siendo yo de la orilla contraria en cuanto a ideología y posición
política, ¿debiera votar por el Sí para que deje de ser regidor?
PPK me recomendaría que Sí. Es lógico: PPK dice que votará por el SI en
el caso de los regidores de Tierra y Libertad y el MAS a quienes, por
oponernos al neoliberalismo y los ecocidios, tilda de antimineros. Su
criterio es puramente ideológico. Con el mismo rasero, quienes somos de
izquierda debiéramos votar porque se vayan quienes representan a...
la
derecha. En realidad, siguiendo el criterio de PPK, debiéramos votar
porque se vaya toda la bancada del PPC.
Así
como no comparto las ideas de PPK en lo económico, tampoco comparto sus
criterios en este caso. Porque el razonamiento de PPK tiene, digámoslo
así, algunas lagunas. Imaginémonos que cada vez que sale elegido un
alcalde o presidente regional de derecha, lo primero que hacemos desde
la izquierda es tratar de revocarlo. Y si al mismo tiempo, cada vez que
un izquierdista sale elegido, la derecha se lanza en campaña para
revocarlo (como efectivamente ha pasado en Lima).
¿Sería esto bueno para la gobernabilidad democrática? ¿Nos traería
mejor gestión pública? ¿Acaso las condiciones de debate nacional y de
formación de consensos serían mejores? Es claro que no.
La
democracia no solamente consiste en que se sigan los procedimientos
legalmente establecidos, también es utilizar algunos de los recursos que
la ley nos permite con moderación y respeto. Es legal que los
congresistas presenten interpelaciones y censuras a los ministros y
gabinetes, pero no debe hacerse a cada rato. Está dentro de la ley pedir
la vacancia de la Presidencia de la República de acuerdo a las causales
establecidas en la Constitución, pero debiera hacerse cuando realmente
el caso lo amerita. La democracia también requiere “fair play”.
PPK
también se olvida las condiciones de esta revocatoria, que sale luego
de una campaña en la que millones de soles han financiado galletas para
recoger firmas y un JNE
amañado ha dado curso al proceso de forma evidentemente fuera de la
ley. ¿Eso no importa? ¿Que los impulsores de la revocatoria escondan su
cara y sus fondos, es irrelevante?
Siguiendo la nomenclatura que
ha propuesto el politólogo Eduardo Dargent, podemos clasificar a PPK
como un “demócrata precario”. Otros lo llamarían “demócrata convenido”.
Solo defiende la democracia cuando le conviene. En este caso, el límite
de sus convicciones democráticas es la defensa del modelo económico;
pasada esa barrera, entra al “Todo Vale” de la revocatoria.
Por mi parte, votaré porque Pablo Secada siga siendo regidor de la Municipalidad de Lima.
Será neoliberal, pero creo que es honesto y capaz, y aunque no voté por
él en las elecciones pasadas, creo que hay que ser respetuoso con la
democracia y los ciudadanos que lo eligieron. La democracia, como los derechos humanos,
debe ser defendida también cuando no nos conviene. A PPK eso
seguramente le parecerá una pequeña e insignificante laguna, como las de
las alturas de Cajamarca. Para nosotros, es cuestión de principios.
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas-y-colaboradores/una-leccion-de-democracia-a-ppk_133632.html
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