En su artículo, el oncólogo hace una comparación de los casos de cáncer diagnosticados a presidentes y expresidentes en Latinoamérica, incluido Alberto Fujimori, basándose en la recurrencia, que se refiere a la posibilidad de que el tumor pueda regresar después del tratamiento.
Por ejemplo, Huerta indicó que “el cáncer de laringe de Lula tiene un
moderado riesgo de recurrencia por el gran tamaño que tuvo el tumor
cuando fue diagnosticado; lo mismo se puede decir de...
los linfomas de
Rousseff y Lugo que son tumores que, de acuerdo a su variedad, pueden
tener una moderada probabilidad de recurrencia”.
En relación con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, Huerta
precisó que el cáncer de próstata que este tiene es de “muy bajo riesgo
de recurrencia” ya que fue detectado y operado a tiempo y porque “ese
cáncer casi nunca regresa”.
En cambio, cuando opinó sobre el cáncer del jefe de Estado de
Venezuela, Hugo Chávez, el oncólogo dijo que “es de muy alto riesgo de
recurrencia” debido a que recayó solo ocho meses después de haber
completado un tratamiento intenso con cirugía, quimioterapia y
radioterapia.
Huerta concluyó que, salvo Hugo Chávez, el resto: Fujimori, Lula, Lugo,
Rousseff y Santos, “tienen cáncer en remisión completa, es decir, están
en la situación de lo que los oncólogos llamamos “libres de
enfermedad”. Obviamente, ninguno de ellos (ni siquiera Chávez) está en
situación de cáncer terminal, que es aquella condición en que la
enfermedad está fuera de control, ya no responde a ningún tratamiento y
la muerte es inminente”.
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