La ceremonia de reinauguración del primer tramo del Tren Eléctrico Villa El Salvador-Grau pretendía ser un evento perfecto, sin manchas, ni burlas ni críticas ni protestas. Todo había sido preparado para ser inmaculado, pero no fue así. La primera equivocación se puso en evidencia cuando el director de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico, Oswaldo Plasencia, inició la presentación de la ceremonia cediendo la palabra a las autoridades de Odebrecht. En ese momento, se sintió la mirada furibunda del presidente Alan García. Estiró el brazo hacia Plasencia y en tono de barítono le increpó: ¡El Himno Nacional!
A los dos segundos, Plasencia rectificaba. “Y como estamos en el mes de la patria, creo que previamente a las palabras nos debe acompañar el Himno Nacional”, intentó improvisar. Pero nuevamente una voz presidencial de grueso calibre le sopló: ¡1, 2, 3… 1, 2, 3! A lo que el funcionario hizo eco. Y así cantando se pudo dar inicio oficialmente al evento, todos manos en el pecho.
Luego vino el discurso de Jorge Barata, superintendente de la cuestionada empresa Odebrecht, la misma que regaló el Cristo del Pacífico y que se hizo de la licitación del segundo tramo del tren, además de otros proyectos de construcción nacional. Y luego se dio paso a Jorge Graña, de la constructora del mismo apellido.
Y entonces vino el discurso del Mandatario que abría los brazos cual poeta y, en mayor éxtasis, daba clases de verborrea ensayando frases para el olvido. Algunos se sonreían al verlo con los brazos abiertos, pues estaba fresco el recuerdo del Cristo del Pacífico. “Igualito”, decían.
“Hay que ser sordo a la...
envidia, hay que ser sordo a la pequeñez de los que critican”, decía Alan García en su oratoria y a nadie le quedaba duda que la sordera se había apoderado de él inaugurando una obra que en las últimas tres semanas recibió las críticas de cuatro alcaldes porque consideraban que no se había reparado en atender los efectos sociales de acumulación de basura, ruido y delincuencia que pulula alrededor de sus estaciones más alejadas.
Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y la propia Lima habían levantado una voz que fue imperceptible para el Ejecutivo, que ahora reinauguraba la obra colosal en lo alto de la estación Grau, desde donde se observa la tugurización de las avenidas y la inseguridad ciudadana. ¿Quién querrá bajarse en estas estaciones de conocida delincuencia?
A García nada de eso le importaba, absorto en su sueño de hace 21 años. “Dios es grande, la justicia siempre reivindica. He visto mi nombre escarnecido en los periódicos y las estaciones policiales de todo el mundo por esta obra. Este tren no es un monumento para una élite, esta es una obra a favor de los millones de peruanos que la usarán y de los miles de trabajadores que la construyeron”, indicó.
“Es una obra escultórica, más que arquitectónica”, repetía y reiteraba que no era una obra para cinco años “sino para un siglo y más de un siglo”.
Uno de los momentos que despertó a los asistentes –la ceremonia se inició a las 7 y 30 de la mañana-, fue cuando el jefe de Estado se defendió agresivamente de sus críticos y prácticamente dio un grito. “¡Y la maleza de la memoria creció encima del tren, relegándolo al olvido, en medio de la burla y el escarnio de quienes no han puesto nunca un ladrillo por el Perú!”, agregó. Pero ese ‘nunca’ no sonó domesticado, sino que sonó a ¡nuncaaaaaaa!, y de pronto solo quedó en la mira el rostro desencajado de García.
PROTESTAS
Mientras el presidente inauguraba el tren eléctrico, en Villa María del Triunfo se realizaba una protesta liderada por la alcaldesa distrital, Silvia Barrera. “Nadie se opone a tener una obra de envergadura, que ayudará al transporte de muchos vecinos, pero el hecho de haber construido al ras del suelo sin consulta vecinal, sin habilitar puentes vehiculares de doble vía, solo provoca que el distrito se divida en dos, considerando también que ha causado el resquebrajamiento de muchas viviendas aledañas a la vía”, declaró la burgomaestre Barrera.
RE-RE-REINAUGURADO
El tramo 1, que ha costado alrededor de 500 millones de soles parece más una revancha que un reto. En 1986, García anunció que se haría un tren eléctrico y favoreció la campaña de Jorge del Castillo a la alcaldía de Lima. En 1990 inauguró los primeros dos kilómetros de la obra, lo que en su tiempo mereció diversos cuestionamientos. Y es que ya en esos años se veía que al Presidente le gustaba muchos inaugurar obras incompletas.
En esa ocasión, en los 90’, con muchos kilos de menos y una amada esposa, Pilar Nores, que le daba besos en la mejilla, García se paseaba por los arenales promocionando su sueño. Lo hizo acompañado por personajes como Rómulo León Alegría, el mismo de los petroaudios. El tren solo operó eventualmente durante las huelgas de transporte y para celebrar bodas masivas. Solo tenía tres vagones.
En el 2011, tiene cinco vagones operativos, y recién empezará a funcionar en octubre. Es decir, que más de 20 años después, las cosas no han cambiado mucho.
El discurso de antaño era “un hecho y una realidad”. Así defendía García Pérez su obra cumbre, su elefante blanco. Ahora, este monumento a la paciencia tendrá que ser culminado por el nuevo gobierno, pues deben adecuarse cruces peatonales, rampas y demás elementos de seguridad para los ciudadanos.
