Por inventar un decomiso de droga y diversos delitos incluido narcotráfico, podrían terminar siendo procesados los generales Hidalgo y Morán, exjefes de la Dinandro.
En estos días reapareció el general Hidalgo, con su notable bigote, para explicar su papel en las investigaciones del caso Business Track, referido a las intercepciones telefónicas que permitieron descubrir la red de tráfico de influencias del gobierno aprista, y que extrañamente fue encargado a la Dirección contra las Drogas, por el presidente García dando lugar a la pérdida y adulteración de diversas pruebas.
En un momento de la audiencia penal, el general fue interrumpido por la procesada Giselle Giannotti que exigió que el jefe policial sea pasado por el polígrafo, detector de mentiras, para ver si miente o no.
Lo mismo debe estar pensando el empresario Rolando Velasco Heysen, injustamente detenido y acusado por narcotráfico desde 2007, a partir de un claro montaje en el que tuvo participación especialísima el general Hidalgo y su segundo el entonces coronel Carlos Morán, los que hicieron aparecer droga en un camión volquete en un grifo en el distrito piurano de Catacaos.
El mismo vehículo había sido incautado por abandono con las bodegas vacías un día antes, pero las actas de este decomiso fueron ocultadas en la mayor parte del proceso, hasta que salieron a luz y le empezaron a dar una vuelta al proceso.
El caso Velasco Heysen parece, por cierto, no ser el único en el que el general favorito de Alan García fabricó pruebas para incriminar otras personas, pero es singular por varios motivos: (a) porque fue presentado a la prensa y la opinión pública como la captura de un capo, lo que movilizó fiscales limeños (Jorge Chávez Cotrina) y al subjefe antiDrogas para dirigir las “investigaciones”, hasta que finalmente llegó el propio Hidalgo que mostró su gran captura para las fotos y cámaras de televisión, y luego se la llevó a Lima en el mismo avión en que había venido, donde recibió felicitaciones de todas partes; (b) el caso fue reportado a la DEA y la Embajada de Estados Unidos, y se encuentra mencionado en un Wikileaks, en la que la sola relación personal entre Velasco y los generales Da Silva y Donayre, sirve para concluir que los dos uniformados tenían vínculos con el narcotráfico; (c) porque este es un caso de manipulación a grado extremo, como lo evidencia el manejo de los informes de distintas unidades policiales, La Libertad y desaparición del chofer y el dueño del camión, la rectificación de las declaraciones de los implicados, que afirmaron haber sido coaccionados, etc.
En la declaración de la implicada Martha García Buritica, del 13 de diciembre de 2010, puede leerse el siguiente texto: “Gran parte de mi manifestación policial fue manipulada, las palabras fueron puestas en el proceso y lamentablemente los días anteriores a la manifestación estuve bajo mucha presión psicológica y emocional y cometí la equivocación de no leer la manifestación policial”.
La implicada expresa que la supuesta empresa Cosmos dedicada a exportar pota no existía. Pero esta fue una de las claves de la acusación.
LAS RAZONES DEL GENERAL¿Por qué hizo Hidalgo algo tan cruel como perseguir a un ciudadano, encarcelarlo y empapelarlo de narcotráfico? Es algo sobre lo que sólo se pueden plantear hipótesis: ¿acaso inventaba capturas para mostrar victorias cuando no las tenía?; ¿o encubría a verdaderos narcotraficantes con los que creaba? El hecho es que ahora los generales Hidalgo, Morán y otras personas deberán acudir ante la Quinta Fiscalía Superior Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios para responder una denuncia por delitos de narcotráfico, corrupción de funcionarios y asociación ilícita para delinquir, encubrimiento, omisión de denuncia, liberación indebida, y otros.
Tal vez alguien pida otra vez el polígrafo.
Raúl WienerUnidad de Investigación
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/2/se-cae-patrana-de-hidalgo_97948.html
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