El presidente García quiere inaugurar el aborto de su propio tren. El primer
tramo se presupuestó en 410 millones de dólares, pero sus constructores -Odebrecht y Graña y Montero- terminaron cobrando 519 millones de dólares. Ahora, estas aceitosas firmas han ganado la licitación para el segundo tramo y dicen que costará 583 millones de dólares. Además de que probablemente el tren esté plenamente operativo todavía en año y medio, lo más grave es el vergonzoso favoritismo de este gobierno.
Fuente: http://www.facebook.com/semanariohildebrandtensustrece
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