Redacción
Penny murió de una hemorragia cerebral a los 65 años.
De las 1.500 personas que fallecen a diario en el Reino Unido, Penny era una de las que querían donar sus órganos.
Según su marido, Cyril, Penny siempre fue clara sobre sus intenciones
"Siempre creyó que los órganos eran una especie de préstamo, y que si se pueden usar después de la muerte, hay que hacerlo. Para ella no había dos opiniones al respecto."
Daryl y su marido, Alex, viajaron 360 kilómetros, desde Devon, en el suroeste de Inglaterra, hasta el hospital de King's College, en Londres.
Alex tiene 52 años y ha estado enfermo, de manera intermitente, por los últimos veinte años. Padece de la llamada enfermedad poliquística renal.
Daryl explicó sus sentimientos
"Me siento culpable porque alguien tuvo que morir para que esto fuera posible. También, tengo miedo de que las cosas no funcionen y que lo pierda."
Decisiones rápidas
El corazón de Penny fue mantenido palpitando hasta que...sus órganos pudieran ser separados del cuerpo, pero había urgencia de extraerlos antes de que se deterioraran.
Dos cirujanos participaron en la operación, un especialista cardiotoráxico y un cirujano del abdomen.
Cuando los órganos son extraídos, se busca que estén en buena forma. Los órganos fueron enviados a tres hospitales del país vía correo motorizado, ambulancia y helicóptero.
Alex fue el primer receptor de los órganos donados por Penny. Mientras se encaminaba hacia la riesgosa operación, hubo lágrimas, ya que era la cuarta vez que su esposa se despedía de él antes de una cirugía.
Andreas Prachalias, el cirujano jefe en la operación de Alex, le explicó a la BBC que durante esa operación hay un punto clave
El segundo riñón de Penny lo recibió Michael, de 66 años, en el hospital de Hammersmith, donde el paciente había tenido que esperar otras cuatro horas para las pruebas de compatibilidad.
No se le retiró su riñon deteriorado, pero recibió el de Penny de manos del cirujano Vassilios Papalois.
"No creo que haya otra especialidad quirúrgica que ofrezca estas alegrías. Implica mucho estrés, pero también mucha alegría", afirmó el médico.
La operación de Michael salió bien y, después de un mes en el hospital, pudo volver a casa "muy agradecido", luego de haber estado atado al hospital y a una máquina de diálisis por siete años.
El destino de un corazón
El corazón de Penny voló hasta el hospital Queen Elizabeth, de Birmingham, en el centro de Inglaterra, para el receptor más joven de todos, Zoe, de 16 años.El profesor Robert Bonser explicó que ella estaba al borde de la muerte. Su madre, incluso, había planificado su funeral.
Pero, a las 24 horas de que se hubiera declarado a Zoe como prioridad en la lista de trasplantes urgentes, su familia recibió la noticia de que había un corazón disponible.
Sin embargo, los pacientes pueden empezar a rechazar los órganos. Éstos deben tomar medicamentos por el resto de su vida y el 15% sufre algún tipo de rechazo durante el primer año.
El último trasplante de Alex había fracasado porque su cuerpo no consiguió adaptarse a los inhibidores del rechazo. Pero esta vez su cuerpo sí se adaptó.
En el caso de Zoe, ésta se sintió bien, pero seis semanas después de la operación, su cuerpo dio señales de rechazar el corazón.
Tras una semana en el hospital y una dosis de medicamentos mayor, se le permitió a Zoe volver a casa.
Al fin del proceso, la familia de Penny recibió una carta detallando dónde estaban sus órganos y el estado de salud de los receptores.
La emoción los embargó al leer la carta de Carol Wylie.
"No deberían agradecernos," dijo Cyril entre lágrimas.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/12/111130_destino_organos_transplante_cr.shtml
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