AMANDA MEZA: ameza@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/7302-alan-hizo-oaidos-sordos-a-reclamos-y-reinaugurao-tren-elaectrico
A los dos segundos, Plasencia rectificaba. “Y como estamos en el mes de la patria, creo que previamente a las palabras nos debe acompañar el Himno Nacional”, intentó improvisar. Pero nuevamente una voz presidencial de grueso calibre le sopló: ¡1, 2, 3… 1, 2, 3! A lo que el funcionario hizo eco. Y así cantando se pudo dar inicio oficialmente al evento, todos manos en el pecho.
Luego vino el discurso de Jorge Barata, superintendente de la cuestionada empresa Odebrecht, la misma que regaló el Cristo del Pacífico y que se hizo de la licitación del segundo tramo del tren, además de otros proyectos de construcción nacional. Y luego se dio paso a Jorge Graña, de la constructora del mismo apellido.
Y entonces vino el discurso del Mandatario que abría los brazos cual poeta y, en mayor éxtasis, daba clases de verborrea ensayando frases para el olvido. Algunos se sonreían al verlo con los brazos abiertos, pues estaba fresco el recuerdo del Cristo del Pacífico. “Igualito”, decían.
“Hay que ser sordo a la...
envidia, hay que ser sordo a la pequeñez de los que critican”, decía Alan García en su oratoria y a nadie le quedaba duda que la sordera se había apoderado de él inaugurando una obra que en las últimas tres semanas recibió las críticas de cuatro alcaldes porque consideraban que no se había reparado en atender los efectos sociales de acumulación de basura, ruido y delincuencia que pulula alrededor de sus estaciones más alejadas.
Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y la propia Lima habían levantado una voz que fue imperceptible para el Ejecutivo, que ahora reinauguraba la obra colosal en lo alto de la estación Grau, desde donde se observa la tugurización de las avenidas y la inseguridad ciudadana. ¿Quién querrá bajarse en estas estaciones de conocida delincuencia?
A García nada de eso le importaba, absorto en su sueño de hace 21 años. “Dios es grande, la justicia siempre reivindica. He visto mi nombre escarnecido en los periódicos y las estaciones policiales de todo el mundo por esta obra. Este tren no es un monumento para una élite, esta es una obra a favor de los millones de peruanos que la usarán y de los miles de trabajadores que la construyeron”, indicó.
“Es una obra escultórica, más que arquitectónica”, repetía y reiteraba que no era una obra para cinco años “sino para un siglo y más de un siglo”.
Uno de los momentos que despertó a los asistentes –la ceremonia se inició a las 7 y 30 de la mañana-, fue cuando el jefe de Estado se defendió agresivamente de sus críticos y prácticamente dio un grito. “¡Y la maleza de la memoria creció encima del tren, relegándolo al olvido, en medio de la burla y el escarnio de quienes no han puesto nunca un ladrillo por el Perú!”, agregó. Pero ese ‘nunca’ no sonó domesticado, sino que sonó a ¡nuncaaaaaaa!, y de pronto solo quedó en la mira el rostro desencajado de García.
PROTESTAS
Mientras el presidente inauguraba el tren eléctrico, en Villa María del Triunfo se realizaba una protesta liderada por la alcaldesa distrital, Silvia Barrera. “Nadie se opone a tener una obra de envergadura, que ayudará al transporte de muchos vecinos, pero el hecho de haber construido al ras del suelo sin consulta vecinal, sin habilitar puentes vehiculares de doble vía, solo provoca que el distrito se divida en dos, considerando también que ha causado el resquebrajamiento de muchas viviendas aledañas a la vía”, declaró la burgomaestre Barrera.
RE-RE-REINAUGURADO
El tramo 1, que ha costado alrededor de 500 millones de soles parece más una revancha que un reto. En 1986, García anunció que se haría un tren eléctrico y favoreció la campaña de Jorge del Castillo a la alcaldía de Lima. En 1990 inauguró los primeros dos kilómetros de la obra, lo que en su tiempo mereció diversos cuestionamientos. Y es que ya en esos años se veía que al Presidente le gustaba muchos inaugurar obras incompletas.
En esa ocasión, en los 90’, con muchos kilos de menos y una amada esposa, Pilar Nores, que le daba besos en la mejilla, García se paseaba por los arenales promocionando su sueño. Lo hizo acompañado por personajes como Rómulo León Alegría, el mismo de los petroaudios. El tren solo operó eventualmente durante las huelgas de transporte y para celebrar bodas masivas. Solo tenía tres vagones.
En el 2011, tiene cinco vagones operativos, y recién empezará a funcionar en octubre. Es decir, que más de 20 años después, las cosas no han cambiado mucho.
El discurso de antaño era “un hecho y una realidad”. Así defendía García Pérez su obra cumbre, su elefante blanco. Ahora, este monumento a la paciencia tendrá que ser culminado por el nuevo gobierno, pues deben adecuarse cruces peatonales, rampas y demás elementos de seguridad para los ciudadanos.
AMANDA MEZA: ameza@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/7302-alan-hizo-oaidos-sordos-a-reclamos-y-reinaugurao-tren-elaectrico
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