“Podemos ganar más vendiendo mangos que PC”
Trabajó para los gobiernos de Fujimori, Paniagua y Toledo, y apoyó a Keiko Fujimori. Dice que ya tiene el bicho de la política. Con ustedes, Alfredo Ferrero.
Alfredo Ferrero fue uno de los impulsores del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. Señala que este hecho cambió nuestra historia reciente.
PERDIÓ A SU PADRE A LOS 15 AÑOS.
Sí, y desde entonces me dediqué a trabajar. Terminé la secundaria becado y, si bien antes era un alumno bueno, a partir de entonces, y para mantener la beca, fui el mejor. En la Universidad Católica fui el primero de mi promoción, y mi rendimiento me permitió llegar a Harvard.
¿LA POLÍTICA LO RETA?
Entré a ella por accidente. Pero, una vez que lo haces, el bichito se te queda. A pesar de ser abogado, no me dediqué a la política porque, como perdí a mi padre, tuve que dedicarme a trabajar y a producir.
¿LOS POLÍTICOS NO TRABAJAN NI PRODUCEN?
(Ríe). Los políticos trabajan, pero no producen mucho (risas).
TRABAJÓ PARA VARIOS GOBIERNOS.
Fui viceministro de seis ministros y de tres presidentes. Debí ir con Fujimori a Dubái, el famoso viaje por la APEC del que ya no volvió, pero murió mi abuelo. Yo fui uno de los promotores de la APEC y de los Tratados de Libre Comercio (TLC).
¿EL MINISTERIO DE COMERCIO EXTERIOR NACIÓ POR NECESIDAD?
Fue un cambio de mentalidad. Hasta entonces habíamos equivocado nuestra estrategia: mirábamos a la Comunidad Andina, que representaba el... 7% de nuestro comercio, y nos habíamos olvidado del 93% restante. Estados Unidos no tenía agenda, Asia no existía, Europa pululaba con preferencias arancelarias. No había una política de Estado que promoviese las exportaciones y la descentralización del comercio exterior. Cuando entré al ministerio, no sabía nada de comercio exterior más allá de algunos cursos, pero era un buen negociador.
¿NEGOCIAMOS BIEN NUESTRO TLC CON ESTADOS UNIDOS?
Fue una negociación dura, pero terminó siendo histórica porque les dio pie a todas las demás.
¿CUÁNTO NOS HAN BENEFICIADO?
Cuando se firman estos tratados, uno debe saber qué cosa cede y qué cosa pide. Pero hay otro elemento: cuando se negocia con un país grande y las economías son complementarias, el país que más gana es el que accede al mercado más grande. Eso le pasó al Perú.
¿DEBEMOS MIRAR A LOS TLC COMO UNA POSIBILIDAD DE VENTA MÁS QUE DE COMPRA?
Las oportunidades son de ida y vuelta. Un Tratado de Libre Comercio solo es un acuerdo comercial de reglas claras cuyo objetivo es promocionar la compra y venta de productos de un país hacia otro, así como captar inversiones.
¿ACASO NO ES MEJOR TENER UN PAÍS DE PRODUCTORES ANTES QUE DE CONSUMIDORES?
Lo ideal es ser un país industrializado y tener bienes para exportar y, con esos recursos, desarrollar mejores condiciones internas. Tenemos condiciones innatas en sectores como la agroindustria, las confecciones y en los minerales y metales. No exportamos tecnología y quizás nunca seamos un país que la exporte pues, aunque podamos crearla, no somos un país tecnológico.
NO NOS CARACTERIZAMOS POR REGISTRAR PATENTES…
Cuantas más patentes registra un país es cuando más tecnología usa. Aquí falta que el Estado y la empresa privada inviertan en la transferencia de ciencia y tecnología. El país debe analizar qué le conviene: meterse a crear y vender tecnología que ya está hecha, y a buen precio, o dedicarse a producir productos locales, únicos, por los que se pagará un muy buen dinero. Uno compra una computadora cada dos años, pero la alimentación es diaria. Por eso, quizás sea más rentable vender mangos que PC, pues su frecuencia de consumo es mayor. Además, por ejemplo, si la computadora es china compite con la americana y con la japonesa; en cambio, nuestros mangos son únicos, no tienen competencia. No hay que medir el valor unitario del producto sino el contexto de la frecuencia y el valor.
TIENE EL BICHITO DE LA POLÍTICA PERO NO ES CONGRESISTA, NI MINISTRO, NI TIENE CARGO PÚBLICO…
En la política hay que tener el don de la ubicuidad. No perseguiré un puesto político por perseguirlo. Varios partidos me invitaron a ser parte de su plancha, de su lista al Congreso, y yo no acepté. Después de ver todos los escándalos del Parlamento actual, creo que no fue una mala decisión decir que no.
¿ACEPTARÍA SER MINISTRO DE OLLANTA HUMALA?
Depende de la política que realice. Si su trabajo va de acuerdo con mis principios y propuestas de manejo del país, yo puedo apoyar. Nunca he pretendido un puesto solo por tenerlo. Durante el segundo gobierno de García se me invitó a ser ministro, pero no acepté…
EN LA SEGUNDA VUELTA APOYÓ A KEIKO. ¿FUE UN ERROR?
