Queridos amigos:
Les escribo nuevamente, luego de dos días de reflexión. Sé que mañana van a tomar una decisión muy importante que afecta no solamente el futuro de Laura Puertas, sino también el mío, el de otros periodistas y, sobre todo, el de América TV.
Sobre la competencia de Laura Puertas
He escuchado atentamente las razones que justificarían la salida de Laura Puertas o la "pérdida de confianza" del Directorio. La más importante, que no "maneja" el contenido del noticiero y ha tolerado que Humala se presente "humanizado" porque se cubrió, dentro de sus actividades diarias (como hicieron todos los medios), la aparición de sus hijos, su esposa o sus habituales carreras. La razón es entonces política, como me lo temía.
La otra razón es que se le pidió que reinventara el Canal N, para lo cual Laura presentó varias propuestas a la administración, que no encontraron financiamiento. Toda el área conoce perfectamente las estrecheces en las que tenemos que trabajar. Por tanto, el argumento no parece relevante para demostrar incompetencia. Por el contrario. Hacemos milagros con lo que tenemos.
Lo cierto es, y esto es público, que el área de prensa de América tiene los mejores indicadores nacionales en audiencia, la mejor rentabilidad para los accionistas, el primer lugar de credibilidad en toda encuesta de opinión y ningún juicio en el que se haya ganado indemnización alguna para ningún demandante por difamación. No solo no hemos cometido errores graves, lo cual es casi imposible en prensa, sino que acabamos de presentarle al país una transmisión impecable el día de las elecciones. Esos son los hechos. No es creíble, ante tales resultados, el acusar de incompetente a Laura Puertas.
Sobre el plan de Gobierno de Humala y la Constitución de 1993
Es un hecho también que Humala ha presentado en su plan de gobierno una propuesta para que ningún canal de televisión sea propiedad de medios escritos. Y cito:
"en la actualidad los medios de comunicación están en propiedad de unas pocas manos (incluso la propiedad de varios tipos de medios, lo que ha configurado un cuasi oligopolio mediático que atenta contra el derecho de libertad de expresión y el de una información adecuada para la población". Pág. 57
Más adelante, como propuesta de política se señala que se emitirá una Ley de Comunicaciones Audiovisuales que:
"constituirá los mecanismos de regulación a la expansión de las corporaciones que operan distintos tipos de medios". Pág. 57
Cabe recordar que la Constitución de 1993 prohíbe no solo el monopolio de medios de comunicación. Vean el art 61, segundo párrafo:
"La prensa, la radio y la televisión y los demás medios de comunicación social: y en general, las empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares".
Es perfectamente factible que Humala, con más de 40 congresistas, sustente una ley contra el "acaparamiento" que denuncia en su propio plan. No necesitará más que una mayoría simple para obligar tanto al Grupo La República como al Grupo El Comercio a vender sus periódicos o su canal. Y para eso no necesita ni siquiera ser Presidente.
Defensa ante las amenazas a corto plazo
La única defensa posible ante esta amenaza a la propiedad es la de garantizar la independencia editorial de cada medio. Solo así queda perfectamente a salvo el derecho del público a gozar de la pluralidad informativa, derecho esencial en la defensa de la libertad de expresión.
Hoy me pueden citar al Congreso y juraré con la verdad que jamás ha habido intervención de algún director o accionista en ningún programa periodístico de América TV. Hasta ahora.
Sin embargo, si Laura Puertas es expulsada de la Dirección de América por razones políticas y debido al voto de los Directores de El Comercio, quedará claro que tal independencia se ha perdido y que pasamos a un régimen de uniformidad de contenidos que hace lógica la acusación del Plan de Gobierno de Gana Perú y justificable ante la opinión pública la necesidad de dividir la propiedad de conglomerados mediáticos. Como ustedes comprenderán, estos hechos ya son casi de dominio público.
Eso es lo que está en juego. Van a suicidarse dando la excusa perfecta. Mientras tanto, van a perder toda credibilidad en el último tramo del proceso electoral. Y cuando vengan por ustedes, ya no estaré ahí para ayudarlos.
Sobre mi futuro en América TV
Puedo advertirles que van a morir, pero no me pidan que los ayude a hacerlo. Si mi Directora, que es el nexo que tengo con el Directorio y la administración del canal, es expulsada por razones políticas, me tengo que ir porque se han violado los Principios Rectores. Cómo será de importante la independencia que es el Primero.
"Solo un comportamiento editorial independiente otorga al medio la autoridad necesaria para orientar"
Yo no puedo, ni quiero, adivinar qué es lo que le gusta o no le gusta al Directorio de El Comercio. Eso solo promueve la autocensura, que es el mayor de los males en el periodismo del día a día. No sé cuáles son sus gustos políticos ni me interesa saberlos. Lo que criticamos, a todos los políticos, es el ataque a principios claramente establecidos en la línea editorial: La defensa de la democracia, la defensa de los derechos humanos, la defensa de la libertad de expresión y la defensa de la calidad de vida. Todo eso está ya escrito en los Principios Rectores y a ellos, y solo a ellos, debo sujetarme.
Mi contrato vence el 30 de junio. Soy una persona de palabra y debo quedarme hasta esa fecha, salvo que ustedes me excusen del pago de la penalidad. Como gusten. Eso sí, si Laura es expulsada hare pública mi posición y las razones contractuales que me atan a América hasta el vencimiento del contrato.
Le he pedido a todo mi equipo que no renuncie. Considero que basta con mi renuncia para que el principio se defienda. Les ruego mantener sus contratos vigentes, son magníficos profesionales.
Por los demás periodistas que aparecen en pantalla no puedo adelantar nada, pero me queda claro que algunos también se verían obligados a renunciar por una cuestión de principios.
Lamento muchísimo esta situación. Me encanta mi trabajo y no quiero perderlo, pero hay cosas que no son negociables. Y la libertad de prensa es una de ellas. Miren qué paradoja.
Mi mayor deseo que es estén a tiempo de medir las graves consecuencias de lo que harán y que puedan reconsiderar su posición para volver a seguir trabajando en el clima de armonía que siempre mantuvimos.
Esta es mi última comunicación, gracias por todo y que Dios los ilumine,
Rosa María Palacios
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