Catherine Dávila Arenas no es una joven cualquiera. Ella es bióloga de profesión y se graduó nada menos que con honores de la Universidad Nacional Jorge Basadre de Tacna. Su buen rendimiento académico le permitió conseguir el año pasado una de las 129 becas Haya de la Torre, creadas por el gobierno aprista, para estudiar una maestría en una de las universidades más prestigiosas del país.
Pero hoy Catherine se siente estafada. Resulta que una parte fundamental de la beca no le ha sido otorgada por la Oficina de Becas y Crédito Educativo (OBEC) del Ministerio de Educación. Se trata de S/. 1.000 que le debieron depositar mensualmente desde que empezó las clases para que pueda cubrir gastos de alimentación, alojamiento y materiales de estudio.
Por esa razón ella se ha visto obligada a trabajar en algo que nada tiene que ver con su profesión. “Yo hago así como de secretaria en una oficina de agroexportaciones . Pero son trabajos de oficina; puro excel y cuadros”, me dice con buen ánimo, a pesar de la difícil situación en la que se encuentra.
Su calvario empezó en marzo pasado cuando llegó a....
Lima -donde no tiene ningún familiar- para iniciar sus estudios de maestría en Ciencias Ambientales en la Universidad Agraria gracias a la promocionada beca Haya de la Torre. Ella vino a la capital con una modesta suma de dinero que le serviría, como me cuenta, “para sobrevivir hasta que me depositen lo de la beca”. Sin embargo, pasaron varias semanas y la OBEC no le daba una respuesta clara sobre el dinero.
Según el artículo 8° de las normas complementarias de la beca Haya de la Torre, “en el caso que los becarios no residan en la localidad donde se desarrollará la maestría, la beca incluye, adicionalmente, la cobertura de los costos de transporte, alimentación y hospedaje”.
La resolución ministerial 0284- 2009-ED dispone la entrega de S/. 400 por concepto de subvención económica para “el apoyo a la ejecución y desarrollo de los estudios de maestría y de su trabajo de investigación, el mismo que se abonará al momento de inicio de clases”. De la misma manera, la norma señala que se otorgará a los becarios S/. 600 para “apoyo de gastos, de alimentación y alojamiento, que se abonará desde el mes en que se matricule el beneficiario”.
Catherine, junto con los otros nueve becarios Haya de la Torre que estudian en la Universidad Agraria, han recibido un préstamo de S/. 2.000 por parte de esa casa de estudios luego de explicarle la situación en la que se encuentran.
LOS PASEAN
Otro de los becarios es Javier Rosado Sandoval. Él estudia una maestría en Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Cayetano Heredia desde la tercera semana de marzo. Muy fastidiado con la OBEC me cuenta que les debe dinero a varias personas. “Yo estoy con préstamos y préstamos para poder sobrevivir, por los pasajes y todas esas cosas”, explica.
A diferencia de Catherine, Javier vive en Lima por lo que solo le corresponde la suma de S/. 400; dinero que le permitiría dejar la angustia de tener deudas. Mientras narra su situación recuerda que “el trato de la beca era que no podíamos trabajar porque teníamos que cumplir con las notas y estar en el tercio superior. Y a cambio de eso nos iban a dar, en mi caso, -o sea, a los que son de Lima-, una subvención de 400 soles”.
Lo que más le indigna es que miembros de la OBEC le mientan y lo sigan paseando. Según Javier, en marzo le dijeron que la subvención económica iba a “demorar un poco”. Luego le informaron que el Ministerio de Educación, presidido entonces por Víctor Raúl Díaz Chávez, no iba a desembolsar ni un centavo hasta que todos los becarios hayan iniciado sus clases.
“Ellos se basaban en que todos los becarios a nivel nacional deberían empezar las clases, y si alguna universidad no había empezado las clases, entonces no podían desembolsar nada. Pero en algunos casos, como el mío, ya había empezado a estudiar en marzo, otros recién empezaron en junio”, declara.
Lo que la OBEC le dijo a Javier y al resto de becarios no era cierto. En junio, cuando ya todos los becarios habían empezado sus maestrías en las diferentes universidades del país, la Oficina de Becas y Crédito Educativo, presidida por María Bazán Naupay, les comunicó -sin un ápice de vergüenza- que los trámites continuaban, los papeles seguían en camino (a ningún lado), y que pronto habría respuesta sobre el dinero. “Pero eso fue hace más de tres meses”, resalta el joven estudiante.
Como no recibía respuesta, Javier se puso a averiguar por qué razón no le depositaban su dinero y se dio con la sorpresa que a la primera promoción de los becarios Haya de la Torre también le ocurrió lo mismo.
“La promoción de los primeros becarios Haya de la Torre me dijeron que sufrieron lo mismo. Demoraron casi un año en depositarles el dinero. También tuvieron que quejarse, ir a la OBEC para que los atendieran”, revela.
“Es todo un proceso”
Aunque suene increíble, durante todo este tiempo la directora de la OBEC, María Bazán Naupay, ha tenido conocimiento de que no se ha cumplido con los becarios. “Sí, sí, es verdad”, me confiesa sin ánimos de querer demostrar que su gestión viene haciendo todo lo posible para poder pagarles los casi siete meses que le deben a los ganadores de la beca.
En un tono nada convincente ella aduce que el dinero (S/. 1.000 mensuales por cada becario) no ha sido depositado porque el gobierno de Alan García emitió, a fines de abril, el muy cuestionado decreto de urgencia 012, con el que paralizó el gasto público de todos los ministerios hasta el 28 de julio, día del cambio de mando.
“Cómo podíamos continuar con el trámite si el gobierno nos decía que no podíamos ejecutar. Y ese decreto recién se ha levantado a fines de junio y de ahí nomás ha venido el cambio de gobierno”, se defiende. Pero este decreto de urgencia fue derogado el 11 de junio, es decir, 47 días antes de que ingresara a la presidencia Ollanta Humala. ¿Qué hizo la OBEC durante todo ese tiempo? Aparentemente nada.
En poco más de 10 minutos que diario16 conversó con Bazán Naupay, la frase “es todo un proceso” la repitió innumerables veces. Al consultar con otro becario, quien prefirió mantener su nombre en reserva, sobre lo dicho por la jefa de la OBEC, este aseguró que “eso mismo nos viene repitiendo a todos los estudiantes desde marzo pasado”.
Finalmente, María Bazán Naupay aseguró que en un plazo máximo de tres semanas los jóvenes becarios Haya de la Torre recibirán la subvención económica que les fue otorgada por méritos propios.
“En dos o tres semanas ya les están abonando a sus cuentas, si es que los jóvenes, ya con la coordinadora de becas Haya de la Torre, le han entregado toda su documentación correspondiente para que tesorería les pueda hacer los pagos”, promete la directora de la OBEC, aunque su tono de voz suena más a querer evadir el problema.
DIEGO HERNÁNDEZ: dhernandez@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/9603-aabecas-haya-de-la-torre-son-una-farsa
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