No, ella fue una buena candidata y es una buena persona. Desde mi opinión, como partido, el fujimorismo debe relanzarse y reestructurarse, pero yo no estaré allí.
PERDIÓ A SU PADRE A LOS 15 AÑOS.
Sí, y desde entonces me dediqué a trabajar. Terminé la secundaria becado y, si bien antes era un alumno bueno, a partir de entonces, y para mantener la beca, fui el mejor. En la Universidad Católica fui el primero de mi promoción, y mi rendimiento me permitió llegar a Harvard.
¿LA POLÍTICA LO RETA?
Entré a ella por accidente. Pero, una vez que lo haces, el bichito se te queda. A pesar de ser abogado, no me dediqué a la política porque, como perdí a mi padre, tuve que dedicarme a trabajar y a producir.
¿LOS POLÍTICOS NO TRABAJAN NI PRODUCEN?
(Ríe). Los políticos trabajan, pero no producen mucho (risas).
TRABAJÓ PARA VARIOS GOBIERNOS.
Fui viceministro de seis ministros y de tres presidentes. Debí ir con Fujimori a Dubái, el famoso viaje por la APEC del que ya no volvió, pero murió mi abuelo. Yo fui uno de los promotores de la APEC y de los Tratados de Libre Comercio (TLC).
¿EL MINISTERIO DE COMERCIO EXTERIOR NACIÓ POR NECESIDAD?
Fue un cambio de mentalidad. Hasta entonces habíamos equivocado nuestra estrategia: mirábamos a la Comunidad Andina, que representaba el... 7% de nuestro comercio, y nos habíamos olvidado del 93% restante. Estados Unidos no tenía agenda, Asia no existía, Europa pululaba con preferencias arancelarias. No había una política de Estado que promoviese las exportaciones y la descentralización del comercio exterior. Cuando entré al ministerio, no sabía nada de comercio exterior más allá de algunos cursos, pero era un buen negociador.
¿NEGOCIAMOS BIEN NUESTRO TLC CON ESTADOS UNIDOS?
Fue una negociación dura, pero terminó siendo histórica porque les dio pie a todas las demás.
¿CUÁNTO NOS HAN BENEFICIADO?
Cuando se firman estos tratados, uno debe saber qué cosa cede y qué cosa pide. Pero hay otro elemento: cuando se negocia con un país grande y las economías son complementarias, el país que más gana es el que accede al mercado más grande. Eso le pasó al Perú.
¿DEBEMOS MIRAR A LOS TLC COMO UNA POSIBILIDAD DE VENTA MÁS QUE DE COMPRA?
Las oportunidades son de ida y vuelta. Un Tratado de Libre Comercio solo es un acuerdo comercial de reglas claras cuyo objetivo es promocionar la compra y venta de productos de un país hacia otro, así como captar inversiones.
¿ACASO NO ES MEJOR TENER UN PAÍS DE PRODUCTORES ANTES QUE DE CONSUMIDORES?
Lo ideal es ser un país industrializado y tener bienes para exportar y, con esos recursos, desarrollar mejores condiciones internas. Tenemos condiciones innatas en sectores como la agroindustria, las confecciones y en los minerales y metales. No exportamos tecnología y quizás nunca seamos un país que la exporte pues, aunque podamos crearla, no somos un país tecnológico.
NO NOS CARACTERIZAMOS POR REGISTRAR PATENTES…
Cuantas más patentes registra un país es cuando más tecnología usa. Aquí falta que el Estado y la empresa privada inviertan en la transferencia de ciencia y tecnología. El país debe analizar qué le conviene: meterse a crear y vender tecnología que ya está hecha, y a buen precio, o dedicarse a producir productos locales, únicos, por los que se pagará un muy buen dinero. Uno compra una computadora cada dos años, pero la alimentación es diaria. Por eso, quizás sea más rentable vender mangos que PC, pues su frecuencia de consumo es mayor. Además, por ejemplo, si la computadora es china compite con la americana y con la japonesa; en cambio, nuestros mangos son únicos, no tienen competencia. No hay que medir el valor unitario del producto sino el contexto de la frecuencia y el valor.
TIENE EL BICHITO DE LA POLÍTICA PERO NO ES CONGRESISTA, NI MINISTRO, NI TIENE CARGO PÚBLICO…
En la política hay que tener el don de la ubicuidad. No perseguiré un puesto político por perseguirlo. Varios partidos me invitaron a ser parte de su plancha, de su lista al Congreso, y yo no acepté. Después de ver todos los escándalos del Parlamento actual, creo que no fue una mala decisión decir que no.
¿ACEPTARÍA SER MINISTRO DE OLLANTA HUMALA?
Depende de la política que realice. Si su trabajo va de acuerdo con mis principios y propuestas de manejo del país, yo puedo apoyar. Nunca he pretendido un puesto solo por tenerlo. Durante el segundo gobierno de García se me invitó a ser ministro, pero no acepté…
EN LA SEGUNDA VUELTA APOYÓ A KEIKO. ¿FUE UN ERROR?
No, ella fue una buena candidata y es una buena persona. Desde mi opinión, como partido, el fujimorismo debe relanzarse y reestructurarse, pero yo no estaré allí.
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